Se negocia en ONU articulado de futuro tratado sobre transnacionales y derechos humanos
El lunes empezó en Ginebra, Suiza, una nueva ronda de negociaciones en Naciones Unidas (ONU) para acordar un instrumento jurídicamente vinculante que permita obligar a las corporaciones transnacionales a respetar los derechos humanos. Las tratativas empiezan a definir el articulado de la futura herramienta legal.
“Queremos reafirmar una vez más la importancia histórica de este proceso para lograr un Tratado Vinculante que posibilite acabar de una vez por todas con la impunidad de las transnacionales y garantizar el acceso a la justicia para los afectados”, dijo el lunes la presidenta de Amigos de la Tierra Internacional (ATI), Karin Nansen, en la plenaria de las negociaciones.
En 2014, y con la presión de numerosas organizaciones y movimientos sociales de todos los continentes, el Consejo de Derechos Humanos de ONU aprobó en Ginebra, en la sede conocida como “Palacio de las Naciones”, la resolución 26/9. Ella estableció la creación de un grupo de trabajo de composición abierta (participan los Estados que así lo desean) que negociara un Tratado legal sobre transnacionales y sus violaciones a los derechos humanos.
En 2015 se realizó la primera ronda de negociaciones, que han continuado año a año. Esta semana se realiza la quinta instancia de tratativas, y se centra ya en la letra de cada uno de los artículos. La base de las negociaciones es el llamado “Borrador 1”, presentado por la presidencia ecuatoriana del grupo de trabajo.
Los principales puntos de preocupación para movimientos y organizaciones sociales
A mediados de este año, cuando Ecuador presentó el “Borrador 1”, la Campaña Global para Desmantelar el Poder de las Transnacionales y Poner Fin a la Impunidad, que nuclea a las organizaciones y movimientos sociales que presionan por el Tratado, saludó la presentación del documento. Pero manifestó su preocupación porque consideró que el texto no respeta la resolución de 2014 ni los años de negociaciones transcurridos posteriormente.
“El intento de establecer la supremacía de los derechos humanos sobre la lógica empresarial no está contemplado en todo el texto del ‘Borrador 1’”, nos dijo en julio la abogada Manoela Roland, del Centro de Derechos Humanos y Empresas (HOMA) de Brasil. “Además, se amplía el alcance del futuro Tratado, determinando ahora la posibilidad de responsabilizar a todas las empresas, no sólo a las transnacionales, lo que es la amenaza técnica puntual más grave a todo el proceso”, agregó.
La primacía de los derechos humanos y el alcance (foco) del Tratado a las transnacionales son dos de los puntos, de un total de siete, más importantes para la Campaña Global esta semana en Ginebra. La diversas agrupaciones sociales que la integran han llegado a esa ciudad suiza para participar de las negociaciones, realizar actividades paralelas y manifestaciones en las calles.
Los otros cinco puntos fundamentales para la Campaña son los que tienen que ver con: obligaciones directas para las empresas; la responsabilidad solidaria (el Tratado debe abarcar todas las actividades a lo largo de la cadena de suministro de las trasnacionales); una Corte Internacional de Derechos Humanos para garantizar la aplicación del nuevo instrumento; los derechos de las personas y comunidades afectadas; la protección contra la cooptación corporativa del proceso negociador del Tratado y de su implementación.
Karin Nansen, de ATI y la Campaña Global, dijo el lunes en una intervención oral en las negociaciones que “los defensores de los territorios y los derechos de los pueblos resisten a la ofensiva de las transnacionales, y por eso son blancos de ataques sistemáticos que pretenden intimdarlos, silenciarlos e incluso eliminarlos”. Agregó además: “la persecución, criminalización, judicialización, e incluso los asesinatos de quienes resisten, se consolidan como estrategia criminal para imponer el poder y el afán de lucro de las empresas transnacionales”.
Por su parte, Gonzalo Berrón, del Transnational Institute de Holanda (TNI), organización que también integra la Campaña Global, subrayó en diálogo con Radio Mundo Real que el foco del nuevo instrumento tiene que estar en las transnacionales y quedar más clara la supremacía de los derechos humanos sobre los tratados de inversiones y de libre comercio.
En tanto, el activista Moisés Borges, del Movimiento de Afectados por Represas de Brasil (MAB, por sus siglas en portugués) y la Campaña Global, denució a Radio Mundo Real que las transnacionales, a través de la Unión Europea, han capturado el proceso de negociaciones del futuro Tratado. “Estamos muy preocupados con lo que está pasando, nos parece que no es una cuestión técnica, sino política. La decisión es transformar el Tratado, un proceso de defensa de derechos humanos desde las poblaciones afectadas, en un instrumento de legitimación de las violaciones de los derechos humanos, a favor de las transnacionales”. “Esto no lo vamos a permitir. Si es para tener un Tratado que empeora nuestra vida, mejor que no lo haya. Hay que mejorar mucho lo que está ahí”, fustigó.
El representante del MAB, que es parte de la delegación de La Vía Campesina Internacional en Ginebra, dijo que “esta sesión para nosotros está perdida, ya comenzó mal por el Borrador que tiene”. No obstante, aseguró que el MAB seguirá presionando para que el próximo borrador mejore.
Fuente: Radio Mundo Real