bilaterals.org podcast: 30º aniversario del TLCAN

30º aniversario del Tratado d Libre Comercio de América del Norte

Transcripción (traducida al castellano)

SONIDO DE FONDO: Mercado de Tlacolula (México)

BILATERALS.ORG: Les damos la bienvenida a una nueva edición del podcast de bilaterals.org. Hoy hablaremos del 30 aniversario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con personas invitadas muy especiales. El TLCAN entró en vigor en 1994 y ha servido de modelo para muchos acuerdos de libre comercio posteriores en todo el mundo.

En los últimos 25 años, los acuerdos bilaterales de comercio e inversión han demostrado ser instrumentos de desvío de poder. Han dado forma a las normas y políticas públicas, allanando el camino a los intereses corporativos y cerrando vías legales a las personas que no pueden defenderse. Así que para los movimientos que se enfrentan al libre comercio en todos los continentes, puede ser útil echar mirarse en el espejo del TLCAN.

Quizá sea el momento de preguntarse por qué este tratado en concreto supuso un punto de inflexión en la historia del sistema mundial de comercio e inversión. ¿Hasta qué punto ha sido este acuerdo un laboratorio para el libre comercio?

Para responder a estas preguntas, voy a dirigirme a nuestro primer invitado, Ramón Vera Herrera. Ramón es mexicano, miembro de la Alianza Biodiversidad y de la Red en defensa del maíz.

RAMÓN: Cuando LA gente habla de los tratados de libre comercio, a veces piensa que realmente son acuerdos de libre comercio, o al menos acuerdos comerciales. Pero la complejidad del TLCAN, en nuestro caso, y de todos los acuerdos de libre comercio, te lleva a repensar en cómo empezó todo. Y comenzó como un candado para todas estas reformas estructurales que se adoptaron a finales de los 80. Todos estos cambios estructurales se han convertido realmente en una especie de instrumento para subordinar las estructuras jurídicas nacionales e internacionales a la discreción de los intereses económicos corporativos. Es algo que no había ocurrido tan descaradamente, tan abiertamente. Y después de eso, por supuesto, todo el panorama cambió en 1994 cuando el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), se convirtió en lo que llamamos la Organización Mundial del Comercio (OMC). inmediatamente todos los acuerdos bilaterales de libre comercio que siguieron formaron parte de este planteamiento de someter todas las estructuras de un país a los intereses económicos.

Hoy en día es cada vez más frecuente que se firmen aquí y allá diversos acuerdos de libre comercio que desencadenan el desmantelamiento de los sistemas jurídicos nacionales para dar rienda suelta a las maniobras empresariales, al tiempo que se cierran los espacios jurídicos que permiten a los pueblos defender sus intereses. Todas las grandes potencias a las que se les ocurrió hacer estos cambios estructurales, estas reformas estructurales, se dieron cuenta de que necesitaban instrumentos para someter el conjunto del sistema o estructura jurídica de un país. Así surgieron los acuerdos bilaterales de libre comercio. Pero el primero de ellos no fue bilateral, fue regional, y es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que ya tiene 30 años.

MÚSICA: Vivir Quintana feat. El Palomar, "Canción sin miedo"

BILATERALS.ORG: Los sectores alimentarios de México se han visto profundamente afectados por el TLCAN. Xavier León, que forma parte del equipo de GRAIN en América Latina y estudia el impacto de la agroindustria y el monocultivo en las comunidades indígenas y campesinas, revela uno de los aspectos más dañinos del acuerdo.

XAVIER: La agricultura y los sistemas alimentarios se ven muy afectados por los tratados de libre comercio. Por ejemplo, aunque las condiciones son diferentes en muchos países, el TLCAN ha fomentado directamente el acaparamiento de tierras y la privatización de parcelas que antes eran comunales y eran propiedad colectiva de los pueblos indígenas.

El dumping y las importaciones desleales también son un problema. En virtud de los acuerdos de libre comercio, las importaciones se liberalizan según las normas y los intereses de las empresas de los distintos países. Y esto a escala mundial. En México, las importaciones de maíz se han disparado, a pesar de que es un alimento básico para la población mexicana y a pesar de todas las asimetrías de productividad y subvenciones entre quienes producen en Estados Unidos, Canadá y México.
Por definición, los acuerdos de libre comercio orientan la producción agrícola hacia los mercados internacionales de exportación. Como resultado, los cultivos alimentarios están siendo sustituidos por cultivos comerciales. Esta presión política a favor de una agricultura más industrial está provocando el agotamiento del suelo y del agua, creando dependencia de las semillas comerciales y aumentando el uso de fertilizantes y pesticidas químicos perjudiciales para la salud y el medio ambiente.

