Transferencia de tecnología de ingeniería genética de yuca en el África
Tanto en Europa como en Estados Unidos se ha desarrollado procedimientos para hacer ingeniería genética en yuca. Los autores del trabajo que se va a reseñar a continuación, consideran que cualquier desarrollo posterior en el campo de la manipulación genética en yuca, dependerá de la capacidad que tengan los científicos de transferir esta tecnología al África, que es donde este cultivo tiene mayor importancia socio económica. Ellos hacen una descripción de los requerimientos tecnológicos, científicos y económicos para que la ingeniería genética se afiance en el África, y nos preguntamos si los problemas de un continente tan empobrecido como éste no pueden ser resueltos con una tecnología local, que no cree dependencia y no signifique un sacrificio económico tan grande, como el que se requiere para hacer ingeniería genética. Boletín N° 200 de la Red por una América Latina Libre de Transgénicos
RED POR UNA AMERICA LATINA LIBRE DE TRANSGENICOS - BOLETIN 199
Aquí se reseña los trabajos que están realizando el Laboratorio de Agro Biotecnología Tropical (ILTAB) con base en St. Louis, ciudad donde la empresa Monsanto tiene su sede principal, con el departamento de ciencias agrícolas de la Universidad de Zimbabwe en Harare.
COORDINACIÓN RALLT
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TRANSFERENCIA DE TECNOLOGIA DE INGENIERIA GENETICA DE YUCA EN EL AFRICA
Los autores de este trabajo sostienen que la manipulación genética de la yuca es una tecnología que va a ayudar a resolver los distintos problemas agronómicos que enfrentan los países africanos en relación con este cultivo. Y si esta tecnología va a contribuir a mejorar la calidad de vida de los campesinos africanos, se necesita que cada uno de los países africanos trabajen en la transformación genética de la yuca, utilizando los cultivares adaptados a las condiciones de cada una de los países.
Los principales trabajos en los que se ha concentrado la manipulación genética en yuca hasta el momento incluyen
-Resistencia a patógenos
-Resistencia a insectos
-Reducción de pérdidas por deterioro del tubérculo en la post cosecha
-Mejorar la calidad del almidón
Los autores de este artículo sostienen que el mejoramiento genético convencional de este cultivo tiene algunas limitación, incluyendo:
-La naturaleza intrínseca heterocigota
-Tiene muchas características genética deseables que son recesivas y son el resultado de la expresión de muchos genes
Ellos sostienen que en vista de estos problemas, la ingeniería genética constituye en arma poderosa para dotar a los agricultores de las características genéticas que ellos desean en sus variedades preferidas, pero que para ello no es suficiente con contar con los “avances tecnológicos” sino que es importante que haya una transferencia de tecnología, herramientas y experticia hacia los países en los que la yuca juega un rol socioeconómico importante, especialmente en el África.
El primer Protocolo para producir yuca transgénica se remonta al año de 1996, y hasta el momento se han manipulado seis cultivares africanos, y todos los trabajo han sido realizados en Europa o Estados Unidos, y en el CIAT -Centro Internacional de Agricultura Tropical- (perteneciente al sistema CGIAR), ubicado en Cali Colombia.
Añaden que en el mundo hay menos de 20 científicos con la experiencia suficiente para realizar transformación genética en yuca, y consideran que es esencial expandir la base de conocimientos existentes sobre el tema, para fortalecer los trabajo de manipulación genética de la yuca.
En esta publicación ellos describen las experiencias que han tenido el Laboratorio Internacional para la Agro Biotecnología Tropical (ILTAB) y el Departamento de Ciencia Agrícolas de la Universidad de Zimbabwe. Lo que se quiere hacer en este laboratorio es trabajar en resistencia al virus africano del mosaico de la yuca (ACMD).
Ellos describen los requerimientos mínimos que un laboratorio de ingeniería genética en el Tercer Mundo necesitaría para poder realizar trabajos de transformación genética en un cultivo como la yuca. Dos requisitos mínimos serían:
- Una infraestructura y para realizar cultivo de tejidos, con los tecnólogos adecuados, de tal manera que en estos tejidos de cultivos se realice posteriormente la inserción de transgenes y finalmente las plantas transgénicas - Técnicas de biología molecular, expertos y el equipo necesario para construir vectores de plásmidos para la transformación genética y para el análisis de las plantas transgénicas resultantes.
Existen diferentes desafíos para poder cumplir con estos dos requerimientos.
Algunos países del África tienen una capacidad montada para hacer cultivos de tejidos de yuca, incluyendo Zambia, Mozambique, Ghana y los laboratorios del IITA (también del sistema CGIAR, en Nigeria).
Los requerimientos para hacer cultivo de tejidos incluye una cámara de flujo laminar, cuartos de crecimiento, y otras necesidades que no implica gastos económicos y recursos técnicos muy onerosos. Algunos laboratorios africanos pueden inducir y regenerar embriones somáticos, que es la base de los protocolos para la transformación genética de la yuca.
