El lugar donde el futuro aún no ocurre

Una voracidad militar escurre de los Comandos Norte y Sur del Pentágono a la América entera, latina e indígena, multilingüe y milenaria, rica en recursos naturales y despreciados recursos humanos

Si nos guiamos por los dictadores cómplices del imperio, y los políticos-administradores dóciles con el imperio, cualquiera diría que, de la Patagonia al río Bravo, nuestros países se encuentran indefensos. Pero las élites colonizadas y la grandes masas adormecidas en el consumo, el olvido y las religiones no están solas en estas tierras: aquí siguen los pueblos, despertados para resistir por sí mismos y por todos. Y una proteiforme sociedad civil entramada ahí. Las Américas son, por definición y mito, el lugar donde el futuro aún no ocurre.

Suplemento Ojarasca

- Manifiesto ñuhú: arrancándole autonomía al poder
- Ecuador: se acabó la luna de miel
- Panamá: nueva declaración del pueblo kuna
- Chile: noticias del país mapuche
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Manifiesto ñuhú: arrancándole autonomía al poder

Texcatepec, Veracruz. El 12 de abril, doscientos delegados de los veinte poblados otomíes (ñuhú) del municipio de Texcatepec en la sierra del norte de Veracruz confluyeron, desde todas las veredas, en la comunidad de la Florida (Dení) para intercambiar su palabra en lo que llamaron Congreso de Aniversario del Comité de Defensa Campesina (CDC) y de la Unión Campesina Zapatista (UCZ).
La lucha comenzó desde 1986. El Comité de Defensa Campesina se formó para oponer organización a la violencia asesina del cacique Luis Mendoza. Cuando lograron meterlo en la cárcel, continuaron una lucha de 10 años, hasta obtener la restitución de sus tierras comunales.

La Unión Campesina Zapatista nació para abrir el cauce de la democracia y la dignidad indígena frente a la opresión de los priístas. Las dos organizaciones se unieron desde un principio y en diciembre de 1988 enfrentaron el fraude en las elecciones municipales con un plantón memorable frente a la presidencia municipal, donde resistieron durante 13 días bajo una llovizna helada.

Desde 1991 hasta la fecha el municipio está gobernado por Ayuntamientos elegidos en consenso por la UCZ y el CDC, con el registro del PRD.

Juntos han participado, discreta pero constantemente, primero en la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, después en el Movimiento Nacional 500 años de Resistencia y luego, en el Congreso Nacional Indígena desde su formación en 1996, sosteniendo sus banderas, y haciendo región con los pueblos nahua, tepehua, totonaco, huasteco y popoluca de Veracruz.

El congreso de los ñuhú, también marcado por el aniversario de Emiliano Zapata, culminó el domingo 13 de Abril con una marcha de más de dos mil hombres, mujeres y niños, a lo largo de tres kilómetros, encabezados por las bandas de viento, desde La Florida hasta la cabecera municipal de Texcatepec (Ñieté), donde todos celebraron fiesta y escucharon en otomí y castilla el siguiente Manifiesto del Congreso.

El pueblo ñuhú de Texcatepec, reunido en el Congreso de sus organizaciones, Unión Campesina Zapatista y Comité de Defensa Campesina, en el marco de nuestro 17 aniversario declaramos:

Que nos reconocemos como pueblo indígena, que resistiendo hablamos palabra verdadera en las mesas de trabajo de este Congreso Indígena UCZ-CDC y con mucha alegría en nuestro corazón caminamos.

Nuestro corazón habló con verdad. Recordamos que los abuelos resistieron para heredarnos la cultura y la tierra que nos cobija en este municipio. Nuestros abuelos trabajaron juntos, en comunidad, y se organizaron como nosotros y fueron trazando este camino que ahora seguimos.

Las mismas demandas de todos los pueblos indígenas nos hicieron caminar organizados. Recordamos con cariño a las personas que nos han acompañado en las organizaciones. Reconocemos que a pesar del abandono, el olvido y la violencia sistemática contra nuestro pueblo, hemos logrado mantenernos unidos en las organizaciones y con ellas nos hemos defendido del despojo de nuestra tierra y hemos resistido al olvido. Es organizados como hemos logrado que los caminos, la luz, el agua y otros beneficios lleguen a la mayoría de las comunidades. Es organizados como estamos gobernando ya por cuatro periodos el ayuntamiento de nuestro municipio de Texcatepec. De igual forma, organizados pudimos reunirnos en este congreso.