El control de los alimentos procesados y su distribución es otra dimensión importante. El establecimiento de la industria agroalimentaria significó también la comercialización inmediata, con inversión extranjera directa, de muchos alimentos procesados, modificando los hábitos de consumo y provocando cáncer, diabetes y obesidad, que se han convertido en graves problemas de salud en México. La distribución abrió la batalla por el control de dónde y qué se compraba. Las tiendas de conveniencia comenzaron a expandirse, acabando con muchas tiendas locales.

SONIDO DE FONDO: Mercado de Tlacolula (México)

BILATERALS.ORG: En los últimos 30 años, el TLCAN ha tenido muchas consecuencias negativas. Una de ellas es que ha permitido utilizar la desregulación laboral y medioambiental como una "ventaja" ofrecida por los gobiernos, especialmente en el caso de México.

Camila Montecinos es miembro de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas [ANAMURI] de Chile. Habla de este tema y del impacto de los acuerdos de libre comercio en los derechos laborales.

CAMILA: A estas alturas, todo el mundo sabe que las condiciones de trabajo en México, y no sólo en México, sino también en Canadá y Estados Unidos, se han deteriorado desde la aplicación del TLCAN. Sobre todo, se ha implantado una gran inseguridad laboral, han disminuido los empleos permanentes, etc. Esto es bien conocido y está bien documentado. Pero desde un punto de vista general, creo que la influencia más importante que ha tenido el TLCAN en la legislación laboral es que, por primera vez, un acuerdo comercial ha reivindicado el derecho a determinar las condiciones laborales. Por primera vez, un acuerdo comercial hablaba de trabajo y decía lo que era aceptable y lo que no. Y, por supuesto, lo que era aceptable no era lo que necesitaban las personas trabajadoras. En cierto modo, el tratado de libre comercio abrió las puertas para intervenir en las relaciones laborales, un proceso que ha continuado todos estos años. Después del TLCAN, la Unión Europea se aprovechó de ello y también incluyó en los acuerdos que proponía el hecho de que la legislación laboral podía verse influida de un modo u otro por los acuerdos de libre comercio. Todos los tratados que siguieron, ya fueran bilaterales, regionales u otros, empezaron a incluir el derecho laboral.

Desde hace diez años, todos los acuerdos comerciales incluyen una definición de lo que es el derecho laboral. Y esta definición es extremadamente estrecha, extremadamente restrictiva. Esencialmente reconocen cuatro derechos. Entre ellos, la prohibición del trabajo forzoso y del trabajo infantil. Y algunos derechos muy importantes no están incluidos. En consecuencia, no se son considerados en tanto que derechos laborales. Y si un país los aplica, abre la puerta a posibles conflictos. ¿Cuáles son los derechos que no han sido incluidos? Por ejemplo, el derecho a la huelga, el derecho al permiso de maternidad, el derecho a vacaciones. Esto no ocurre en el acuerdo entre Estados Unidos, Canadá y México, pero sí en otros acuerdos, e incluso no se incluye un salario mínimo. No hay un derecho claro, por ejemplo, a tener un fin de semana, a no trabajar el fin de semana, etc. Así pues, debido a la puerta abierta por el TLCAN, nos encontramos ante una auténtica pérdida de derechos laborales. De hecho, la base de esta definición es una definición de la Organización Internacional del Trabajo que se firmó en 1998, hace casi 25 años, como el mínimo que todo país debería reconocer. Hoy en día, los tratados de libre comercio han convertido esta definición en la máxima porque la forma en que se ha definido en el acuerdo determina cuáles son los derechos laborales que serán reconocerán.

Así que es un retroceso, lo cual es muy grave hoy en día. Todavía no hemos visto el impacto práctico, salvo que estas normativas se están utilizando para amenazar al personal diciéndoles "Más vale que se comporten bien, vamos a poner las cosas como son, o las consecuencias serán mucho peores". Para mí, ese es el impacto más profundo del TLCAN. Abrió la puerta a algo que se ha convertido en extremadamente negativo y peligroso.

