Declaración sobre Ayuda Alimentaria y Alimentos Transgénicos
Adjunto les estoy enviando la Declaratoria sobre ayuda alimentaria y alimentos transgénicos que se elaboró en el Encuentro Internacional que sobre este tema se llevó a cabo en Quito, Ecuador 6- 9 de Agosto de 2001
Declaratoria que recoge nuestra línea política y nuestras demandas sobre el tema, será presentada en la cumbre mundial de alimentos para evidenciar y dar a conocer públicamente que los programas sistemáticos de ayuda alimentaria vulneran la soberanía alimentaria de los pueblos que la reciben y son un mecanismo de subvencionar a la industria biotecnológica norteamericana y distribuir e introducir indiscriminadamente transgénicos.Si quieren sumarse a esta declaratoria, por favor envíen su nombre, organización y dirección a transgen@accionecologica.org.
Saludos cordiales,
Elizabeth
Red por una America Latina Libre de Transgenicos Casilla 17-15-246-C Quito - Ecuador Telfaxes: (593 2) 547516 / 527583
Declaración sobre Ayuda Alimentaria y Alimentos Transgénicos
Las organizaciones presentes en el II Encuentro de la Red por una América Latina Libre de Transgénicos, hacemos la siguiente DECLARACION con el fin de establecer nuestros principios de lucha y exigencia en lo que respecta a la Ayuda Alimentaria
CONSIDERANDO
1. Que el Principio de Precaución, reconocido en varios instrumentos jurídicos internacionales, establece que la falta de evidencia científica no puede impedir que se tomen las medidas preventivas para evitar los riesgos de una acción u omisión que pueda ocasionar impactos negativos tanto ambientales como a la salud humana.
2. Que la ayuda alimentaria ha servido como herramienta para que los donantes -sean estos países, organismos internacionales, industrias o personas- intervengan lesionando la soberanía alimentaria del país receptor, produciendo la destrucción de sus sistemas productivos y la creación de dependencia. Estos programas han demostrado ser una vía eficaz para introducir alimentos transgénicos, al igual que otros alimentos rechazados en los mismos países de donde provienen.
3. Que la ayuda alimentaria descontextualizada de realidades y necesidades de las poblaciones genera impactos sociales, económicos, culturales y políticos negativos sobre la agricultura local y el ambiente, tales como: la erosión y la perdida de la biodiversidad, del conocimiento tradicional y de la soberanía alimentaria; socava la capacidad de autogestion individual y colectiva, genera el éxodo y el desempleo y promueve cambios drásticos en los modelos de producción y hábitos de consumo.
4. Que la ayuda alimentaria debe concebirse como la cooperación solidaria por parte de un país, organismo internacional, industria o persona hacia otro u otros que tienen necesidad de suplir deficiencias de alimentos en un momento y espacio determinados; por lo tanto, esta no puede socavar la soberanía alimentaria de quienes la reciben.
5. Que el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas no cuenta con una política clara frente al tema de los organismos genéticamente modificados o transgénicos; por lo que este organismo se ha convertido en una herramienta para la introducción ilegítima de alimentos transgénicos a través de la ayuda alimentaria.
6. Que la Soberanía Alimentaria es uno de los pilares fundamentales de la Soberanía de los Pueblos y las Naciones, que como objetivo de Política implica la determinación y el abastecimiento de los requerimientos de los alimentos de la población con la producción local y nacional. La defensa de la Soberanía Alimentaria se traduce en la capacidad de autoabastecimiento con garantía de acceso físico y económico a alimentos inocuos y nutritivos que tiene la unidad familiar, la localidad y el país mediante el control del proceso productivo, de manera autónoma, con la promoción y/o recuperación de las practicas y tecnologías tradicionales, que aseguren la conservación de la biodiversidad, la protección de la producción local y nacional, garantizando el acceso al agua, la tierra, los recursos genéticos y los mercados justos y equitativos con el apoyo gubernamental y de la sociedad.
7. Que los Medios de Comunicación deberían jugar un papel importante en fortalecer la Soberanía Alimentaria, comunicar e informar situaciones de pobreza, emergencias y desastres; y que no obstante, pueden ser utilizados para debilitar la Soberanía Alimentaria, distorsionando la realidad y así ser instrumentos de imposición de ayuda alimentaria.
8. Que los foros internacionales deben promover el respeto y reconocimiento de los derechos humanos fundamentales, las capacidades y habilidades que tienen los pueblos y comunidades de dar respuestas a las necesidades y demandas alimentarias en correspondencia con su cultura y la protección de la biodiversidad.
DECLARAMOS:
1. El rechazo contundente a la Ayuda Alimentaria que se otorga y recibe de manera sistemática y permanente por parte de países, organismos internacionales, industrias o personas, por estar socavando la base de la Soberanía Alimentaria y estar descontextualizada de las realidades y necesidades de las poblaciones a las que están dirigidas.
2. En aplicación al principio de precaución, rechazamos los Programas de Ayuda Alimentaria que distribuyen, por acción u omisión, alimentos y productos transgénicos, elaborados a partir de organismos genéticamente modificados o que contengan ingredientes transgénicos; los que no cumplen con una total seguridad e inocuidad y los restringidos o rechazados en cualquier país, por aspectos sociales, culturales, legales o de salud publica. Toda ayuda alimentaria debe ser etiquetada con información completa y veraz de acuerdo con la normativa internacional.
3. Que, como una expresión de Soberanía, los gobiernos y autoridades que intervengan en programas nacionales de ayuda alimentaria deben basarse preferentemente en la producción y los excedentes nacionales para resolver la escasez en situaciones de emergencia. Para esto, deben destinar recursos para estabilizar el sector agrícola con el enfoque de la agricultura social, económica y ambientalmente sustentable, no supeditada a imposiciones y condicionamientos políticos, técnicos o económicos.
4. Que la ayuda alimentaria solamente debe aceptarse de manera solidaria en situaciones de emergencia real, y no debe utilizarse como arma de guerra, de control de los países receptores, de instrumento político electoral y tampoco debe establecerse indefinidamente ni crear situaciones de paternalismo y conformismo.
5. La ayuda alimentaria debe estar dirigida a establecer la reconstrucción de los sistemas de vida y producción local existentes antes de la emergencia, sin desvirtuar su verdadero propósito humanitario.
6. Que la ayuda alimentaria solidaria debe ser cultural y socialmente adecuada, de tal forma que no genere cambios en las costumbres ni en los sistemas productivos tradicionales, y no cree dependencia, deuda, empobrecimiento erosión y perdida de la Soberanía Alimentaria en las poblaciones a las que esta dirigida.
7. Los animales, semillas y otros materiales reproductivos entregados en los programas de ayuda alimentaria no deben proceder de algún tipo de tecnología que altere los sistemas de producción local, la biodiversidad, los sistemas de vida y la soberanía alimentaria.
8. Promover entre los medios de comunicación la difusión veraz y oportuna sobre la pobreza, situaciones de emergencia y desastres, estimulando la autogestión y que en ningún momento se convierta en instrumento para la intervención alimentaria externa.
9. Nuestro rechazo a la inmunidad explícita del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, el cual debe ser examinado, por lo que solicitamos sea objeto de una auditoria internacional independiente que examine la viabilidad económica, social, tecnológica, cultural y ecológica de la ayuda alimentaria.
10. Demandamos transparencia en el acceso y manejo de información sobre los programas de ayuda alimentaria, así como también que se garantice la participación de la sociedad civil en el monitoreo y vigilancia de su implementación.