El sector del algodón y la industria textil
En esta investigación tratamos de analizar la situación del cultivo en todo el mundo haciendo especial énfasis en las condiciones laborales y de salud de los trabajadores, así como los impactos que dicho cultivo genera sobre el medio ambiente. La reducción de costes en cada eslabón de la cadena es uno de los objetivos de las grandes compañías transformadoras y productoras de vestido. A este respecto, el desarrollo de variedades híbridas, la mecanización de las tareas agrícolas y la desesperada situación en que viven las comunidades productoras permite disminuir los costes de producción en beneficio de las grandes compañías
El algodón es producido como un cultivo del que se aprovecha la fibra, sin embargo su papel como fuente principal de ingreso en el sustento de millones de personas está subestimado. Piensen por un momento, ¿hay algún día de su vida en el que no hayan entrado en contacto con el algodón?
En este boletín trataremos de dar un recorrido por el complejo mundo de la producción de algodón y los entresijos de la industria textil y de manufacturas. Toda la cadena aquí analizada es de una enorme complejidad e intentaremos dar respuesta a algunas de los interrogantes más frecuentes que rodean a este mercado mundial del textil. Así conviene aclarar que cuando hablemos de cultivo nos estaremos refiriendo al cultivo del algodón. Por otro lado, cuando hablemos de industria textil y de manufacturas estaremos refiriéndonos a toda una compleja red compuesta por la industria de la fibra de algodón, pero también de la fibra sintética y de las grandes marcas que dominan el mercado mundial de la ropa, aunque muchas de ellas no sólo se dedican al negocio del textil. Esta complejidad es el hilo subyacente a todo el boletín, aunque hemos tratado en todo momento de simplificar para una adecuada comprensión, sin menoscabo del rigor científico que en todo momento pretendemos que nos acompañe en nuestras investigaciones.
El cultivo del algodón está extendido por una superficie superior a los 35 millones de hectáreas (superficie similar a la de países como Alemania), teniendo un gran impacto sobre las comunidades productoras, los trabajadores rurales y el medio ambiente de las zonas donde se encuentra ubicado.
En esta investigación tratamos de analizar la situación del cultivo en todo el mundo haciendo especial énfasis en las condiciones laborales y de salud de los trabajadores, así como los impactos que dicho cultivo genera sobre el medio ambiente.
La reducción de costes en cada eslabón de la cadena es uno de los objetivos de las grandes compañías transformadoras y productoras de vestido. A este respecto, el desarrollo de variedades híbridas, la mecanización de las tareas agrícolas y la desesperada situación en que viven las comunidades productoras permite disminuir los costes de producción en beneficio de las grandes compañías. La mecanización progresiva de la transformación y la automatización del manejo de la fibra y el tejido permiten abaratar los costes en esta fase. Sin embargo, en las fases de la confección de las prendas (corte, costura, acabado, embalaje), aunque también se van consiguiendo avances significativos en la mecanización de algunas tareas, continúan dependiendo en gran medida del trabajo humano. En esta fase, disminuir los costes de fabricación se traduce en la búsqueda de mano de obra barata, regulaciones laborales precarias o ausentes y una mayor flexibilidad de la producción, capaz de responder rápidamente a las exigencias del mercado[1]. Un dato revelador se muestra a continuación: de los 1.153 €[2] que, de media, una familia estadounidense de 4 miembros gastaba en vestuario en el año 1999[3], solamente alrededor de 50 iban a parar a manos de los trabajadores de la industria[4].
La industria del textil y de la confección es en la actualidad la más universal de todas las industrias de manufacturas y utiliza la mayor fuerza de trabajo de todas las empresas de manufacturas existentes en el mundo. Más de dos millones de personas repartidas por todo el globo en más de 150 países, la mayoría de ellas mujeres jóvenes y adolescentes, trabajan en la industria del vestido para las poderosas cadenas de ropa, en unas condiciones, tal como parecen indicar múltiples fuentes, la mayoría de las veces lamentables. Cifras cercanas al 80 % de los trabajadores de la industria del vestido que producen ropa y complementos para las cadenas multinacionales, en su mayoría estadounidenses, están trabajando bajo unas condiciones que son denunciadas frecuentemente por violar sistemáticamente las leyes del trabajo, tanto local como internacionalmente[5].
