Manifiesto de las organizaciones campesinas, indígenas y afrodescendientes contra el ALCA
¡¡ Otra agricultura, otra integración, otra América, sí es posible !!
Ciento veintitrés (123) dirigentes (as) indígenas, campesinos y afro descendientes de los países de Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia; 20 instituciones de desarrollo y ecologistas, integrantes de la Región Andina, con la participación de productores de México, Argentina, Uruguay y Francia; nos reunimos en Quito entre el 15 y el 17 de abril, para salir en defensa de la vida y el desarrollo de los pueblos; manifestamos lo siguiente:
Los pueblos indígenas, agrarios, afrodescendientes y de América, estamos viviendo el anticipo del ALCA: el consenso de Washington, las políticas de ajuste y de reformas estructurales
1.. Desde la década pasada, a través de las llamadas Cumbres de las Américas y en medio del actual proceso de globalización neoliberal, los diferentes gobiernos de los Estados Unidos de Norteamérica, vienen impulsando con agresividad el proyecto ALCA, el cual constituye un proyecto recolonizador y de anexión de América Latina a los intereses de la principal potencia imperial del mundo y a los poderosos intereses económicos de las grandes empresas transnacionales.
2.. En realidad el ALCA es parte y continuidad de una escalada neoliberal que implementa el gobierno de los EE.UU. desde hace mas de dos décadas, cuyos hitos más saltantes se han expresado en el llamado Consenso de Washington y en la imposición de las orientaciones y reglas comerciales de la OMC, donde lo mas destacado es el hecho que los países pobres y de mediano desarrollo han perdido importantes grados de autonomía para implementar políticas en función de sus propios objetivos e intereses.
Para la implementación de estas políticas sé ha requerido del concurso del FMI, que a través de sus políticas de ajuste y de reformas estructurales, que en los últimos años se implementan bajo una nueva careta: los programas para la reducción y los alivio de la pobreza, prefigurando y diseñando en nuestros países economías basadas en mercados abiertos al comercio exterior y a la inversión extranjera, es decir, en economías de fronteras abiertas.
Los pueblos agrarios e indígenas de América en especial de América Latina, hemos sido testigos de los impactos negativos de estas políticas devastadoras del progreso y bienestar de nuestros países, naciones y pueblos, a tal punto que la propia Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo ha manifestado:
"El sistema mundial se caracteriza por asimetrías de desequilibrios que desfavorecen a los pobres y a los excluidos....Una competencia desenfrenada, en particular cuando las armas son desiguales, jamás ha sido suficiente para activar el crecimiento ni para incrementar la prosperidad." (CNUCED.1999)
El ALCA es también un instrumento de control geopolítico y social de la potencia más poderosa del mundo
3.. El ALCA surgió en un clima de triunfalismo al inicio de la década de los años 90, cuando la superpotencia norteamericana parecía omnipotente frente a las débiles, desarticuladas y endeudadas economías latinoamericanas. Pero la década comenzó y continuo transcurriendo con la mezcla contradictoria del triunfalismo verbal y sucesivas crisis económicas en países desarrollados y subdesarrollados que indicaban una tendencia hacia desórdenes mayores y profundos.
4.. En el actual contexto internacional el ALCA no es un proyecto aislado sino que viene acompañado de otros instrumentos como el Plan Colombia, la Iniciativa Andina, el Plan Dignidad de Bolivia o el Plan Puebla de Panamá. Ellos buscan no solo reiterar la subordinación de Latinoamérica a las necesidades y prioridades del neoliberalismo norteamericano, sino que esta vez tiene el ingrediente de buscar integrarnos a los planes estratégicos militares de los Estados Unidos.
Pero sus finalidades no se quedan ahí, por que el ALCA, es parte de una estrategia de control de mercados, que pretende también ser usada por EE.UU., como un espacio de acumulación para consolidar su hegemonía y hacer frente a las contradicciones que tiene con otras potencias capitalistas, tanto en el terreno político, económico, comercial y militar.
5.. Estas necesidades de control mundial y en especial de América Central y del Sur, se acrecientan si tomamos en consideración que el neoliberalismo ha comenzado a trastrabillar como resultado de un conjunto de crisis que han ocurrido en los últimos años como es el caso de la crisis Mexicana, Asiática, Rusa, Brasilera, Argentina y que incluye la propia recesión económica del ultimo año de los EE.UU.