Sabemos que las políticas y programas del gobierno nos quieren desunir y nos quieren desorganizar, que sus programas nos dividen y nos ponen a pelear, pero ahora nuestro corazón sabe que el gobierno engaña.

Nos fortalecemos como organización, nos fortalecemos unidos, arrancando autonomía al poder. Nos fortalecemos reconociendo la palabra de las asambleas, haciendo la costumbre, hablando en nuestra lengua. Nos fortalecemos trabajando nuestra tierra, cuidando todos los nuestros recursos naturales, hombres y mujeres juntos. Nos fortalece caminar en solidaridad con otras luchas y otros pueblos, en la casa de todos: el Congreso Nacional Indígena.

Reconocemos que sólo organizados podremos resistir a los programas y políticas de gobierno que están hechos para dividir y acabar con nuestro modo de ser indígena, por eso ahora tomamos acuerdo para consolidar nuestras organizaciones.

Reconocemos que ante el olvido y la guerra que el gobierno hace a nuestro pueblo y a todos los pueblos indios de México, la vía es ejercer la autonomía de hecho, conservando la lengua que enseña la comunidad, nuestra forma de vivir, de cultivar y de tratar la tierra, conservando la costumbre y la manera que nos enseñaron los abuelos para hacer la justicia, a pesar de la estrategia que tienen los poderosos para quitarnos nuestro derecho a decidir nuestro camino a gobernarnos y a resolver nuestros propios problemas. El pueblo ñuhú de Texcatepec seguirá aprendiendo a trabajar y a vivir con autonomía.

Declaramos que reconocemos a la tierra como nuestra madre, que sabemos que el gobierno y los poderosos no piden permiso ni consultan a los pueblos, sabemos que les importa hacer negocio y meter por la fuerza programas como el Procede, que al gobierno no le conviene que los indígenas defendamos nuestros Bienes Comunales, nosotros vamos a resistir a sus engaños, vamos a resistir unidos en nuestras organizaciones, respetando a la asamblea y su palabra.

Rechazamos cualquier política o programa de gobierno que quiera acabar con nuestra tierra, con nuestra cultura y forma de vivir. Denunciamos el abandono al campo, pedimos que la Procuraduría Agraria respete la palabra de la asamblea en el municipio de Texcatepec y desde ahora rechazamos el Procede.

Demandamos infraestructura para que nuestros productos puedan salir al mercado, demandamos precio justo para nuestros productos, para que los jóvenes no se vean obligados a salir y buscar trabajo en Estados Unidos; nos sumamos a las protestas contra el Tratado de Libre Comercio (TLC), el Plan Puebla Panamá, el ALCA y todas las iniciativas que tanto dañan al campo.

Nos comprometemos a seguir educando a nuestros hijos en el respeto, la costumbre, nuestra lengua y el trabajo en la tierra y demandamos de la educación escolarizada que se enseñe a leer y a escribir en otomí, que la Secretaría de Educación y Cultura en Veracruz (SEC), exija a los profesores que cumplan con sus horarios y que asistan los 5 días de la semana.

Denunciamos y nos oponemos a la política de Fox, que desatiende la salud, reduciendo los horarios de los médicos y las medicinas en las clínicas, vemos que esta política hace que los médicos de las clínicas rurales no nos atiendan y nos pasen a hospitales donde tampoco nos atienden.

Nos solidarizamos con las luchas de todos los pueblos indios, en especial con las de nuestro estado, con los hermanos indígenas de Ixhuatlán de Madero, de Xochiapa y con el movimiento de Coyutla y pedimos que se cancelen las órdenes de aprehensión contra los indígenas de estas luchas.

Con ánimo en nuestras organizaciones nos comprometemos a mantenernos unidos. Nos comprometemos a resolver nuestros propios problemas, a defender nuestra tierra y a exigir del gobierno que se cumplan todas las demandas del pueblo ñuhú de Texcatepec.

