Azul oscuro
Desalojos violentos en Montes Azules, Chiapas, para abrir paso a plantaciones forestales, de agrocombustibles y proyectos turísticos.
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Bajo el pretexto de “reforestar” el área y establecer centros turísticos privados en Montes Azules, estado mexicano de Chiapas, se han sucedido en los primeros días del año desalojos forzados a comunidades locales.
Participaron en las acciones policías estatales y federales, tropas del Ejército, funcionarios del gobierno, camarógrafos y periodistas, que sobrevolaron la zona en varios helicópteros, aterrizaron y se aprestaron a incendiar las viviendas de los pobladores en varios puntos del municipio de Ocosingo.
Los poblados afectados por tal política de parte del Estado mexicano son: 6 de Octubre, San Gregorio, Nuevo San Gregorio, Ranchería Corozal, Suspiro, Buen Samaritano y Laguna San Pedro y Salvador Allende, entre otros. Varios de esos poblados que vienen siendo barridos son bases del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Según informó el periódico La Jornada en su edición del 31 de enero, las poblaciones acusan al gobierno de mentiroso y tramposo, que quema casas de los indígenas, mientras los periódicos hablan de la reubicación de los zapatistas de Laguna San Pedro, a quienes se les destruyeron sus viviendas, saquearon la tienda cooperativa y les ocasionaron pérdidas de árboles frutales, maíz, frijol, ropa y herramientas de trabajo.
Proyectos privados para el cultivo de palma aceitera con destino al biodiesel, así como la forestación y la creación de circuitos turísticos super lujosos en el territorio de Chiapas están detrás de estos avasallamientos a las comunidades.
Según testimonios de las familias desplazadas de El Suspiro –el 21 de enero–, llegaron entre tres y cinco helicópteros, de los cuales bajaron 60 policías con uniformes de color negro o bien camuflados. “Los policías sacaron de su casa de manera violenta a María Cortés Pérez y Magdalena García Cortés, para después subirlas forzosamente al helicóptero y trasladarlas a Palenque”. El desalojo se realizó sin previo aviso, sin mostrar ningún documento oficial, sin ninguna explicación ni permitirles cargar pertenencia alguna.
La Reserva de la Biósfera de Montes Azules alberga la quinta parte de la diversidad biológica mexicana, pues en ella se encuentra el 50 por ciento de las selvas húmedas tropicales, el 50 por ciento de las aves, el 50 por ciento de las mariposas diurnas, el 30 por ciento de los mamíferos y el 10 por ciento del total de especies marinas de agua dulce.
Para el gobierno mexicano, las comunidades que habitan esa reserva son “poblados irregulares” que deben ser desplazados para abrir paso a la palma africana y a la planta de procesamiento de agrocombustible que está proyectada para el lugar a través de inversiones privadas.
A juicio de la organización Otros Mundos, parte de la federación Amigos de la Tierra Internacional (ATI), las acciones en el municipio de Ocosingo demuestran “el desprecio del Gobierno de Chiapas por los chiapanecos y chiapanecas, mediante mentiras y violencia de forma constante, especialmente contra los pueblos originarios, atentando contra culturas, formas de vida e integridad física”.
La organización ambientalista acusa asimismo al gobernador de Chiapas, Juan Sabines, de entregar “la tierra y el territorio de Chiapas al mejor postor”.
Varias organizaciones con presencia en Chiapas han reclamado el cese inmediato de los desalojos y con esa finalidad se organizó para los días 6 y 7 de marzo el “Foro Social de los Montes Azules por la defensa de nuestros derechos a la vida y al territorio” a realizarse en el ejido Candelaria con presencia de delegados internacionales y medios de comunicación.
Fuente: RMR