Declaración pública de las organizaciones ciudadanas de los países que integran el grupo Cairns

Como organizaciones gremiales y sociales sin fines de lucro de los países que integran el Grupo Cairns, seguimos con gran interés y preocupación las deliberaciones que tendrán lugar en Punta del Este, del 3 al 5 de septiembre, en las que los gobiernos de nuestros países fijarán posición con respecto a la agenda y al alcance de la Conferencia Ministerial de la OMC a celebrarse del 9 al 13 de noviembre en Doha, Qatar

Si desea adherir a esta declaración escriba a Alberto Villarreal y Pacris Kelbauskas, REDES Amigos de la Tierra, comerc@redes.org.uy consignando el nombre de la organización/País, persona responsable y dirección postal y/o correo electrónico.

Frente a la convocatoria a una nueva ronda amplia de negociaciones comerciales
Bien conocidas son las dificultades que ha enfrentado el proceso de liberalización comercial encabezado por la OMC después del fracasado lanzamiento de la 'Ronda del Milenio' en la conferencia ministerial de 1999 en Seattle, EE.UU. Antes que ceder, es evidente que día a día aumentan las críticas desde las organizaciones sociales referidas al proceso de liberalización comercial y financiera y sus impactos ambientales, sociales y económicos, al mismo tiempo que aumenta la inconformidad de un número creciente de gobiernos de los países en vías de desarrollo con respecto a la democracia interna de la organización y a la implementación e impactos de los acuerdos existentes.

Visto y considerando que:

Contrariamente a lo que era la promesa, los acuerdos emanados de la Ronda Uruguay del GATT -hoy comprendidos en la OMC- no han traído beneficios para todas las partes, particularmente para los pueblos de los países menos desarrollados y en vías de desarrollo;
Al interior de la OMC persisten prácticas de funcionamiento antidemocráticas y excluyentes que a nombre de la búsqueda de consensos silencian efectivamente la voz de muchas naciones empobrecidas, desvirtuando el principio básico de un voto por país, y que merced a esos procedimientos priman siempre los intereses de las empresas de los países y bloques comerciales más poderosos en el mundo --Norteamérica, la Unión Europea y Japón-en desmedro de los intereses sobre todo de los pueblos del tercer mundo;
Nuestros propios gobiernos han privado a sus ciudadanos del derecho a intervenir directamente, o indirectamente a través de los parlamentos nacionales, en la definición de las prioridades nacionales en el contexto de esas negociaciones de importantísimo carácter, que definen en buena medida el derrotero próximo de nuestras naciones;
El Secretariado de la OMC, en lugar de actuar imparcialmente, ha tomado partido abiertamente por el impulso de una nueva ronda amplia de negociaciones tendientes a la liberalización del comercio en nuevas áreas de la actividad económica y a la profundización del proceso en las áreas ya acordadas, en apoyo a las propuestas de la UE secundadas por EE.UU.;
La mayor parte de los países del tercer mundo se muestran muy reticentes a aceptar una nueva ronda amplia de negociaciones, en la medida en que sus reclamos en torno a los problemas de implementación de los acuerdos vigentes han sido desoídos por el secretariado de la OMC y sus socios mayores, EE.UU., la UE y Japón;
En el contexto de una nueva ronda amplia de negociaciones, encarada como 'emprendimiento único', prima la modalidad de 'ceder' sectores de la economía nacional al capital transnacional a cambio de cuotas de mercados de exportación para algunos sectores de la economía nacional de nuestros países, y que nuestros gobiernos jamás recibieron mandato popular para ese 'toma y daca' inconsulto que desconoce los intereses de nuestros pueblos.
En vista de todo lo antedicho, los abajo firmantes declaramos nuestro apoyo a la declaración internacional "Nuestro Mundo No Está en Venta" (http://www.canadians.org) y reclamamos que los gobiernos de nuestros países, miembros del Grupo Cairns:

n se comprometan a rechazar cualquier tentativa de lanzar una nueva ronda amplia de negociaciones comerciales y la inclusión de nuevos 'temas' en el marco de la Conferencia Ministerial de la OMC en Doha;

n se comprometan a exigir una moratoria en la negociación de nuevos compromisos de liberalización de los mercados en aquellas áreas donde ya hay acuerdos;

n se comprometan a exigir, en cambio, la revisión sustantiva de todos los acuerdos de la OMC y el GATT, a fin de evaluar en profundidad y corregir los graves impactos sociales y ambientales que implican esos acuerdos, antes de avanzar en ningún proceso de liberalización comercial;

n se comprometan a democratizar, en cada uno de nuestros países, el debate y las decisiones en torno a los acuerdos de libre comercio, ya sean ellos bilaterales, subregionales, regionales o mundiales, sometiendo a debate y decisión popular cualesquier pasos en esa dirección.