San Juan Chamula, Chiapas
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Ecuador: se acabó la luna de miel

Cantón Riobamba, provincia de Chimborazo, Ecuador. El Primer Congreso de indígenas kichwa de Ecuador decretó a fines de abril una movilización general en rechazo a la política neoliberal del presidente Lucio Gutiérrez. De esta manera, el congreso de Ecuarunari, la más grande organización indígena de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), rompió su alianza con el gobierno.

Los pueblos de la nacionalidad kichwa, participantes en el Primer Congreso de la Confederación, realizados en la parroquia Cacha, cantón Riobamba, provincia de Chimborazo, los días 21 a 24 de abril, proclamaron: "Los kichwas somos pueblos milenarios de estas tierras, con identidad, historia y formas de autogobierno propias, de ayer, ahora y siempre, por lo tanto siempre hemos permanecido y permaneceremos independientes de los gobiernos y el sistema capitalista explotador".

Entre las resoluciones centrales del Congreso, destacan las siguientes:

"Decretar la movilización general en rechazo a la política neoliberal de Lucio Gutiérrez, por su sometimiento a los intereses norteamericanos (Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA; Plan Colombia, base militar de Manta, Fondo Monetario Internacional, FMI) y por su vinculación a los banqueros corruptos; además, por su incumplimiento de los compromisos y acuerdos adquiridos con el pueblo ecuatoriano.

"Rechazar la política divisionista y asistencialista del gobierno de Lucio Gutiérrez (por la entrega de palas, picos, fundas de alimentos a comunidades), cuando lo que debería hacer es implantar una verdadera política de Estado en favor de los pueblos, las nacionalidades indígenas y de los sectores populares del Ecuador. Por eso, desconocemos todo tipo de organizaciones y organismos indígenas paralelos que se han creado y se crearen en lo futuro por el gobierno, exigiendo que toda la política oficial con respecto al movimiento indígena pase por la Conaie y sus instituciones respectivas.

Ecuarunari exigió la salida inmediata del frente económico del gobierno de Lucio Gutiérrez, encabezado por Mauricio Pozo, "y que el nuevo equipo económico reoriente las medidas y políticas económicas en beneficio de los sectores más pobres del país. De no ser escuchados, exigimos al Movimiento Pachakutik la ruptura con este gobierno".

La autoridad kichwa llamó a retomar, impulsar y aplicar el proyecto político de los pueblos y nacionalidades indígenas que se basa en la construcción del Estado plurinacional, y que se encuentra contemplado en la Carta Constitucional. Además, resolvió que "los compañeros en ejercicio de responsabilidades dentro del Estado, fruto de la lucha y del derecho legítimo concedido por el pueblo ecuatoriano en las últimas elecciones, continúen en sus funciones y defiendan desde esos espacios los derechos de los pueblos indígenas y de todos los ecuatorianos. Y en caso de que el gobierno no respetare, exigir su salida inmediata".

Los kichwas condenaron toda amenaza o intento de intervención de los Estados Unidos contra los pueblos de Cuba y Venezuela. También rechazaron la invasión a Irak y a otros pueblos del mundo. Llamaron a retomar el proyecto político de la Conaie, emprendiendo una campaña de capacitación y formación integral y permanente en las bases.

De manera especial, Ecuarunari se propuso "fortalecer la alianza internacional con los distintos pueblos indígenas y naciones del mundo, y tener una participación activa y positiva en todos los espacios e instancias internacionales logradas legítimamente por los pueblos indígenas".

Los indígenas ecuatorianos exigieron al gobierno "una posición clara en el ámbito internacional sobre los derechos de los pueblos indígenas, además exigir la aprobación de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas en las Naciones Unidas". Ampliaron su rechazo a los acuerdos del ALCA, y convocaron a una campaña nacional de socialización sobre sus consecuencias, para desarrollar "una propuesta de integración justa, equitativa y de respeto hacia la identidad de nuestras naciones".

Impulsar políticas de conservación ambiental que garanticen la soberanía territorial, seguridad y soberanía alimentaria. Elaborar un plan general de solución de problemas de tierras a nivel de todos los pueblos de la nacionalidad kichwa y apoyar la titulación de las tierras.

Al demandar la "reestructuración del Bloque y la restitución de la Jefatura del Bloque de Pachakutik para el Movimiento Indígena", los indígenas exigieron que los dirigentes del Comité Ejecutivo Nacional del Pachakutik que ocupan cargos públicos renuncien a la dirigencia. Firman el documento Salvador Quisphe, Blanca Chancoso y Gilberto Talahua, respectivamente presidente, vicepresidenta y secretario del Primer Congreso de los Pueblos Kichwas.