SONIDO DE FONDO: Maquiladora

BILATERALS.ORG: Es innegable que los acuerdos de libre comercio debilitan las relaciones laborales en beneficio de las empresas. Pero también perpetúan el modelo colonial de saqueo de los recursos naturales. Cecilia Chérrez es miembro de Acción Ecológica (Ecuador). Explica por qué los acuerdos de libre comercio como el TLCAN alimentan el extractivismo y la explotación de los territorios, y cómo han resistido las comunidades ecuatorianas.

CECILIA: La alerta lanzada al mundo por las comunidades zapatistas el 1 de enero de 1994 sobre los efectos del TLCAN sobre los territorios, los pueblos y sus culturas, fue recibida por los pueblos del Sur global con alarma. Los tratados de libre comercio dan tanto poder a las empresas transnacionales que colocan los derechos humanos, colectivos y de la naturaleza bajo los intereses del capital. En esos años, en Ecuador se dieron pasos estratégicos para expandir el extractivismo y el agronegocio, con graves impactos ambientales y en la vida de las comunidades, pueblos y nacionalidades, pero al mismo tiempo, en escenarios de fuerte resistencia comunitaria. Más tarde llegaron otras medidas que debilitaron los controles sobre las actividades empresariales; además, se han firmado varios acuerdos de libre comercio. Pero ha habido y hay una constelación de luchas de resistencia.

Son muchos los logros alcanzados por el movimiento indígena y campesino, las personas defensoras de la naturaleza, ecologistas, personas de la academia, defensoras de los derechos humanos, y medios de comunicación independientes. Todos ellos mantienen viva la disputa para la defensa de la vida, la dignidad y la justicia. Los territorios, pueblos y naturaleza del Sur global venimos de una larga historia colonial que nos impuso un destino de explotación y devastación que no termina, y que hoy se expresa a través de los tratados de libre comercio y de protección a las inversiones, que garantizan mayor impunidad a las grandes corporaciones.

Además, actúan a base de engaños, puertas giratorias y con la complicidad de los gobiernos para reprimir y criminalizar a quienes defienden a la naturaleza, que se han convertido en una amenaza para el capital, porque con su oposición a que se destruyan y contaminen sus espacios de vida ponen en riesgo los beneficios que las empresas esperan obtener. Las luchas comunitarias en defensa del agua, la agricultura campesina y la autonomía local, siguen deteniendo o echando abajo los planes corporativos. Algunos ejemplos de resistencia son los que se han dado para salvar el Yasuní, el Chocó Andino, el páramo de Kimsacocha, los bosques de Íntag, o el caso Chevron-Texaco para demandar reparación integral en el norte de la Amazonía. En el camino, han habido referendums a nivel local y nacional legalmente vinculantes. Se ha recurrido a tribunales judiciales a nivel provincial y nacional, incluida la Corte Constitucional. Y se han tejido articulaciones con redes internacionales que amplifican la voz de las comunidades y del movimiento ecologista.

SONIDO DE FONDO: Manifestación contra la minería en Ecuador

MÚSICA: Amparo Ochoa "El Barzón"

BILATERALS.ORG:Otro aspecto controvertido de los acuerdos de libre comercio e inversión es el mecanismo de arbitraje entre inversores y Estados, conocido comúnmente como ISDS (por sus siglas en inglés). Permite a las empresas demandar a los gobiernos si las nuevas leyes, aunque sean de interés público, tienen un efecto negativo en su potencial de inversión o en los beneficios esperados. El TLCAN es uno de los instrumentos más utilizados para invocar estas disputas, que decide un tribunal internacional de arbitraje en lugar de un tribunal público. Manuel Pérez Rocha es mexicano e investigador del Instituto de Estudios Políticos (Estados Unidos). Como tal, ha estudiado este mecanismo y analizado sus repercusiones más negativas.

