¿Inocuidad? de los alimentos genéticamente modificados
"La OMS afirma que el uso de agroquímicos ha generado problemas de salud y muerte en muchas partes del mundo y “que la contaminación ambiental puede llevar a la exposición humana debido al consumo de restos de plaguicidas en los alimentos y, posiblemente, en el agua potable.” Además los monopolios generados alrededor de patentes, comercialización de semillas aunada a paquetes agroquímicos, han generado pérdida de soberanía alimentaria sumiendo al sistema agroalimentario en la dependencia de un par de multinacionales que acaparan el negocio."
Frente a los efectos generados por el consumo de alimentos genéticamente modificados, es frecuente que los profesionales de la salud los refieran como ‘no comprobados en humanos’, cerrando la posibilidad de debate frente al tema o incluso evitando cualquier postura clara al respecto. Afirmar que no se ha comprobado sus efectos en humanos, es parcialmente cierto desde dos perspectivas: la primera porque desde el reconocimiento de las atrocidades cometidas por el nazismo en experimentación con humanos, se ha evolucionado en la regulación de estas investigaciones, en la instauración de códigos bioéticos que cuidan la integridad humana pese a los “avances” que puedan generar los hallazgos. Y la segunda desde el punto de vista de la rigurosidad científica a la hora de generar acciones en políticas públicas: si no hay comprobación científica no hay que divulgar, ni mucho menos acciones que tomar.
Pese a esto, esa afirmación también resulta tendenciosa, principalmente porque la inexistencia de estudios que evalúen los efectos en humanos no es equivalente a decir que no hay efectos. Además, porque no investigar en humanos no es equivalente a la inexistencia de investigaciones al respecto. Aún, cuando investigar en animales también representa un debate ético, hay que considerar que los estudios al respecto han sido conclusivos en los efectos que el consumo de alimentos genéticamente modificados ha generado en animales. Así, la paradoja resulta de que se contemple dentro del canon bioético la experimentación en animales, pero que los resultados de estas investigaciones no sean asumidos como conclusivos y extensivos a humanos.
La consecuencia de esto es que en nombre de que no hay efectos comprobados en humanos, de aumentar la producción de alimentos, mejorar la composición nutricional de alimentos, aplacar el hambre en el mundo, mejorar el rendimiento por hectárea y los tiempos de producción, etc.; los cultivos y el consumo de estos alimentos ha ido en aumento y sus efectos empiezan a evidenciarse. A los efectos principales sobre la salud, relacionados especialmente con el necesario uso de agroquímicos para la producción de este tipo de alimentos, también hay otros, ambientales y económicos, que de ningún modo podrían considerarse por fuera de lo humano, que se suman a las consecuencias sobre la salud.
La OMS –Organización Mundial de la Salud- afirma que el uso de agroquímicos ha generado problemas de salud y muerte en muchas partes del mundo y “que la contaminación ambiental puede llevar a la exposición humana debido al consumo de restos de plaguicidas en los alimentos y, posiblemente, en el agua potable.” Además los monopolios generados alrededor de patentes, comercialización de semillas aunada a paquetes agroquímicos, han generado pérdida de soberanía alimentaria a nivel nacional, de los campesinos y de los consumidores, sumiendo al sistema agroalimentario en la dependencia de un par de multinacionales que acaparan el negocio, y que por demás, están a punto de fusionarse en una sola.
Tal como se han hecho evidentes los efectos de la producción y consumo de estos alimentos, se han generado movimientos sociales que los confrontan. Entre las diversas respuestas/luchas que la sociedad civil y organizaciones sociales han emprendido se encuentra el Tribunal Monsanto, que recoge reclamaciones de diversas latitudes. Este ha partido de que Monsanto es la compañía multinacional que monopoliza, y es símbolo de, la agricultura química, industrial y contaminante; que en su operación desde principios del siglo pasado ha generado daños ambientales y humanos, por los cuales no se hace responsable. Que entre sus estrategias ha conseguido interferir en investigaciones científicas y en instancias regulatorias.
El Tribunal Monsanto busca la divulgación de las prácticas de Monsanto y sus efectos en el medio ambiente y en los derechos humanos, entre ellos el derecho a la alimentación; así como incidir sobre los encargados de generar políticas públicas frente a reflexiones y acciones en torno al necesario giro que debe dársele a la producción agroalimentaria. El resultado del Tribunal, divulgado el 18 de abril del año en curso, resalta la obstrucción en investigaciones por parte de Monsanto como la consecuencia más negativa. Además los jueces “concluyeron que Monsanto realizó prácticas que afectaron negativamente al derecho de tener un ambiente saludable, el derecho a la alimentación y el derecho a la sanidad.”
Acorde a lo anterior, ha de considerarse que resulta tendencioso, contradictorio, y más bien falso, afirmar que ante “la falta de evidencia”, no se sabe si los alimentos genéticamente modificados generan problemas de salud. Tan sólo al considerar el monopolio del negocio agroalimentario, y las consecuencias que trae a la economía, y al considerar a esta como un determinante de la salud, es innegable que los alimentos genéticamente modificados no le son propicios a la salud.
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Por Marcela Ocampo Buitrago. Nutricionista Dietista de la U de A. Magíster en Antropología de FLACSO - Ecuador
Referencias bibliográficas
Canadian Biotechnology Action Network –CBAN- (2015). Are GM crops better for consumers? Sitio web disponible aquí.
2. International Monsanto Tribunal. Sitio web disponible en: http://es.monsantotribunal.org/_
Mierwinski, Ed (2017). Monsanto Manufactured Scientific Studies And Then Used Those Studies To Influence EPA, Other Regulators. Sitio web disponible en: http://www.huffingtonpost.com
1.Organización mundial de la salud –OMS- (s.f.) Plaguicidas altamente peligrosos. Sitio web disponible aquí.
Smith, Diane (2012). GMO reality check. Sitio web disponible en: http://www.betternutrition.com/gmo-foods/
Fuente: Nutrición Pública