Contra el remate de la soberanía

Al reseñar este Congreso, Marcelo Larrea, director del periódico El Sucre, apuntó: "Ecuarunari declaró su independencia política del gobierno de Lucio Gutiérrez, luego de tres días de intensas deliberaciones en las que se evaluaron los primeros 100 días del régimen y, se fustigaron sus medidas económicas que elevaron los precios de los combustibles, el transporte, la electricidad, las medicinas, y ampliaron el pago del impuesto a la renta a sectores de menores recursos, en orden a las recetas del FMI". El congreso cuestionó la carta de intención y el acuerdo stand by suscritos con el FMI para concentrar la economía en el pago de la deuda, la privatización del petróleo, la electricidad y la telefonía.

Larrea reseña que "un aspecto crítico fue la actitud de los dirigentes de Pachakutik, Miguel Lluco y Agusto Barrera, sobre la elevación del precio del gas y la focalización del subsidio, punto que en el 2001 desencadenó un levantamiento indígena que paralizó el país y dejó un saldo de numerosos muertos. El conflicto condujo a la demanda de las bases de un congreso de Pachakutik para juzgar a su actual dirección política".

Humberto Cholango, nuevo presidente de Ecuarunari, declaró: "Siempre hemos sido autónomos de cualquier gobierno, no se diga del actual que ha engañado al pueblo con sus medidas neoliberales. Las bases de la Conaie en su congreso realizado en febrero en Guayaquil le dieron un plazo a Gutiérrez para rectificar y no lo hizo. Los principios del movimiento indígena y de su proyecto político están por encima de cualquier ministerio o subsecretaría, y eso es irrenunciable".

Las resoluciones del Congreso, en el que participaron más de 400 delegados de los pueblos de la sierra, fundamentales en la elección de Gutiérrez, representa "un duro revés" para las políticas fondomonetaristas que éste ha aplicado desde su toma de posesión en enero pasado.

Por su parte, la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras de Ecuador (Fenocin) reprobó la orientación de gobierno gutierrista. Fenocin ratificó su oposición al gobierno, "por aplicar las recetas del FMI que favorecen al sector financiero y grupos de poder, profundizando la imposición del modelo neoliberal en contra de los intereses y soberanía del pueblo ecuatoriano". Fenocin denunció la política neoliberal y las prácticas populistas y clientelares del régimen. "Nos solidarizamos con los dirigentes de nuestra Federación que han sido víctimas de amenazas y persecución política".

Exigió una declaratoria de emergencia del sector agropecuario, destinándole la mitad de los recursos para la deuda externa, con el fin de privilegiar la producción y comercialización para el consumo interno y el desarrollo de un sistema financiero rural alternativo". También, que la propuesta del Plan Nacional de Reactivación de la Economía Rural, presentada por la propia Fenocin, sea proridad nacional.

La importante federación se opuso a las privatizaciones y concesiones de áreas estratégicas, y determinó rechazar la importación indiscriminada de productos agropecuarios, el ALCA, la base militar de Manta, el Plan Colombia y la Novena Ronda Petrolera. Además, llamó a defender las reservas de biosfera y ecológicas, "patrimonio de las comunidades locales". Fenocin reivindicó, por último, "la lucha por la tierra, territorios ancestrales y recursos hídricos".
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Panamá: nueva declaración del pueblo kuna

Ibedi, Madugandi, territorio kuna de Panamá. La nación kuna representada en sus máximos dirigentes, los Saila Dummagan de las comarcas kunas de Madungandi, Wargandi, Kuna Yala y Dakarkunyala, con total de 68 comunidades, reunida en la comunidad de Ibedi, comarca de Madungandi, durante los días 13, 14 y 15 de abril, expresamos a todo el pueblo kuna y a la opinión pública nacional e internacional la alegría de este encuentro de hermanos y la determinación de caminar unidos en la construcción de la nación kuna.

Después de siglos de agresión colonial, que significaron el desgarramiento y dispersión de nuestros pueblos por ríos y selvas, y después de cien años de República que profundizaron esta división políticamente con fronteras nacionales y provinciales, nos hemos reunido los Saila Dummagan de las diferentes comarcas kunas para compartir nuestros problemas e iniciar un proceso de articulación y unidad en la defensa de nuestros derechos.

