Informe sobre transgénicos en Uruguay

Entre el 29 y el 31 de mayo de 2001 se realizó en Uruguay un debate público sobre transgénicos, durante un encuentro organizado conjuntamente por el Instituto Goethe, la Embajada de Francia, el semanario de izquierda Brecha, Ediciones Trilce*, la ONG Redes Amigos de la Tierra y el Sindicato de Trabajadores del Sector de la Alimentación REL-UITA

Hace ya algún tiempo que los transgénicos se han convertido en tema de actualidad. Uruguay, junto con Canadá, Argentina, Australia, Estados Unidos y Chile, formó parte del grupo de Miami, que durante las negociaciones del Protocolo sobre los riesgos de la biotecnología defendió posiciones favorables a la libre circulación de transgénicos. El Protocolo fue aprobado, pero Uruguay aún no lo ha firmado. El Presidente de la República, Jorge Batlle, hizo alarde de una posición decididamente favorable a los transgénicos el año pasado en el Congreso Panamericano de Semillas, y el ONUDI acaba de organizar un Foro sobre biotecnología a partir del cual se creó una agencia regional para biotecnología. Sin embargo, actores económicos como los productores de carne (primer producto de exportación), de arroz (segundo producto de exportación), de vino, los agricultores biológicos, muestran una creciente oposición aunque más no sea para preservar el slogan "Uruguay país natural" del cual el país puede, con razón, enorgullecerse. La sociedad civil ha quedado hasta ahora al margen del debate. La mayor crítica que se hace al gobierno se refiere al acceso a la información. Algunos parlamentarios han solicitado reiteradamente información sobre la política gubernamental sin recibir una respuesta satisfactoria.

El Encuentro denominado "Transgénicos, un desafío para la sociedad civil", se realizó en el momento adecuado. La importante afluencia durante los tres días y la calidad de los debates tradujeron el interés de un amplio público compuesto por médicos, productores, científicos, representantes de asociaciones y también parlamentarios.

La situación actual de la discusión sobre transgénicos fue presentada por diferentes países: Argentina (Jorge Rulli del Grupo de Reflexión Rural), Brasil (Siderlei Silva de Oliveira de REL-UITA), Uruguay (Carlos Amorín de Brecha), Alemania y Europa (Michael Flitner, universitario de Freiburg), y Francia y Suiza (Robert Ali Brac de la Perriere, consultante para Infogm, Veille francófona sobre transgénicos). Las empresas privadas invitadas a participar del panel no concurrieron.

De las presentaciones y debates que se desarrollaron, se pueden constatar algunos hechos:

1. La amplitud del debate público y de las acciones ciudadanas en Europa y Brasil contrastan con la frialdad de las posiciones en la sociedad uruguaya. La falta de información y un fuerte lobby del ambiente de la biotecnología en las más altas esferas del Estado han jugado sin duda un papel importante en el retraso de una toma de conciencia de los efectos vinculados con la difusión de los cultivos transgénicos, masivamente cultivados en Argentina desde 1996. Para un observador extranjero, este retraso es aún más sorprendente si se toma en cuenta que Uruguay goza de uno de los mayores niveles de educación de América Latina, que existe una gran cantidad de ONGs y que los periódicos no son censurados.

