El Gotiaguaquefluye. El Ciclo del agua, en forma de cuento

Idioma Español
País Argentina

Me dicen el gotiaguaquefluye, así, todo junto, y me gusta el nombre, porque ando día y noche y no dejo de fluir. Ojala, porque yo se que si paro, me enfermo y me muero. Ni se cuando nací, ni cuando comencé a fluir, solo se que ésta es mi vida y me hallo.

Casi siempre somos muchos gotis, los que vamos para el mismo lado, en forma de arroyo o de río, de lluvia o por los subterráneos, pozos, napas, acuíferos, nacientes y otros. Cuando llegamos al mar, tomamos un gusto salado feroz.

 

El sol brilla fuerte y nos lleva por el aire, nos evapora y formamos lindas nubes, blancas, transparentes y a merced del viento. ¡Vieran lo lindo es ver toda la tierra desde el cielo!. Cuando estoy arriba veo azul la tierra y cuando viajo por los arroyos y ríos, veo azul el cielo. Qué bueno que a nuestro Mundo lo llamemos Plantea Azul, así todos tenemos el mismo color. No habrá envidias entre nosotros, ni entre las plantas y los animales, ni entre las personas. Todos iguales, todos naturaleza, todos azules, todos agua y siempre fluyendo.

 

Les cuento que una vez me vi todo rojo. De tanto fluir, me encontré en la sangre de juancito, llevando y trayendo de todo, desde vitaminas, hormonas, oxígeno y miles de cosas que andaban por ahí. Visité muchos tejidos, entrando y saliendo de células, que son muy activas y trabajan todo el tiempo. Y para chusmear un poco y bromear otro poco, las más vagas eran las del cerebro, já, sobre todo de noche, muchos sueños y pocos pensamientos.

 

Pero andábamos por las nubes, con las otras gotis, navegando por los aires, y allá arriba siempre hace frío. Hasta que caímos como lluvia, justo en Misiones. Ya me había pasado otra vez, y me acuerdo que había monte, y era muy lindo quedarse entre las hojas del sotobosque, bajar a las napas, siguiendo las raíces de los enormes árboles. Cuando había selva, parecía una esponja, el suelo nos absorbía y humedecíamos el monte y aguantábamos la seca. Y si seguíamos, nos poníamos a circular en algún río subterráneo o hasta el acuífero. El barro y otras cosas sólidas, quedaban en el camino, las gotis llegábamos limpitas, limpitas.

 

No es buena la caída libre, violenta, hasta el suelo, desprender tierra y acompañarla hasta el arroyo y el río, mejor bajar acariciado por hojas y ramas, con tanta suavidad y paz. Esta vez conocimos la erosión, tocamos la piedra de Misiones, colaboramos para “lavar el suelo”. Es triste, porque la tierra que nos llevamos ya no volverá, nos vamos juntos hasta el Delta o hasta el mar.

 

Otra caída furibunda fue la de Cataratas. Mi dios, tanta gente para mirarnos!!! Fuimos famosos, aunque sea por un momento. Pero qué velocidad y no solo cayendo, también fluyendo por el Yguazú y luego el Paraná. Lindos paisajes y turbia el agua. Apenas vemos la costa, cuando andamos por la superficie…Me contaban los peces que a sus antepasados los pescaban con lanzas. Ahora no se ve nada y poquitos son los peces. Apenas se pesca con anzuelos.

 

“Las gentes de estas tierras” nos trataban bien, como si fuéramos hermanos, ellos y nosotros, junto con otros, formábamos la naturaleza. Nos respetaban y cuidaban, no dejaban huellas en las aguas y en los montes. Nadie derrochaba, había todo el agua, limpita, limpita. Hoy somos menos gotis. Alguien se robó el agua, se la llevó para otros lugares, mezclado con productos que exportan. Se llevan el agua y ya no vuelve más. Los pocos gotis que quedamos, andamos sucios, de un lado para otro, mezclados con venenos y otras desgracias.

 

Y el olor que no se aguanta chamigo! Parece que los misioneros usan mucho randap y otros agrotóxicos, y bajando por el río van contaminando por donde pasan. Horror más horror!!! Ya no da gusto llover y fluir por Misiones.

 

Pensar que podíamos llegar al Acuífero!!! Esta vez me lo perdí, o tal vez cuando pasemos cerca de los Esteros del Yberá, o debe haber otros lugares donde el Río comunica con las aguas subterráneas y el Acuífero. Por eso cuando se contamina arriba, pasan los venenos a las napas y todo el resto. La circulación no se detiene. El agua fluye y la vida también, aunque a veces la envenenan.

 

Siguiendo para abajo, por el Paraná, vamos más lento y casi paramos. Y como tenemos tiempo, les preguntamos a los peces que vienen subiendo a desovar.”Hay una represa más abajo y apenas pasamos algunos”, nos dijeron. Horrible pensé, digo porque si no circulamos somos gota muerta. Y justamente, se están aprovechando los mosquitos, para poner sus larvas en el agua. Algunas gotis que vienen del Brasil nos cuentan las enfermedades que causan las represas y a mi no me gusta que nos usen de forro. Porque, los que hacen las represas se enferman de fiebre amarilla o malaria, o dengue o de leishmaniasis, pero nos echan la culpa a nosotros o a los mosquitos o a los perros. Si no nos represan, nosotros fluimos y no le damos tiempo e los mosquitos, a criar sus larvas.

 

Cuando circulamos nos vamos limpiando de sólidos pegajosos y molestos. Vamos charlando entre los gotis, con los bichitos y peces amigos.

 

Es a los posadeños, a quienes no entiendo. Por un lado construyen una linda Costanera, que vemos desde el Río. También vemos que echan muchas porquerías en el agua y hasta sus cacas. Pero si aumentan la cota de Yacyreta frenan el Río y se arma la gran cloaca. ¿Para eso hicieron la Costanera, para oler sus excrementos?

 

Las malas gotis dicen que quieren construir otra represa, en Corpus. Y las peores lenguas hablan de una Hidrovía, para que naveguen las barcazas que llevan los productos primarios a los puertos del sur. En cambio de producir sus alimentos, se preocupan por lo que necesitan otros países. Si serán tontos los humanos, arruinan el paisaje y destruyen la vida, para después tener plata, que sólo les va quedando a unos pocos.

 

Yo prefiero seguir siendo agua, para generar vida y divertirme circulando. Pero los humanos no me escuchan, no me hacen caso, ni a ellos mismos se quieren y menos a los que vendrán. Pero si algún día, alguno de ellos me escucha, le diré que queremos vivir y fluir, que no nos represen ni detengan nuestra circulación, que no alteren tanto la naturaleza, que es muy lindo el Mundo Azul que tenemos y que no hay otro, y mejor si lo cuidamos

 

Por Juan Yahdjian

 

Juan Yahdjian, médico, miembro del Movimiento Social Misiones, de la Mesa Provincial NO a las Represas, del Grupo Ecologista Madre Tierra de Eldorado y del Foro de Pensamiento y Construcción Social, moc.liamg@nahcahcoticnauj

Temas: Agua

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