En Ibirdidiuar hemos tomado más conciencia de que tenemos las mismas raíces, que somos hermanos de la misma tinaja, que Nana Gabayai fue tragada por Olotinakilele y su gente, y hemos decidido recoger sus huesos dispersos por multitud de ríos y revivirlos.

Lamentamos la ausencia de nuestros hermanos de Arquia y Caimán Nuevo que, por la situación que vive Colombia, no han podido participar. Tras oírnos unos a otros, denunciamos que fuimos y seguimos siendo víctimas de un modelo de desarrollo basado en la ambición, el despojo de los recursos naturales y el desprecio de la vida de las personas, los pueblos y sus culturas. Cambian las personas y los nombres de los sistemas, pero la filosofía es la misma. La filosofía que llevó a los españoles a invadir nuestras tierras, asesinar a nuestros abuelos, destruir nuestra cultura y civilización para apoderarse del oro y demás riquezas, es la misma filosofía que mueve hoy a la administración de George Bush a arrasar Irak y masacrar al pueblo iraquí para apoderarse del oro negro. La misma filosofía que está detrás del ALCA, del Plan Puebla-Panamá y del Plan Colombia que siguen con los ojos puestos en nuestros recursos para la satisfacción de los intereses de los poderosos, donde no tienen espacio los derechos de los legítimos dueños y sectores desposeídos.

Reunidos en la comarca kuna de Madungandi, vemos cómo después de casi tres décadas de haber inundado 35 mil hectáreas de su territorio con la construcción de la hidroeléctrica Ascanio Villalaz, nuestros hermanos siguen esperando el cumplimiento de las promesas hechas y, en lugar de gozar de los beneficios de la represa, han visto aumentar la malaria y otros males.

Esta misma filosofía es la que quiere ahora reformar el código minero y ganar nuestras mentes y corazones para implementar la miseria en nuestras comarcas y el resto del país.

Nos duele y rechazamos que las vidas de nuestros hermanos de Paya, Púpur y Arquia sigan amenazadas y sometidas, en pleno siglo xxi, al asesinato y el desplazamiento.

Nos indigna y condenamos que en la declaración que los presidentes de Colombia y Centro América hicieron en Panamá, no se haga mención de la masacre de cuatro hermanos kunas por parte de paramilitares colombianos, y sólo se mencione el atentado en el club exclusivo El Nogal de Bogotá.

Condenamos la irresponsabilidad del gobierno de la señora Mireya Moscoso de involucrarse en el conflicto colombiano, poniendo en mayor peligro la vida de los que vivimos en la frontera.

En medio de la celebración del Primer Centenario de la República, sentimos que una gran parte de la sociedad panameña no entiende ni acepta todavía nuestros derechos, anteriores a los cien años de la República y a los 500 años de la conquista y Colonia.

Exigimos el reconocimiento de la comarca Dakarkunyala a nuestros hermanos de Paya y Púpur y se cumplan las promesas que la presidenta de la República hiciera después de la masacre del mes de enero que están en cero cumplimiento.

Las comarcas reconocidas por ley, como Madungandi, Wargandi y Kuna Yala siguen desprotegidas y amenazadas por más invasiones de colonos y empresarios. Las autoridades nacionales son sordas a nuestras denuncias, son renuentes a recibir a nuestros Saila Dummagan y no mueven un dedo para que se cumpla la ley y se desaloje a los invasores ilegales.

Los programas de educación siguen desconociendo nuestra cultura, cosmovisión, historia, espiritualidad y religión.

El convenio 169 de la OIT sigue sin ratificar.

Como dirigentes de las comarcas kunas expresamos nuestra voluntad de seguir luchando por el fortalecimiento y desarrollo de nuestro pueblo. Un desarrollo basado en los principios de nuestra cultura: el respeto a la persona, a la Madre Tierra, y al diálogo y la solidaridad entre pueblos.

Vivimos en diferentes comarcas, pero somos un solo pueblo. Por eso afirmamos nuestro derecho y obligación de unir nuestras manos en la consecución de nuestros objetivos.

14 de abril de 2003.