Sin embargo, para hacer transformación genética se necesita el entrenamiento y equipos necesarios para cultivar Agrobacterium, la bacteria usada como el vector para introducir los transgenes. Si se quiera introducir los genes por bombardeo de partículas, se necesita una inyección de micropartículas, y una serie de otros equipos y reactivos que son muy caros, como son secuencias de genes que se necesitan en los trabajos de trabajos de transformación genética como son marcadores moleculares, promotores, enzimas de restricción, antibióticos, etc. Toda esta es tecnología que está patentada.
Todos estos equipos han sido adquiridos por el Departamento de Ciencias Agrícolas de la Universidad de Zimbabwe, con el apoyo de DGIS (Dirección General de Cooperación Internacional de Holanda) (1).
Sin embargo, el acceso a los equipos y reactivos debe ser continuo, por eso, no existe en el África muchos laboratorios de biología molecular que puedan trabajar de manera sistemática en ingeniería genética.
A más de los equipos y reactivos, se necesita el personal humano capacitado para poder realizar la transformación genética. Los autores de este trabajo consideran que la mejor forma de conseguir este objetivo es que científicos africano vayan a trabajar directamente en laboratorios del norte que trabajen en esta tecnología, y es así como un investigador de post doctorado de la Universidad e Zimbabwe fue a trabajar en el ILTAB, en St. Louis – EE UU, quien trabajó con 4 cultivares de su país.
A pesar de que autores dicen que ha habido importantes avances en Zimbabwe en este campo, pero consideran que no es suficiente, y que se requiere mucho mas apoyo para que el África pueda desarrollar un sector biotecnológico fuerte.
Ellos añaden que aunque las técnicas de biología molecular son universales, se necesita un conocimiento más especializado para trabajar en resistencia a patógenos, por lo que es esencial que las universidades locales trabajen en colaboración son centros de investigación especializados en los países de Europa y Estados Unidos.
Otra estrategia identificada por los autores, es la creación y apoyo a centros de excelencia científica en el África. Los científicos que trabajen en estos centros de excelencia, pueden constituir aliados políticos muy importantes para impulsar el desarrollo de la biotecnología en África, y en definitiva, servir a los intereses de la empresa biotecnológica, que es la que está atrás de todos estos programas de expansión de los transgénicos en el mundo.
Ellos añaden que estos científicos pueden jugar un papel muy importante para romper la resistencia que existe en África (como en el resto del mundo) en contra de los cultivos transgénicos.
Sobre el tema de los derechos de propiedad intelectual, los autores reconocen que todos los genes utilizados en la manipulación genética están patentados, y que esto hecho constituye una limitación para el desarrollo de la biotecnología en África.
Entre los genes patentados (en el Norte) se incluye el promotor del virus del mosaico de la vena de la yuca.
Como solución proponen que los investigadores africanos desarrollen y “protejan” su propia tecnología, y que trabajen con científicos del Norte para alcanzar sus objetivos. ¿Se está hablando de compartir patentes? ¿O talvez que los científicos del Norte quieren acceder a los genes africanos para ser patentados por ellos?. Recordemos que en la mayoría de países de África no se reconoce las patentes sobre los genes.
Ellos llaman la atención del lector sobre la importancia que en África se desarrolle la legislación sobre propiedad intelectual adecuada, para que los campesinos puedan beneficiarse de estas nuevas tecnologías.
Un análisis similar hacen en relación a las normas de bioseguridad, que son inexistentes en la mayoría de países del África, razón por la cual no ha sido posible introducir transgénicos en estos países aun.
Ellos consideran que legislar en este tema es esencial, y que esto se puede hacer a través de una masa crítica de científicos africanos quienes pueden hacer un cabildeo en sus gobiernos para que se acepten estas tecnologías en África.
En este sentido, el proyecto que se está describiendo en este artículo ha contribuido a que el Gobierno de Zimbabwe cuente ya con una norma de bioseguridad, que el gobierno se haya comprometido con la biotecnología, y ha recibido fondos del SIRD para el desarrollo biotecnológico.
Los autores concluyen su trabajo diciendo que la falta de legislación en bioseguridad no debería ser una razón para detener los programas con transgénicos, ya que el trabajo con yuca debe enfrentar todas las limitaciones que se han descrito anteriormente, y mientras la legislación esté lista se puede trabajar en cómo superar estas limitaciones.
Ellos reconocen que África debe enfrentar una serie de problemas en las próximas décadas, y que la agro biotecnología constituye una herramienta importante para superar estos problemas.
Ante esta conclusión nos preguntamos si los problemas de pobreza, neocolonialismo, la privatización de los servicios públicos, el peso de la deuda externa se van a resolver con tecnología.
Fuente: Masona, M.V., Taylor N.J., Robertson, A.I., Fauquet, C.M. 2001. Euphytic 120: 43-48. Holanda.
Nota:
(1) El DGIS está financiando proyectos para la manipulación genética de la yuca en Indonesia, Zimbabwe, Colombia (CIAT) y Kenia. Este programa apunta a la superación de la pobreza en el Tercer Mundo a través de la biotecnología. Utilizan una metodología de trabajo llamada “Interactiva de abajo hacia arriba” (IBU) y pretende identificar las necesidades de los potenciales consumidores finales de los productos de la biotecnología, en base a las necesidades y prioridades locales, formuladas por todos los actores (los pequeños agricultores, investigadores, los servidores públicos y las organizaciones no gubernamentales).