Ecuador: Carta abierta de Esperanza Martínez a Rafael Correa
Reproducimos una carta abierta escrita por Esperanza Martínez en la que se refiere a la historia de la Iniciativa Yasuní-ITT, el contexto de la actividad petrolera en el Yasuní y las formas en cómo la ciudadanía se ve interpelada a responder ante este tipo de ataques absolutamente injustificados.
Durante el Enlace ciudadano 493, pregrabado en el Palacio de Carondelet y transmitido el pasado sabado 17 de septiembre en radio y televisión, el presidente Rafael Correa habló a la liquidación de la Iniciativa Yasuní-ITT y la explotación petrolera en el Parque Nacional. Durante su alocución se refirió en duros términos a algunas personas que impulsaron la iniciativa de dejar el crudo en el subsuelo, entre ellas a Esperanza Martínez, actual presidenta de Acción Ecológica y que ha trabajado durante más de veinte años en el Yasuní monitoreando y denunciando las actividades petroleras contaminantes e irresponsables con la naturaleza y los pueblos indígenas.
Reproducimos una carta abierta escrita por Esperanza Martínez en la que se refiere a la historia de la Iniciativa Yasuní-ITT, el contexto de la actividad petrolera en el Yasuní y las formas en cómo la ciudadanía se ve interpelada a responder ante este tipo de ataques absolutamente injustificados
Carta abierta de Esperanza Martínez a Rafael Correa
Cuando en el año 2005 trabajé junto con mi organización la propuesta de dejar el crudo del Yasuní bajo tierra y en su lugar demandar una contribución internacional considerando que era un esfuerzo que contribuiría a enfrentar el cambio climático, yo no lo conocía a usted señor presidente; honestamente antes de esa fecha muy poca gente lo conocía a usted.
La propuesta fue recibida en el 2007 por Alberto Acosta, quien sí era muy conocido por su trabajo académico, él desde su condición de Ministro de Energía del entonces nuevo gobierno, le dio un sentido de realidad a esta idea de dejar el crudo del Yasuní ITT en el subsuelo y logró colocar el debate en el propio Consejo Administrativo de Petroecuador.
La confusa idea de un plan A que realmente era B porque el Plan B era el que recibiría todo el impulso económico e institucional, fue sin duda suya. A pocos se les podía ocurrir una idea así.
Nadie duda que fue suya la estrategia de pedir contribuciones y al mismo tiempo insultar a los contribuyentes, la de hablar de los Pueblos Aislados y de la Naturaleza y al mismo tiempo desconocerlos, o el afirmar que no se explotaría el Yasuní pero dar la licencia ambiental para hacerlo en el bloque 31 (corazón del Yasuní), o abrir un fideicomiso y al tiempo hacer rondas petroleras para ofertar el ITT.
Hágase responsable, señor presidente, fueron esas las razones por las que fracasó la iniciativa.
Usted a mí no ha tenido ni el agrado ni el desagrado de conocerme, mi nombre y el de Acción Ecológica, le molestan porque sabe que representamos a ese sector de gente que no cambia de posición, que desde sus espacios de trabajo construye ideas, puentes, que no le interesa el poder; pero además, representa para usted un pretexto para mantener su estilo de actuar como “el hombre fuerte” insultando siempre a alguien, e implacable con las mujeres.
Desde la sociedad hicimos todos los esfuerzos posibles para acercarnos y acercar a las y los ecuatorianos a la belleza del Yasuní, la reserva más importante de este país. Recogimos 756 mil firmas que después nos fueron arrebatadas; resistimos a sus insultos cotidianos, a las agresiones; convencimos a parlamentarios de muchos países; dimos señales que ilusionaban al mundo entero.
El Yasuní se volvió una utopía.
La factura por enterrar, o más claramente por embarrar la utopía, sin duda es alta, sobre todo cuando las palabras perdieron credibilidad y los estilos machistas se volvieron cansones.
Esperanza Martínez
(Escribo como ciudadana, no como presidenta de Acción Ecológica)
Fuente: Acción Ecológica