Gilberto Arias, Saila Dummad de Kuna-Yala; Harmodio Vivar, Saila Dummad de Kuna-Yala; Benjamín García, Saila Dummad de Madugandi; Manitiapinapi, Saila Dummad de Madungandi; Osvaldo Alvarado, Saila Dummad de Wargandi; Pinél García, Saila Dummad de Wargandi; Artenio Lozano, Saila Dummad de Wargandi; Aquiles Olivo, Saila Dummad de Dakarkun-Yala.
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Chile: noticias del país mapuche

La resistencia indígena se ha vuelto continental por primera vez en la historia de América. Las palabras del lonko mapuche Pascual Pichún Paillalao y la dolorosa lucha de los campesinos de Aguas Buenas por recuperar sus territorios de manos de una empresa maderera a la que protegen los carabineros a cualquier precio, confirman que las leyes nacionales y sus
"dueños" están en contra de los pueblos. Pero las comunidades ya nose piensan dejar. Estos hechos recuerdan tantos otros en Bolivia, Guatemala, México, Perú, Colombia. El presente vive en el corazón de los pueblos. La historia no ha terminado.

Carta de un líder mapuche al presidente de Chile

29 de abril de 2003.
Señor Ricardo Lagos Escobar,
Casa de La Moneda, Santiago de Chile.

Presente:

Soy Pascual Pichún Paillalao, lonko mapuche de la comunidad Antonio Ñiripil de Temulemu, a quién la justicia chilena mantuvo por más de un año detenido en la Cárcel Pública de Traiguén junto al peñi Aniceto Norín y la lamngen Patricia Troncoso, sin pruebas ni antecedentes acusado de ser un "terrorista" y un "peligro para la sociedad".

Como usted ya debe saber, hace una semana un tribunal de la novena región hizo finalmente justicia en nuestro caso y ratificó aquello que nosotros siempre dijimos ante los fiscales y la opinión pública. Me refiero a nuestra completa inocencia en todos los cargos imputados por el Ministerio Público.

Señor presidente, quince meses en la prisión, tres huelgas de hambre, el encarcelamiento de dos de mis hijos menores acusados también de "terroristas", el alejamiento obligado de mi familia, de mi trabajo en el campo y de mis peñi y lamngen en la comunidad, son los costos que tuve que pagar por ser un lonko mapuche y haber decidido luchar con dignidad por los derechos de mi pueblo.

A nosotros nunca se nos encarceló por el incendio de la casa del señor Agustín Figueroa, como dijeron los fiscales. A nosotros se nos persiguió y se nos sigue persiguiendo en Chile por ser lonkos mapuche, por ser dirigentes de un movimiento, por ser luchadores sociales y por ser el recuerdo vivo de una campaña de exterminio inconclusa en la historia de este país sin memoria.

Sepa usted ahora de mi propia voz que nosotros los mapuches jamás hemos sido ni seremos terroristas como nos acusan. Sólo luchamos por lo justo, por nuestras tierras, por un futuro mejor para nuestros hijos y también por un futuro mejor para todo nuestro pueblo.

Como lonko mapuche, tengo el mandato de representar a mi gente, de hablar por ellos muchas veces y de guiarlos en los tiempos buenos y también cuando las cosas se ponen difíciles. Es mi labor como autoridad mapuche, señor Lagos, una labor que asumo con orgullo y que imagino es parecida a la que usted tiene como autoridad de todos los winkas o chilenos.

Esta carta que hoy le escribo no es para lamentar nuestra suerte como mapuches sino para exigir de su parte un mínimo de respeto y justicia. Creo que usted como autoridad debiera hacer que los responsables de nuestro encarcelamiento paguen por su error. Me refiero a la señora fiscal regional, Esmirna Vidal y los señores fiscales Raúl Bustos, Alberto Chiffelle y Francisco Rojas.

Ellos, con una actitud abiertamente racista en contra de nuestro pueblo, nos acusaron de un atentado y desoyeron nuestras declaraciones de inocencia en todo momento. Esa actitud, señor Lagos, viola el supuesto nuevo trato que usted dice representar y que tantos gobernantes como usted nos han prometido falsamente en otros tiempos. Por ello es que solicito que usted pida la renuncia a estos personeros de su gobierno.