Pero sobretodo es la respuesta a la lucha de los pueblos indígenas y campesinos del Ecuador que en su jornada histórica del 21 de enero desalojaron del poder a Mahuad; las luchas del pueblo peruano que con la Marcha histórica de los 4 Suyos, expulsó del poder a la mafia fujimontesinista; las luchas del movimiento campesino y popular de Bolivia que con bloqueos y marchas han puesto en jaque a la clase dominante de este país; las luchas del pueblo colombiano por la vida y por la paz. No menos importante son las luchas del pueblo argentino que ha puesto en salmuera los postulados del FMI..
Es decir, en América Latina, la crisis del neoliberalismo y las movilizaciones sociales han abierto un cuadro de inestabilidad y de creciente ingobernabilidad, tanto en el Eje Andino como en el MERCOSUR. Estos hechos han demandado el desarrollo de una contraofensiva de parte de EE.UU., para imponer el ALCA. Por estas mismas razones están afanados en bloquear los procesos de integración que los pueblos estamos interesados en potenciar para ubicarnos en la senda del Progreso,
Bienestar y Justicia; así como para negociar en mejores condiciones con los países desarrollados.
6.. Después del 11 de setiembre el gobierno de EE.UU. con la administración de Bush, no solo expande la guerra a escala
planetaria, sino que se ha convertido en uno de los regímenes mas genocidas que registra la historia de la humanidad, al agredir con ventaja y alevosía al pueblo de Afganistán y amparar la política genocida contra el pueblo palestino realizado por el sionismo israelí, que hace recordar al mundo la masacre que el propio pueblo judío sufrió en manos del fascismo nazi.
7.. Como parte de estos planes en América Latina y el Caribe ha redoblado su plan de dominio geopolítico buscando desestabilizar temerariamente la revolución Cubana y jaquear y bloquear a los pueblos y gobiernos que han comenzado distanciarse de sus planes económicos, políticos y militares. Así lo demuestra el Plan Colombia con el pretexto
de combatir el narcotráfico y el terrorismo ha profundizado la guerra interna contra los esfuerzos y paz y salida política negociada.
Así mismo. es parte de esta misma ofensiva, la visita relámpago al Perú, ofreciendo el mendrugo del APTA (Ley de preferencias arancelarias Andinas) a cambio de convertirlo en peón de su política de agresión a
Cuba y de control territorial de América del Sur; y recientemente el fracasado intento de destruir el Estado de Derecho y el orden Constitucional en Venezuela; respaldando el golpe de estado de la derecha empresarial. En ese sentido, respaldamos la voz y acción de la inmensa mayoría del pueblo de Venezuela que ha restituido la democracia y la dignidad de este hermano país.
El ALCA profundizará la marginación y la exclusión de la agricultura y de los pueblos indígenas, agrarios y afrodescendientes
8.. Para las organizaciones del campo de América Latina, la implementación del ALCA, no será sino la reiteración de los impactos negativos de las políticas del Consenso de Washington y de la OMC, con la agravante que será a mayor escala, que implicará:
(a) Una mayor marginación y exclusión de las economías campesinas y/o de las agriculturas familiares de los mercados; y que al mismo tiempo destruye la agricultura como fuente de generación de trabajo y de progreso para las poblaciones rurales que contribuyan alcanzar el bienestar de nuestros países.
Ello se produce aún cuando la pequeña producción es el soporte de la seguridad alimentaria de nuestros pueblos, de la vida, de la preservación de nuestros ecosistemas y de nuestra cultura. Para los pueblos indígenas, agrarios y Afrodescendientes el ALCA no será sino el sometimiento a un supuesto libre mercado de sus formas de organización y también de sus culturas.
(b) Se ha profundizado los desplazamientos forzosos que no sólo amplían el despoblamiento rural, sino que además de producir la pérdida de identidad, desarraigo cultural y pérdida de los medios productivos expulsa a ciento de miles de ciudadanos de nuestros países, que han pasado a engrosar las filas de mano de obra barata en los países desarrollados y son considerados como ciudadanos de tercera clase.
(c) La imposición de patrones de consumo homogenizantes en base a los Alimentos importados desde el principal granero del mundo que son los Estados Unidos, atentando a la Soberanía y Seguridad Alimentaria de nuestros países y pueblos;
(d) El ALCA, como expresión de planes geopolíticos, también constituye la potencial amenaza de deterioro y destrucción del medio ambiente, de nuestros recursos naturales como tierras, bosques y aguas, sustento de nuestra producción agropecuaria; es decir, de la biodiversidad que se deposita en suelos y montañas de América Latina, entre ellos la que se ha cultivado y se ha preservado por acción de nuestros pueblos indígenas y agrarios de la Cordillera de los Andes.
(e) El ALCA al tener como sustento el modelo neoliberal también pasará a desnacionalizar y privatizar el agua, los bosques, la tierra y recursos genéticos que posee la montaña Andina, para beneficiar a minorías intermediarias y transnacionales generando mas desocupación y exclusión.
