La gripe del pollo cuestiona el modelo actual de producción ganadera

La magnitud que está alcanzando esta "tragedia" epidémica alimentaria demuestra la necesidad de establecer sistemas agroalimentarios más seguros y de mayor calidad, un ejemplo del cuál es la ganadería ecológica

La Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE) celebrará este año una Jornadas Técnicas Internacionales, con la Diputación de Zamora, que analizarán este tema.

Según las últimas informaciones sobre la llamada "gripe del pollo", que varían día a día, el virus causante H5N1, puede saltar de especie a especie y es probable que ya haya traspasado la barrera entre aves y mamíferos, al encontrar la FAO de Vietnam la presencia del virus en cerdos, de la que puede saltar fácilmente a los humanos, como ha ocurrido frecuentemente. Según K. Stöhr de la Organización Mundial de la Salud (OMS), "la enfermedad en animales está fuera de control" y añade el microbiólogo alemán A. Kekulé, que "el virus podría convertirse en una pandemia con miles de muertes humanas".

La falta de información "veraz", sobre la transmisión del virus, hace sospechar que muchos gobiernos asiáticos no hayan podido proporcionar datos epidemiológicos fiables sobre el avance del virus a la Unión Europea, por presión de las empresas exportadoras y las empresas europeas importadoras. Este hecho, evidencia la necesidad de contar con "organismos de control independientes" ajeno a las leyes del mercado, que garantice los derechos básicos de salud del ciudadano, frente a los crecientes riesgos que supone la globalización alimentaria.

Muchas informaciones e imágenes mediáticas difundidas sobre la gripe del pollo procedentes de Asia, nos han inducido a pensar que la enfermedad se origina especialmente en pequeñas granjas tradicionales y que el virus es producto de subdesarrollo y del atraso social. Pero lo cierto es que el 70% de la producción de aves de Tailandia se produce en criaderos industriales similares a los nuestros y, a menudo, de propiedad de empresas multinacionales. El 80% de la exportación de pollos tailandeses procedentes de sistemas de producción intensiva, va la Unión Europea o Japón, principal causa de propagación del virus, junto con el transporte y el contacto de animales vivos entre países.

Sin embargo, el impacto ecológico y social de éste desastre, comienza a afectar ya a muchos granjeros asiáticos (el otro 30 %), que produce este tipo de pollos, con economías débiles, que también son obligados al sacrificio de decenas de millones de aves y otros animales, con consecuencias catastróficas para ellos, aunque no hayan sido los causantes de la enfermedad. De seguir así, muy pronto la actual crisis alimentaria podría desembocar en una crisis humanitaria.

En el plano económico, el alto grado de especialización y concentración en la producción intensiva convencional de pollos, ha generado ya enormes pérdidas. Según los cálculos del Banco Asiático de Desarrollo los 10 países asiáticos ya han perdido centenares de millones de Euros y pronto podrían llegar a los miles de millones, por la mayor vulnerabilidad al cierre de fronteras, de este tipo de producción orientada a los mercados globales

Los medios de comunicación y las autoridades sanitarias han insistido en el contacto directo y continuo entre animales y humanos como origen de la epidemia. Sin embargo, este argumento ignora el hecho de que los animales sujetos a una crianza fabril muy rápida poseen una resistencia muy baja a las enfermedades y que viven en unas condiciones estresantes muy receptivas a los virus y a la enfermedad, lo que les impide generar su propia inmunidad a este tipo de ataques virulentos. En cambio, los animales que viven y se crían en mejores condiciones de bienestar y con otro tipo de alimentación, como las gallinas ecológicas, manejadas en corrales, desarrollan fácilmente esa resistencia natural a las enfermedades.

Según SEAE, esta nueva crisis alimentaria, reabre el debate sobre los riesgos que entraña el actual modelo agroalimentario industrial (en este caso sobre la producción avícola), en la salud humana. El manejo inapropiado y antinatural que damos a los animales, criados en condiciones fabriles, hacinados en masa e impedidos en muchos de sus movimientos, sin luz natural, sin tierra, ni hierba que pisar, alimentados con piensos "artificiales", con abundantes tratamientos antibióticos y otros aditivos "químicos" para aumentar su productividad, está en el origen de éstas crisis alimentarias. En cambio, los métodos de producción que consideran los ciclos biológicos de la naturaleza, como la agricultura y ganadería ecológica, no ofrecen esos riesgos y deberían de ser impulsados de forma más decidida por las autoridades.

En este sentido, SEAE considera necesario que este tema se introduzca en el debate electoral español, para que los partidos y los políticos se pronuncien al respecto. La agricultura y ganaderia ecológicas, reciben una quinta parte de ayudas que la agricultura convencional, a pesar de que proporciona mayor seguridad alimentaria y que ninguna de las crisis alimentarias ha afectado a las miles de ganaderías ecológicas que haya en el mundo, incluso en el caso de explotaciones ecológicas de Inglaterra, en la crisis de las vacas locas, foco principal de la enfermedad.

Una apuesta por este tipo de alimentación ecológica, de parte de las autoridades y de los consumidores, evitará las enormes pérdidas que provocan de forma regular éste tipo de enfermedades. Si invirtiéramos sólo la cuarta parte de las enormes pérdidas que ocasionará esta crisis de "la gripe del pollo", a fomentar la ganadería ecológica, esta alternativa sería fácilmente accesible al ciudadano medio, en poco tiempo.

En este sentido, SEAE recuerda que en España, el sector de la ganaderia ecológica es todavía emergente, debido a los problemas por la normativa sobre mataderos y la comercialización y distribución de la carne, que exige fuertes inversiones del sector en instalaciones y transporte, que no se pueden realizar sin un apoyo de la administración.

En 2002, habían unas 1.327 explotaciones agrarias ganaderas de las cuáles, solamente 21 son de aves de carne y 64 son gallinas ponedoras. La ganaderia ecológica más importante en nuestro país son el vacuno extensivo para carne (685 explotaciones, y el ovino extensivo de carne (330 uds), situadas en Extremadura (648), Cataluña (177) y Andalucia (166), entre otras. El desarrollo e impulso de la ganadería ecológica, será el tema principal de las próximas Jornadas Técnicas internacionales de SEAE que se organizará junto con la Diputación Provincial de Zamora, en el próximo mes de octubre, los días 8 y 9, coincidiendo con la Feria Internacional de Agricultura ecológica hispano-lusa, coincidiendo con la inauguración del recinto ferial IFEZA. En este evento, participarán destacados especialistas internacionales del ramo. SEAE además organizará su VI Congreso, doce años después de su fundación, sobre la transición de la agricultura intensiva a ecológica, en Almería, Auditorio Municipal Maestro Padilla, durante los próximos días 27 de setiembre al 2 de octubre, que reunirá a expertos y representantes todo el sector ecológico estatal.

SEAE
17 de febrero de 2004

Fuente: Rel-UITA - Regional Latinoamericana
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