Cierto es que los responsables de las grandes marcas de ropa emiten documentos y declaraciones regularmente sobre su responsabilidad social corporativa y su compromiso social y ecológico asegurando la asunción de medidas para poner freno a los enormes problemas detectados, sin embargo desde distintas fuentes se argumenta que la realidad del compromiso corporativo es bien distinta[6].
Diferentes grupos organizados de la sociedad civil en todo el planeta afirman que en la actualidad son las grandes marcas de ropa presentes en todo el mundo quienes fijan las tendencias, crean y caducan las modas cuando más les conviene y tienen el poder de fijar los precios, tanto de compra a las fábricas y manufacturas (incluso del salario de los trabajadores y las condiciones, en algunos casos), como de venta a los consumidores en las tiendas.
Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
Desde los años 70, el sector de la confección vive una profunda reestructuración y crisis, que va desde el cultivo del algodón en el campo hasta la venta minorista en la tienda, pasando por las manos de miles de trabajadores y trabajadoras que, según diversas fuentes, pueden trabajar bajo condiciones laborales que no respetan los mínimos exigidos internacionalmente e incluso padecer situaciones de semi esclavitud.[7] Una de las consecuencias de esta crisis la constituye el desmantelamiento de la vieja industria de fabricación de prendas de vestir de los países industrializados.
Pero este declive no es capaz por si mismo de reflejar el alcance y la amplitud del fenómeno: el centro de gravedad del sistema de producción se ha desplazado. Actualmente ya no son los fabricantes, sino los distribuidores y las marcas de ropa quienes poseen el control del sector. Distribuidores y marcas diseñan y venden. La producción se subcontrata, condicionada por la presión comercial (competitividad, plazos de entrega, precios, etc.), la búsqueda del menor costo y de la mayor flexibilidad.
La fórmula utilizada para esto es bien simple: el objetivo es crear una imagen corporativa positiva (imagen de marca), que atraiga a los consumidores occidentales de alto poder adquisitivo inicialmente, mientras que en el resto del mundo el algodón es cultivado y manufacturado, y la ropa procesada y fabricada de la manera más barata posible. Este viaje en pos de menores costes de producción cada año va desde el campo hasta la prenda de vestir, en todos y cada uno de los eslabones que conforman la cadena del textil.
Notas
[1] Crabbé, C. (2000): La moda al desnudo. Ed. Icaria. Barcelona. pg. 17
[2] 1 EUR = 1.19728 USD. Fuente: www.xe.com convertidor universal de divisas, consultado 18/07/2005
[3] U.S. Bureau of Labor Statistics, 2001.
[4] R. Pollin et al, (2001): Global Apparel Production & Sweatshop Labor: Can Raising Retail Prices Finance Living Wages? Univ. of Massachusetts Political Economy Research Inst., Working Paper Series No. 19, Junio 2001.
[5] Behind the Label, “U. S. Retailers: Responsible for the Global Sweatshop Crisis. aquí
[6] Behind the Label, op. cit.
[7] Behind the Label, op. cit.
El boletín completo puede descargarse en la web http://www.ideas.coop/html/OCTboletin8.htm
Contenidos de este boletín:
1. Introducción.
2. Síntesis y comentarios.
3. Funcionamiento y estructura.
4. Principales marcas.
5. Rentabilidad económica.
5.1 Ventas.
5.2.- Retribución a cada uno de los actores de la cadena del algodón / textil
6. Impacto social y ambiental de las corporaciones del sector.
Ética empresarial, responsabilidad social y códigos de conducta.
6.1.- Derechos Humanos y Laborales.
6.2.- Salud.
6.3.- Medio ambiente.
Problemas con los pesticidas.
Problemas con el agua.
Problemas con el algodón genéticamente modificado (GM)
Contaminación en la Industria del algodón y manufacturas.
7. Su poder y toma de influencia política, económica y social
7.1. El poder económico.
7. 2. El poder político.
El poder de la industria algodonera. Protección de los cultivos y mercado.
El poder de la industria textil y de manufacturas.
7. 3. El poder social. Marketing y publicidad.
8. Algunos números.
9.- Alternativas.
10.- Propuestas de Acción: Campañas.
Rafael García Borreguero
Observatorio de Corporaciones Transnacionales
IDEAS