(f) Como parte de este proceso ha abierto un conflicto entre las grandes empresas mineras y de hidrocarburos, afectando el territorio de nuestras históricas comunidades campesinas, de nuestros pueblos indígenas y de los productores agrarios en general, al punto de generar enormes perdidas a través de compras devaluadas y remates forzados por la banca privada.
(g) El agravamiento de las condiciones de pobreza y extrema pobreza de nuestras poblaciones en particular de aquella que se asienta en los ámbitos rurales de nuestros países.
Tejiendo alternativas
Las organizaciones asistentes al Foro Andino consideramos indispensable formular las siguientes alternativas para construir alianzas estratégicas de los actores del campo y la ciudad.
9.. Propuestas inmediatas
Para enfrentar el corto así como el mediano plazo, que al mismo tiempo nos permita acopiar fuerzas para las orientaciones de largo plazo y en la lucha contra la profundización de las casi perfectas asimetrías que auspicia la OMC, es necesario relevar en primer plano y reivindicar lo siguiente:
* Protección de las prácticas agrícolas sustentables de autoabastecimiento, a través del control comunitario y ancestral de las semillas nativas y la recuperación del conocimiento ancestral; fundamentos de la soberanía alimentaria de nuestros pueblos y naciones.
* Incorporación de la tierra como patrimonio cultural, base de la vida y no como una simple mercancía, reivindicando la tierra, el territorio y la interculturalidad. Todo ello implica el desarrollo de una nueva reforma agraria integral.
* Defensa y promoción de los ecosistemas de los países andinos, en tanto que son depositarios de una de las más ricas biodiversidades que existen en el mundo, implementando políticas agro ecológicas y de gestión de microcuencas.
* El agua es un elemento vital y básico para el sostenimiento de la vida por lo tanto es un derecho fundamental que debe estar garantizado en cantidad y calidad para toda la población; por tanto debe mantenerse su accesibilidad mediante la entrega como servicio público bajo ninguna forma de privatización.
* En tanto la deuda externa está pagada por nuestros países y es éticamente inmoral cobrarla, planteamos que los recursos destinados al pago de la deuda sean invertidos para el desarrollo de nuestros pueblos y por ello rechazamos que estos recursos sean destinados para estrategias militares y para fortalecer a los grupos dominantes que existen en nuestros países.
* Respeto sistemático al principio de la precaución para la salud, la alimentación y el medio ambiente.
* El rechazo de todo dumping económico y social, en particular el que organiza de manera sofisticada la OMC.
* Organizar y promover las consultas populares para ejercer nuestro derecho a voz y decisión de las organizaciones del campo para plantear nuestras alternativas.
10.. Construir una nueva competitividad basada en la equidad y los mismos derechos
En tanto que la competitividad entre las agriculturas de los países marginados y excluidos y las agriculturas de los países ricos; está determinada por los presupuestos públicos destinados y por las políticas de ayuda a la producción interna y las exportaciones que los países ricos otorgan a sus respectivas agriculturas; debemos plantear que los productores y campesinos de los países en desarrollo, queremos producir con los mismos derechos.
Necesitamos generar condiciones de equidad, justicia e igualdad para competir entre iguales, con mercados regulados, con precios justos y estabilidad; lo cual significa que tengamos las mismas prerrogativas que tienen los países ricos y sus respectivas agriculturas.
Todo ello implica nuevas políticas macroeconómicas nacidas de una nueva política económica, que pone como centro el desarrollo de nuestros mercados internos, que contribuyan a la descentralización y reforma del Estado que se atienda los principales derechos de la población e impulse el progreso y bienestar de nuestros pueblos.
En el marco de esta nueva política económica se debe impulsar políticas diferenciadas para la pequeña agricultura o la agricultura familiar que está destinada a incrementar la soberanía y seguridad alimentaria de los pueblos, a proteger el empleo rural y combatir la pobreza; en contraposición de aquellos subsidios que están orientados a las empresas transnacionales, que provocan una sobre producción crónica, el dumping y a la distorsión de los precios internacionales.
11.. Plantear la moratoria sobre toda nueva negociación en la OMC, pues sus reglas y prácticas han propiciado y profundizado la desigualdad, la exclusión y marginación social, en el mundo. En el ámbito agrícola, estas mismas reglas de la OMC han desembocado en una competencia desigual y desleal, que han traído como resultado la creciente política de destrucción de la agricultura familiar, en especial la campesina que se mueve en los marcos de la sobre vivencia.