MANUEL: La solución de diferencias entre inversores y Estados permite a los inversores extranjeros impugnar las políticas públicas adoptadas por los gobiernos, eludiendo también los tribunales locales. Las disputas inversor-Estado son gestionadas por tribunales a menudo secretos e y que rinden cuentas, disponiendo además del poder de imponer enormes multas a los gobiernos. El tribunal más utilizado es el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial. Muchos casos del TLCAN se han llevado ante este tribunal. Aunque los tribunales de arbitraje no pueden obligar a un gobierno a derogar leyes y reglamentos, los costosos litigios tienen lo que llamamos un "efecto de disuasión" en el desarrollo de políticas públicas responsables. Las comunidades afectadas por las empresas transnacionales casi siempre quedan excluidas de los tribunales. Esto es lo que yo llamo un sistema unidireccional. Es como jugar un partido de fútbol en una mitad del campo: un equipo ataca (la empresa) y el otro (el gobierno) defiende. Es un sistema completamente injusto, un sistema unidireccional.

SONIDO DE FONDO: Marcha contra el TLCAN en México

BILATERALS.ORG: Durante la administración Trump, el TLCAN se renegoció y se convirtió en el Acuerdo Estados Unidos-Canadá-México (ACEUM). Varias partes del acuerdo evolucionaron y el ISDS adoptó una forma diferente en América del Norte.

MANUEL: La renegociación del TLCAN ha provocado importantes cambios en la forma en que se resuelven los litigios entre inversores y Estados en América del Norte, en particular entre Canadá y Estados Unidos, que abandonaron este sistema. Sin embargo, con el nuevo TLCAN, el Acuerdo Canadá-EE.UU.-México, América del Norte no tiene uno, sino tres regímenes distintos de protección de las inversiones. En términos de arbitraje, habrá un sistema para Estados Unidos y Canadá en el que ya no existirá el ISDS y la solución de diferencias se limitará a los tribunales nacionales o locales o a mecanismos de Estado a Estado. Pero hay otro régimen diferente de protección de las inversiones para México y Estados Unidos, en el que sí persiste el ISDS.

Existe un tercer régimen entre Canadá y México, pero ahora forma parte del Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP), que también se basa en gran medida en el modelo preexistente del Capítulo XI del TLCAN. Mientras que la eliminación del ISDS entre EE.UU. y Canadá es claramente positiva para estos países, las fragmentadas disposiciones de inversión del ACEUM representan un paso atrás hacia el sistema asimétrico postcolonial original de protección de los inversores en el que se estableció el ISDS, principalmente entre países desarrollados y en desarrollo. En este sentido, los países desarrollados se están retirando cada vez más del ISDS o rechazándolo entre ellos. Países como México deberían intentar hacer lo mismo en lugar de aceptarlo.

El ACEUM ya ha tenido un efecto disuasorio en México. Talos Energy, por ejemplo, ha amenazado a México con emprender acciones legales en virtud de este acuerdo. Por ello, el gobierno de AMLO [Andrés Manuel López Obrador] ha decidido permitir que Talos siga invirtiendo en un proyecto petrolero de Pemex, la compañía petrolera nacional de México. Este es un caso importante del llamado efecto disuasorio.

También en el contexto del TPP, México ya ha sido demandado por una empresa canadiense, la Caisse de dépôt et placement du Québec, y ha recibido una notificación de la intención de demandarlo por parte de las empresas mineras canadienses Almadex y Almaden. Podemos ver muy claramente que para México, el ISDS sigue siendo un tema muy serio, de gran preocupación, tanto en el contexto del nuevo TLCAN como del Acuerdo Transpacífico.

BILATERALS.ORG: Como hemos visto, el TLCAN ha cambiado las reglas del juego entre los países y entre las empresas y las poblaciones de los países afectados. Algunas comunidades mexicanas comprendieron tan bien el daño que haría al país que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, un movimiento indígena y comunitario, declaró la guerra al gobierno mexicano el mismo día de la entrada en vigor del TLCAN.

Entre 2011 y 2014 tuvo lugar en México un proceso del Tribunal Permanente de los Pueblos. Permitió a comunidades de más de 25 regiones poner en común sus agravios y sus razones para rechazar no sólo los tratados de libre comercio, sino todos sus efectos en la actualidad. Este trabajo de reconstrucción continúa y legitima cada vez más la validez de la resistencia popular en México, en el continente americano y en todo el mundo.

MÚSICA: Fallas del Sistema, "Himno Zapatista"

Temas: TLC y Tratados de inversión

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