Editorial #108 - Biodiversidad, sustento y culturas
La presencia y permanencia de los pueblos
"En este número, Biodiversidad, sustento y culturas vuelve a abrevar de lo que las organizaciones que se reconocen en la Alianza Biodiversidad pueden aportar, en experiencia, testimonios y sistematización desde Honduras, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Paraguay, Argentina y Brasil sobre los proyectos mineros que se aposentan en las regiones y las de Argentina, Ecuador y México sobre el modelo de agronegocios brutal que extrema los efectos del caos climático, envenena la vida y devasta los campos".
Esta pandemia, efecto despreciado del actuar de corporaciones y gobiernos con su devastación irrenunciable, ha colocado al mundo en una situación de fragilidad nunca antes vista (panorámicamente). El embate se multiplica. Es el acaparamiento de tierras y la consecuente expulsión de poblaciones que buscan un nuevo lugar en el mundo y en sí mismas. Es la sustitución forzada de las prácticas y estrategias ancestrales de los pueblos, por las chatas políticas públicas que traen tras de sí esquemas de sumisión, enganche y más despojo. Es la privatización de todo lo privatizable incluidas las semillas, clave de la vida.
Es empujar a que la gente no pueda decidir lo crucial y que se le “encamine” a asociarse con quienes van a utilizarla, predarla, deshabilitando sus modos de vida como forma de coerción cotidiana.
Otro embate viene del extractivismo, término bastante preciso porque enfatiza que las corporaciones llegan a llevarse, a sacar, sin importar devastaciones ni contaminación, envenenamiento o salud humana o del ambiente. Sin importar el agua, el aire o la idea que las comunidades tengan de cómo cuidarse y organizar su vida en colectivo. La minería, en particular, privilegiada por los gobiernos como actividad esencial, sin importar los efectos sobre los territorios y la vida de la gente.
Por eso, en este número, Biodiversidad, sustento y culturas vuelve a abrevar de lo que las organizaciones que se reconocen en la Alianza Biodiversidad pueden aportar, en experiencia, testimonios y sistematización desde Honduras, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Paraguay, Argentina y Brasil sobre los proyectos mineros que se aposentan en las regiones y las de Argentina, Ecuador y México sobre el modelo de agronegocios brutal que extrema los efectos del caos climático, envenena la vida y devasta los campos.
Un caso especial viene de la participación de Chile, desde donde nos envían todas las propuestas campesinas que se le hicieron a la Asamblea Constituyente, con el fin de refundar ese país al que Piñera tiene sumido en la represión, mientras en los hechos los casos de contagio se multiplican por la irresponsabilidad de las autoridades.
Esta vez no hay sección de noticias, ni el mosaico de fragmentos que constituye nuestra sección Un vistazo, muchas aristas, porque pensamos que todo lo compartido desde tantos rincones configura un gran mosaico latinoamericano de situaciones cada vez más urgentes, porque parecen inexorables, ahora potenciadas por las restricciones pandémicas, por el control digitalizado que se tiende sobre las urbes y los ámbitos rurales, se reproduce en los teléfonos digitales que recaban información para después usarla contra nuestra propia idea de la socialidad, sustituyen nuestros propios modos y tareas dejándonos fuera de procesos mientras nos hacen creer que tenemos más detalle y precisión que antes. Lo peor es que la digitalización (por aséptica que parezca) no puede existir sin minería, sin extractivismos, sin contaminaciones y sin la sumisión de infinidad de personas y colectivos concretos.
Pero la gente, desde sus enclaves de refugio o sus fronteras del asedio, se protege, se cuida, se guarda mientras busca organizarse para remontar tanto daño, tanto acoso, tanta mentira. La gente se junta, busca retejer sus vínculos, ordenar las ideas comunes, allegarse información, revivir las prácticas, los cuidados, las relaciones. Ante el aislamiento, las comunidades están empeñadas en volver a ser para permanecer y volverse más y más presentes, habitando plenamente el mundo.
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