Paraguay: Comunicado conjunto de organizaciones de mujeres campesinas, indígenas y urbanas
"Ayer fue una guerra genocida, hoy llevamos una guerra sin cuartel contra los agrotóxicos, contra las multinacionales, contra las burocracias, contra las injusticias, contra las cadenas de la opresión machista y contra la opresión del capital, contra las políticas neoliberales y contra los imperialismos, contra el patriarcado, contra la violencia."
Desde la Central de Cooperativas de Vivienda y Ayuda Mutua del Paraguay (CCVAMP), la Coordinadora de Organizaciones Sociales y Comunitarias de los Bañados de Asunción (Cobañados), el Departamento Mujer del Partido Paraguay Pyahurã , las Mujeres Rebeldes del Sur de la Organización Desde Abajo, la Organización de Lucha por la Tierra y la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri nos manifestamos como sigue:
Hoy 24 de febrero, en conmemoración del día de la Mujer paraguaya, nosotras mujeres del sector popular, del campo y la ciudad, organizadas, rendimos homenaje a las miles de mujeres anónimas, que con su trabajo y sacrificio han contribuido con la construcción de la nación y a la defensa de la Soberanía nacional a lo largo de nuestra historia.
Este homenaje simbolizado en un humilde ramo floral representa nuestra entrega a la lucha por la defensa de la soberanía nacional hoy, desde la resistencia en nuestros territorios, los Bañados, los campos, las cooperativas, los barrios, los montes; representa nuestra entrega a la lucha por la conquista de nuestros derechos conculcados, la lucha por la construcción de una patria nueva sin violencia hacia las mujeres y las niñas.
Hoy, como aquel 24 de febrero de 1867, en que las mujeres entregaron sus joyas y durante toda la guerra entregaron trabajo y producción para defender el suelo patrio, traemos a ofrendar a la patria, tal como lo hacemos en la cotidianidad, nuestro entusiasmo por la vida, nuestro amor por la paz, nuestro trabajo por la felicidad. Invitamos a la ciudadanía toda a ser como las heroínas de ayer, valerosas aguerridas, convencidas, conscientes del futuro, a levantarse ante las injusticias y a reclamar derechos.
Ayer fue una guerra genocida, hoy llevamos una guerra sin cuartel contra los agrotóxicos, contra las multinacionales, contra las burocracias, contra las injusticias, contra las cadenas de la opresión machista y contra la opresión del capital, contra las políticas neoliberales y contra los imperialismos, contra el patriarcado, contra la violencia.
Tal como ayer, ponemos nuestros cuerpos en estas batallas, y hoy nos unimos porque juntas somos más fuertes, juntas somos mejores que nuestros opresores, juntas podemos ser libres.
Hoy reivindicamos aquel único periodo independiente de nuestro país, cuya memoria se quiso borrar con una guerra imperialista, una guerra infame, la guerra contra la Triple Alianza, en el que las mujeres no estuvimos ausentes, esas mujeres cuyos nombres la historia no recogió ni visibilizó, pero estuvieron y muy presentes como enfermeras, zapadoras, transportadores de armas, en las brigadas de animación, en los telares, en las fábricas, en el sostén de la economía.
Reivindicamos ese Paraguay libre de Francia y los López, en que no había mendigos ni hambrientos ni ladrones, en el que no había persona analfabeta, que se desarrollaba sin endeudarse, con el trabajo de su gente, donde hombres y mujeres eran constructores y defensoras de la independencia.
Reivindicamos ese Paraguay en que el trabajo era la medida de la libertad, y donde la inventiva popular resolvió todo tipo de adversidades y con el esfuerzo colectivo de hombres y mujeres; ese Paraguay se constituyó en un ejemplo de autonomía, de autodeterminación e independencia en la región. Por eso las mujeres junto con los hombres de entonces se levantaron en armas a defender lo suyo, eso era la patria, la consciencia colectiva.
Reivindicamos es Paraguay cuyo territorio era del Paraguay, cuyo territorio era la mayor riqueza que el pueblo podía disponer y que hoy se encuentra seriamente amenazado, por eso las mujeres de nuestras organizaciones nos ponemos firmes ante el llamado de la historia a defender y recuperar nuestros territorios avasallados por el agronegocio, la mafia, el narcotráfico, la trata, la violencia.
Por eso hoy:
Esas mujeres que salían a las calles cantando himnos animando la defensa del territorio, SOMOS las mismas mujeres que hoy van a las brigadas, que forman columnas de mujeres en las movilizaciones y que ponen resistencia en los cierres de ruta, en las ocupaciones o en la lucha contra el modelo agroexportador, contra la amenaza de entrega de nuestros territorios a las empresas.
Esas mujeres zapadoras, transportadoras de armas, esas heroínas, SOMOS hoy las mujeres organizadas de los asentamientos, de las comunidades, de las escuelas, de las fábricas, de los barrios, de las cooperativas, de los bañados, de las comunidades que luchan cotidianamente contra la miseria, el hambre y las injusticias, por los derechos.
Esas mujeres cuyos fueron muertos por los invasores en la batalla de Acosta Ñu y Piribebuy, SOMOS las mismas que hoy ven a sus hijos morir por falta de atención médica o medicamentos o por enfermedades prevenibles.
Y esas mujeres que se pusieron firmes para levantar nuestro país después de la guerra SOMOS también todas las mujeres pobres, organizadas, luchadoras, antiimperialistas que seguimos luchando porque estamos seguras que así estamos construyendo el presente para un futuro sin pobreza y sin discriminación, una patria nueva sin violencia hacia las mujeres y la niñas.
Organizaciones de mujeres campesinas, indígenas y urbanas
24 de febrero de 2016