Ya vendrán tiempos mejores para nuestro pueblo y estoy seguro que nuevas generaciones seguirán luchando a futuro por nuestro territorio y sus derechos. Cuando usted ni yo estemos en esta tierra, sepa usted que otros mapuches seguirán peleando por lo que nos pertenece en justo derecho y otros lonkos asumirán el lugar que yo y tantos otros hermanos ocupamos hoy. Eso no debe usted olvidarlo nunca, señor presidente.

Desde Temuko, territorio mapuche, Pascual Pichún Paillalao, lonko mapuche de la comunidad Temulemu-traiguén.

Apoyan la carta: Coordinación de Organizaciones e Identidades Territoriales Mapuche; Identidad Territorial Lafkenche-Tirúa; Asociación Mapuche Ñankucheo-Lumaco; Comunidades en Conflicto de Collipulli; Consejo de Werkenes del Lago Budi; Estudiantes Mapuche de Temuco; Agrupación de Profesionales Mapuche Konapewman; Centro de Documentación Mapuche liwen; Coordinación de Comunidades en conflictos ambientales-ix Región; Corporación de Mujeres Aukin Ko Zomo; Asociación Gremial Ad-Mapu; Ayja Rewe de Xuf Xuf; Asociación Indígena para la Salud Makewe Pelale; Asociación Pikún Futa Willimapu de Valdivia; Kolectivo Lientur de Kontra-Información Mapuche; Consejo de Todas Las Tierras Aukiñ Wallmapu; Corporación Mapuche Xeg-Xeg.

Garrote, cárcel y migajas

Wallmapu, territorio del Gulumapu, Chile. (Agencia Mapuexpress). Uno de los 25 predios que se mantienen con protección policial especial, en el Fundo Santa Alicia de la Empresa Forestal Mininco (donde la policía asesinó al joven de 17 años Alex Lemún a fines del año pasado), nuevamente resultó escenario de la represión violenta de la Policía de Carabineros en contra de los mapuches, con un saldo de 8 detenidos y varios heridos.

El 18 de abril, la policía atacó con escopetas de balines de goma y gases lacrimógenos a unos 15 mapuches de las comunidades Agua Buena, Requén Lemún y Chequenco de Ercilla, con quienes habría mantenido más de media hora de disputas. El día siguiente se realizó a los detenidos una audiencia de control en el Juzgado de Garantía de Angol, y quedaron a disposición de la Fiscalía Militar por la supuesta agresión a un uniformado. Posteriormente, a petición de la fiscal Paula Villalobos, el juez de garantía resolvió mantener la prisión de los imputados, quienes aseguran haber sufrido graves golpizas durante su detención.

El fundo forestal de la empresa maderera Mininco es reivindicado por la comunidad Montutui Mapu del sector Aguas Buenas, comunidad de la familia Lemún. Es un ejemplo más de los predios donde existe permanente presencia policial. Allí, los carabineros, actuando como verdaderos guardias privados de las empresas, enfrentan incluso a niños y mujeres, lo que ha dejado decenas de heridos y baleados en los últimos años. El 7 de noviembre del 2002 la policía de carabineros hirió a quemarropa en la frente a Alex Lemún, quien falleció pocos días después. Ahora, las lesiones y detención de su hermano Armando en el ataque al Fundo Santa Alicia nuevamente abre esa herida que afecta a su familia y a todo el pueblo mapuche.

Las autoridades políticas chilenas y los poderes fácticos del empresariado forestal no han dimensionado que aumentar las dotaciones policiales, intensificar la represión e incrementar las persecuciones y encarcelamientos no detiene ni detendrá la lucha por los derechos territoriales. Tampoco el manejo de programas burocráticos asistencialistas del Estado, sus migajas, ni el errado enfoque a un contexto social exclusivo de pobreza. Por el contrario, ante la violencia histórica germinada por el Estado chileno en estos territorios con políticas de asimilación, sólo ha fecundado la defensa en una lucha por derechos inherentes. Hoy son cada vez más los jóvenes dispuestos a movilizarse. Las edades de los detenidos lo demuestran. ¿Cuántos Alex Lemún tendrán que ser asesinados antes que los poderes políticos chilenos cambien sus posturas y reconozcan y devuelvan los derechos y territorios de un pueblo?

Suplemento Ojarasca N° 73, La Jornada, mayo de 2003

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