12.. La agricultura por ser parte sustancial de la vida y patrimonio de los pueblos y naciones; requiere de nuevas condiciones basadas en la equidad y la justicia; para devolverle su carácter multifuncional al estar directamente vinculada con la soberanía y seguridad alimentaria de los pueblos, la protección de los recursos naturales del medio ambiente y con el bienestar de sus propios productores. Por tanto, sostenemos que la agricultura no debe estar considerada en las negociaciones de la OMC.
Otra agricultura sí es posible construir, siempre y cuando sepamos también recoger de manera diferenciada, la visión y los intereses de la agricultura campesina y/o familiar con enfoque de género y generacional; así como su conocimiento ancestral, entrelazándolos con las nuevas tecnologías que preservan y defienden la vida.
13.. Para alcanzar estas nuevas condiciones, es necesario tomar en consideración que aquellas políticas que pretendan encerrarse en sus propias fronteras, son limitantes, poco viables y tienen escasas posibilidades de éxito, ante el intenso proceso de globalización que vivimos. Pero, por otro lado, tampoco tiene suficiente asidero proponer procesos multilaterales que no se basen en prioridades ni en la búsqueda de alianzas estratégicas entre los pueblos y naciones.
Desde esta perceptiva, para nosotros es fundamental avanzar en la integración regional de las Naciones Andinas, en la medida, que además de habitar en una misma montaña, tenemos razones económicas, sociales, culturales e históricas, que nos unen.
En este proceso de integración, la agricultura juega un rol fundamental y dentro de ella, hay la necesidad de impulsar políticas diferenciadas que tengan como finalidad defender a la pequeña producción y a los pobres de la sociedad rural.
14.. Nuestras demandas, las enarbolamos amparados en la Declaración de Universal de los Derechos Humanos de la ONU firmada en 1948, en el Pacto Internacional relativo a los DESC firmado en 1966, los cuales estipulan que en ningún caso "un pueblo podría ser privado de sus medios de subsistencia"; en la Carta de los Derechos y Deberes Económicos de los Estados de las Naciones Unidas, firmada en 1974 y que señala que "cada nación tiene el derecho inalienable de reglamentar las inversiones extranjeras y ejercer su control sobre las inversiones".
En este mismo sentido, los ciudadanos, ciudadanas y los pueblos así como los Estados debemos reafirmarnos en las iniciativas de la ONU, entre ellas, en la conferencia sobre el Medio Ambiente y Desarrollo realizada en Río de Janeiro; en la conferencia sobre Desarrollo Social, realizada en Copenhague; en la conferencia sobre Seguridad Alimentaria realizada en Roma; así como en las convenciones de base de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Globalicemos la esperanza, la solidaridad y la lucha
15.. Ante esta difícil y compleja situación que vivimos, los pueblos de América y del Mundo nos hemos lanzado a buscar las rutas, que nos permitan globalizar la esperanza y la solidaridad. Entre ellas destacan los movimientos de Seattle, de Praga, de Génova, el Foro Mundial de Soberanía Alimentaria realizado en la Habana.
Todos estos esfuerzos han comenzado a cristalizarse durante el primer (2001) y segundo (2002) Foro Social mundial realizados ambos en Porto Alegre- Brasil, que han reunido a las fuerzas populares, democráticas, campesinas, indígenas y a todos aquellos sectores que luchamos por un mundo más libre, digno, justo y solidario.
16.. En estos mismos foros, precedidos de la orientación de que otro mundo es posible, hemos venido analizando el denominado proyecto ALCA y hemos acordado desarrollar acciones para frenar este nuevo intento de recolonización de la potencia imperial norteamericana; así como formulando propuestas alternativas que se orienten a fortalecer nuestra integración regional, principalmente, nuestra Comunidad Andina de Naciones, CAN.
17.. Los participantes en este Foro, nos reafirmamos en que el ALCA es una opción ABSOLUTAMENTE INACEPTABLE para nuestras naciones; demandamos a los gobiernos que asuman su responsabilidad en la definición de políticas nacionales de desarrollo económico que promuevan bienestar y desarrollo y soberanía nacional; y , sobre todo, que defienda nuestras agriculturas campesinas que son la base de la alimentación de nuestros pueblos. Por ello mismo, exigimos espacios de apertura en la decisión de estas políticas en los cuáles desarrollaremos nuestras propuestas.
¡ NO AL ALCA ! ¡ NO AL PLAN COLOMBIA !
¡OTRA AMÉRICA ES POSIBLE!
¡OTRA INTEGRACIÓN ES POSIBLE!
¡OTRA AGRICULTURA ES POSIBLE!
Quito, 17 de abril del 2002