Expertos/as de la ONU reconocen a la agroecología como solución transformadora para un sistema alimentario en crisis
Representantes de la sociedad civil de todo el mundo lograron con éxito incorporar a la agroecología en la agenda del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de la Organización de las Naciones Unidas como un camino verdaderamente innovador para resolver las crisis ambientales, de hambre, salud y desigualdad y garantizar el derecho a la alimentación.
La sesión de este año del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) llevada a cabo del 14 al 18 de octubre en Roma se realizó en el contexto de crisis cada vez más profundas. El hambre y la desnutrición a nivel mundial están en aumento. Desde 2015, la cantidad de personas sin acceso a alimentos nutritivos suficientes es cada vez mayor. Más de 800 millones de personas, es decir 1 de cada 9 habitantes del planeta, experimentaron graves niveles de inseguridad alimentaria en el año 2018. Además, los niveles de malnutrición por obesidad se están disparando y llegan a los más de dos mil millones de personas. Al mismo tiempo, ahora se reconoce al sistema alimentario industrial como uno de los factores principales de las múltiples crisis que enfrenta la humanidad.
La CSA es la principal plataforma política internacional e intergubernamental inclusiva en materia de seguridad alimentaria y nutrición, que tiene la visión de promover el derecho a una alimentación adecuada para todos y todas. Desde 2009, el Mecanismo de la sociedad civil y de los pueblos indígenas (MSC) organiza la participación de representantes de la sociedad civil, concretamente agricultores/as a pequeña escala, pastoralistas, pescadores/as artesanales, pueblos indígenas, trabajadores/as del sector agrícola y alimentario, sin tierra, mujeres, jóvenes, consumidores/as, comunidades urbanas en situación de inseguridad alimentaria y ONG. Es el mayor espacio internacional de organizaciones de la sociedad civil que trabaja para erradicar la inseguridad alimentaria y la desnutrición.
“Aquí, gente del Sur Global, de las bases, se reúne con aliados como Amigos de la Tierra Internacional y La Vía Campesina, para transformar nuestros mensajes y pasarlos a una dimensión política que podamos llevar a las negociaciones con los gobiernos miembro”.
Bertrand Sansonnens, Pro Natura-Amigos de la Tierra Suiza
“Hay dos palabras que se deben respetar siempre para ser un buen miembro de la sociedad civil: inclusión y solidaridad. No puedes obtener estas dos cosas de forma aislada”.
Musa F Sow, Red de organizaciones de campesinos y productores agrarios de África Occidental (ROPPA)
La agroecología como parte de la agenda
Durante varios años, el MSC ha exigido que los gobiernos reunidos en Roma mantengan discusiones para la elaboración de recomendaciones políticas a favor de la agroecología.
Es una gran victoria para la sociedad civil, encabezada por productores/as de pequeña escala que practican la agroecología desde hace décadas, e incluso siglos, que los gobiernos acordaran llevar a cabo un año de negociaciones para elaborar recomendaciones políticas en materia de agroecología. Esto es de cara a la gran oposición y el fuerte trabajo de cabildeo que impulsan los gobiernos liderados por el agronegocio.
También representó una gran victoria que un informe sin precedentes escrito por expertos/as que asesoraron al MSC sobre los “Enfoques agroecológicos y otras innovaciones en favor de la sostenibilidad de la agricultura sustentable y los sistemas alimentarios que mejoran la seguridad alimentaria y la nutrición”, diferenciara claramente entre los enfoques de agroecología y los de intensificación sustentable.
“El informe del Grupo de expertos de alto nivel evidencia que la agroecología es la única opción transformadora para abordar todos los cambios estructurales que se necesitan en nuestro sistema alimentario de forma sistémica e integrada. Demuestra que la intensificación sustentable y la agricultura climáticamente inteligente solo son capaces de proporcionar soluciones que tienen en cuenta una única dimensión a través de un cambio incremental”.
Ali Aii Shatou, Comité de coordinación de pueblos indígenas de África (IPACC)
“Es alentador el hecho de que el informe que refleja nuestra visión de la agroecología como cambio de sistema fuera tan ampliamente aceptado, especialmente a la luz de la gran oposición de gobiernos poderosos como Estados Unidos, Australia y Canadá. Este es el resultado de gente que viene construyendo nuestro poder político y nuestra visión conjunta desde hace años, lo que en sí mismo también es una victoria del movimiento de soberanía alimentaria".
Kirtana Chandrasekaran, coordinadora del programa de soberanía alimentaria de Amigos de la Tierra Internacional
Mientras los líderes hacían referencia a los cambios en el clima, los conflictos, los mercados débiles y la migración como agentes de la inseguridad alimentaria, la sociedad civil destacó las causas estructurales detrás de estos fenómenos, incluidos los aportes de la agricultura industrial al colapso ecológico y la profundización de la desigualdad provocada por un aumento del control en manos del agronegocio y el acaparamiento de recursos. El MSC destacó que los/as productores/as de alimentos de pequeña escala que viven en regiones vulnerables enfrentan los peores impactos de las sequías, incendios y hambre provocados por el cambio climático. Reclaman una transformación fundamental de nuestros sistemas alimentarios a favor de la agroecología y la soberanía alimentaria y sobre la base de los derechos humanos.
El MSC considera a la agroecología como la solución transformadora que incluye adoptar de forma generalizada una producción ecológica de los alimentos y cambios económicos y sociales. Hace frente a las relaciones de poder desiguales, mientras que garantiza la propiedad de los recursos, la justicia de género, innovaciones con beneficios sociales y tecnología, además de procesos horizontales de conocimiento, investigación y aprendizaje. Rechaza la “intensificación sustentable” que coopta la terminología de la agroecología, pero que en realidad promueve la biotecnología, la ganadería industrial y otros intereses del agronegocio.
Este año, los estados miembro también continuaron el proceso de elaboración de Directrices nacionales sobre los sistemas alimentarios y la nutrición (que será adoptado en 2020) y acordaron el Programa de trabajo plurianual para el período 2020-2023. La sociedad civil promueve que estos planes continúen siendo ambiciosos en su alcance para poder transformarse en políticas más centradas en las comunidades y los pueblos. Además, las mujeres y jóvenes lideraron debates dinámicos durante los eventos paralelos, como por ejemplo sobre los impactos que tiene el extractivismo en el derecho de las mujeres a la alimentación y la lucha por una transición justa, y el futuro de la alimentación y el involucramiento de jóvenes en el sector agrícola.
La lucha contra la cooptación empresarial en la gobernanza mundial en materia alimentaria
En el camino hacia la 47a sesión del CSA en octubre de 2020 aparecen múltiples desafíos. Los espacios de gobernanza estatal multilaterales como la ONU están siendo cada vez más cooptados por el sector privado, que impulsan iniciativas “de múltiples partes interesadas". A través de estas, las empresas intentan colocar los derechos e intereses de los/as productores/as de alimentos de pequeña escala y del público al mismo nivel que los intereses de las empresas. Los gobiernos con fuertes inversiones en el agronegocio y la biotecnología ya han recurrido a trucos geopolíticos para obstaculizar los procesos del CSA. La sociedad civil necesitará de una fuerte articulación para aportar pruebas y reclamos coherentes a nivel mundial y ejercer presión sobre sus gobiernos nacionales.
“El desafío sería cómo llevar esto nuevamente a nuestros países, nuestras municipalidades, nuestras comunidades; cómo hacer que nuestras bases se movilicen realmente y tomen medidas respecto de los mensajes. Porque sin esto, son solo palabras”.
Sylvia Mallori, Coalición de los pueblos por la soberanía alimentaria