Paremos los cultivos transgénicos y los agrotóxicos. Basta de doble lenguaje
"En sus casi 20 años de expansión mundial, los cultivos transgénicos no han cumplido ninguna de sus promesas: alimentar a la población hambrienta y resolver los problemas de agotamiento del modelo de agricultura y ganadería industrial puesto en marcha por EEUU antes de la II Guerra Mundial y generalizado a todo el mundo a partir de los años 70 en la mal llamada “Revolución Verde”. "
Los transgénicos son producto de una ingeniería genética industrial cuyo rasgo principal es romper las barreras entre especies. Los genes modificados en laboratorio contaminan cultivos no transgénicos, especies silvestres cercanas y avanzan en la erosión de la biodiversidad genética propia de la agricultura química convencional. En sus casi 20 años de expansión mundial, los cultivos transgénicos no han cumplido ninguna de sus promesas: alimentar a la población hambrienta y resolver los problemas de agotamiento del modelo de agricultura y ganadería industrial puesto en marcha por EEUU antes de la II Guerra Mundial y generalizado a todo el mundo a partir de los años 70 en la mal llamada “Revolución Verde”.
El desarrollo de los transgénicos (la primera normativa europea es de 1990) y las patentes sobre la vida (la ley europea de patentes se aprueba en el parlamento europeo a principios de 1998) coinciden con las modificaciones a favor del mercado mundial de las políticas alimentarias que permitían a los estados un control sobre su propia producción. El despliegue del comercio global de mercancías alimentarias recibe su espaldarazo con la transformación del Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT) en la Organización Mundial del Comercio (OMC), acordado en Marrakech en 1994.
A pesar de la propaganda de multinacionales y sus científicos y políticos a sueldo, los alimentos transgénicos sólo han traído problemas para la alimentación, la agricultura y el medio ambiente: a) las malezas e insectos a los que decían combatir ya han generado tolerancia a los tóxicos perdiendo éstos su efectividad, lo que obliga a aumentar sus dosis; b) a la ya preocupante enfermedad de los suelos por contaminación de agroquímicos se ha añadido la contaminación por virus y bacterias transgénicas; c) la contaminación con genes transgénicos amenaza la seguridad alimentaria, al reducir las variedades de plantas comestibles y aumentar el control de los recursos alimentarios por parte de las multinacionales mediante las patentes de animales y plantas.
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