2. Uruguay presenta una posición intermedia que será difícil de mantener. Este año cultiva 800 hectáreas de soja transgénica y cantidades no conocidas de maíz Bt. Siendo un país relativamente pequeño (3,5 millones de habitantes, 144.000 km2), Uruguay sufre la influencia contradictoria de sus dos grandes vecinos, Argentina (29,1 millones de habitantes, 2.778.417 km2) y Brasil (160 millones de habitantes, 8.511.965 km2) que desarrollan dos estrategias oficiales totalmente opuestas. Argentina es el segundo productor de soja transgénica del mundo, con 10 millones de hectáreas cultivadas, mientras que en Brasil el cultivo de transgénicos está prohibido y el estado brasilero de Río Grande del Sur, que bordea la frontera norte de Uruguay, ha sido declarado por su Gobernador, Olivio Dutra, "estado libre de transgénicos". Difícilmente Argentina pueda seguir siendo un modelo para la economía uruguaya puesto que viene siendo sacudida por una depresión sin precedentes: en diez años un tercio de la población rural emigró hacia las ciudades mientras se puso en marcha un modelo rural superindustrializado, que utiliza variedades transgénicas, con una fuerte concentración de la tenencia de la tierra; las muestras de hambre se multiplican en las ciudades y los jóvenes emigran masivamente hacia Europa y Estados Unidos. Uruguay en cambio debe defender su imagen de "País natural" al menos para su mercado de exportación. Toda contaminación de semillas transgénicas -la experiencia de Río Grande del Sur es sintomática a este respecto- puede destruir esta imagen. La elección por los transgénicos arriesga eliminar toda alternativa para los agricultores. Este es el concepto expresado con vigor por el Presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz. Él teme que los transgénicos arruinen un sector muy próspero del cual viven 12.000 personas, que produce a partir de variedades locales seleccionadas un rendimiento de 7.000 kg / ha.

3. Las circunstancias que determinaron la decisión de Uruguay de incorporarse al grupo de Miami formado durante el proceso de negociación del Protocolo de bioseguridad, no fueron clarificadas por los participantes del Encuentro. Esta posición (al igual que la de Chile), al margen de los países del Grupo de los 77 (convertido posteriormente en el "Grupo de Espíritus Afines"), es aún más sorprendente si consideramos que estos países no tienen intereses económicos que defender por oposición a otros comprometidos en un todo con los transgénicos. ¿Qué recibió Uruguay a cambio? se pregunta Carlos Amorín, periodista de Brecha. Ahora que se aprobó el Protocolo y que todo el mundo, incluso Argentina, acuerda reconocer la legitimidad de las regulaciones internacionales, ¿cuál será la posición de Uruguay? Debatir sobre el Protocolo será tal vez la mejor forma de popularizar su contenido y de bajar al llano la legislación sobre el etiquetado, la diseminación, la responsabilidad originada por los riesgos biotecnológicos.

En conclusión, esta iniciativa confirmó que la sociedad uruguaya estaba convencida de la necesidad de un debate de fondo: a partir de este Encuentro se decidió poner en marcha una coordinación que favorezca la circulación de información. Los participantes se mostraron muy interesados en las experiencias de otros países, en particular de los europeos. Reiteradamente se expresó el interés de construir una vigilancia ciudadana que informe al público, similar a la puesta en marcha por los países francófonos a través de INFOGM.

Ya existen en América Latina iniciativas de este tipo que convendría mantener, como el sitio web "Biodiversidad en América Latina" (http://www.biodiversidadla.org) especie de portal elaborado con el apoyo de GRAIN y RAFI donde se encuentran entre otras cosas los Boletines de la "Red para una América Libre de Transgénicos" de la "Red por un Brasil Libre de Transgénicos" y el publicado por Chile Sustentable sobre transgénicos. Este boletín es elaborado por María Isabel Manssur. Edición, Carmen Paz Larraguibel G. Fundación Sociedades Sustentables (sustenta@rdc.cl), web: http://www.chilesustentable.net

El sitio menciona también una publicación irregular en Colombia: ALERTA, ILSA@multi.net.co

Finalmente, las organizaciones co-organizadoras del Encuentro anunciaron su voluntad de organizar otro para el próximo año. La temática podría ser más precisa sobre la cuestión de los derechos de propiedad intelectual sobre seres vivos (transgénicos y patentes) y sobre sistemas agrícolas alternativos a los cultivos transgénicos. En las visitas que pudimos realizar a diferentes productores y cooperativas vimos gran interés en un mayor intercambio con los productores europeos. Estos intercambio podrían manejarse en el marco del Encuentro con varias actividades en diferentes ciudades de Uruguay... ¡Todo un programa a construir!

Robert Ali Brac de la Perriere, Montpellier - 14 de junio de 2001

*Ediciones Trilce (trilce@adinet.com.uy) acaba de editar en español una compilación y una traducción realizada por Carlos Amorin del libro de Robert Ali Brac de la Perriere y Franck Seuret: "Plantas transgénicas, una amenaza para los agricultores del Sur". Montevideo, 2001.

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