La incidencia de la volatilidad de precios en la alimentación boliviana
Nuestro país no está pudiendo escapar a las tendencias de producción, distribución y consumo de alimentos dominada por cada vez menos megaempresas que no tienen en realidad la intención de alimentar a la población, sino que pretenden dominarlas a través del estómago, decidiendo qué se come, a qué precio, cuánto y quién come.
La pérdida de nuestro campesinado y una mayor dependencia alimentaria hacia un sistema agro industrial enfocado en la exportación de commodities agrícolas hace de Bolivia un país vulnerable hoy y mañana ante el la incidencia de la volatilidad de precios a nivel global. Es hora de invertir en una agricultura enfocada a satisfacer las necesidades de la población boliviana o tendremos serios problemas para alcanzar la seguridad alimentaria en Bolivia.
Por Maya Rivera Mazorco y Sergio Arispe Barrientos
La incidencia de la volatilidad de precios globales sobre productos/commodities agrícolas en Bolivia es un fenómeno poco estudiado y merece especial seguimiento debido a las subidas y bajadas de los precios internacionales en los últimos años. Nuestro país no ha podido escapar a los precios internacionales, así como tampoco ha podido escurrirse de las crisis alimenticias a nivel global. Además, la relación de la volatilidad de precios con algunos fenómenos específicos que hacen a las crisis alimenticias, como ser la uniformización de los hábitos alimenticios, arrojan elementos importantes que aportan al análisis del modelo productivo que se está imponiendo en el mundo entero: la agroindustria, con vistas a encontrar soluciones al hambre en el mundo. En este sentido, es superlativo que realicemos un breve resumen de lo que significan las crisis de alimentos a nivel mundial como preámbulo, para luego concentrarnos en el caso boliviano.
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