Frente a las negociaciones en el sector agropecuario
Además, en virtud de la especificidad de intereses del Grupo Cairns en torno a la defensa de las exportaciones agropecuarias de los sectores agroexportadores de nuestros respectivos países, y visto y considerando que:

El Acuerdo Agrícola de la OMC ha resultado ruinoso para la mayoría de los agricultores y agricultoras de nuestros países, especialmente para los pequeños y medianos productores, para la agricultura campesina e indígena y la agricultura familiar, así como para la biodiversidad y el medio ambiente local y global;
La rebaja o eliminación de aranceles y la apertura de nuestros respectivos mercados domésticos (unilateral o como consecuencia del AoA u otros acuerdos de libre comercio, bilaterales, subregionales o regionales) a importaciones agropecuarias a precios por debajo del costo de producción a nivel nacional (a menudo subsidiadas en origen) ha resultado en la quiebra y la expulsión del campo de un número creciente de los pequeños y medianos productores agropecuarios que normalmente abastecían al mercado interno, en cosecuencia poniendo en serio riesgo la producción agropecuaria y la soberanía y seguridad alimentaria de cada una de nuestras naciones;
El AoA ha perpetuado un sistema de subsidios que promueve la concentración de la tierra y otros recursos productivos y un sistema agropecuario contaminante y depredador, dependiente de altos insumos externos y orientado hacia las exportaciones del que sólo se benefician las grandes transnacionales agroquímicas y semilleristas, los grandes procesadores agroalimentarios, las grandes cadenas de supermercados y una minoría de los grandes productores de cada uno de nuestros países;
En lugar de combatirlo enérgicamente, el AoA ha perpetuado la nociva práctica del dumping agroalimentario --principalmente de excedentes altamente subsidiados en el Norte, pero también en las relaciones comerciales Sur-Norte y Sur-Sur- con consecuencias sociales y económicas devastadoras en cada uno de nuestros países;
Lo que se ha impuesto en la actualidad no es realmente un mercado mundial de productos agropecuarios sino un intercambio de excedentes de producción entre grandes empresas transnacionales las cuales definen a su antojo el precio mundial de los productos, pero a pesar de esos enormes excedentes en la producción agropecuaria el hambre en el mundo continúa creciendo a la sombra del AoA, a la par de la desintegración de los sistemas productivos nacionales, base de la soberanía y seguridad alimentaria de los pueblos en cada uno de nuestros países;
La desregulación de los mercados promovida por el AoA, el SPS y el TBT ha facilitado la erosión del principio de precaución en el intercambio de productos agroalimentarios y la invasión de los mercados con semillas, raciones y productos alimentarios procesados cuyo origen son cultivos transgénicos o manipulados mediante técnicas de ingeniería genética --potencialmente nocivos para la salud y devastadores de la biodiversidad agrícola y natural, creados por las mismas empresas agroquímicas y semilleristas que impulsaron la tristemente célebre revolución verde en la agricultura-- constituyendo un serio riesgo para la biodiversidad silvestre y agrícola claves para la seguridad alimentaria mundial y potencialmente para la salud de los consumidores y una grosera afrenta contra su derecho a la información sobre el origen y contenidos de los productos de consumo y su derecho de elección.
La voz de los que padecen hambre, de los pequeños y medianos productores, de los campesinos e indígenas y los productores familiares, de los trabajadores rurales y de la industria agroalimentaria, de los consumidores y los ecologistas no está representada en el Grupo Cairns ni en las negociaciones agrícolas de la OMC, a las que si tienen acceso privilegiado las grandes empresas semilleristas, agroquímicas y del sector agroalimentario, así como las asociaciones de los grandes productores empresariales agroexportadores de nuestros países;
Las normas del acuerdo TRIPS de la OMC despojan a las comunidades indígenas y campesinas y a los agricultores del mundo de sus derechos tradicionales y de recursos básicos como son las semillas y los conocimientos, entregándole como propiedad privada a grandes empresas transnacionales el rico patrimonio genético y fitogenético de la humanidad, mediante la concesión de patentes y otros derechos de propiedad intelectual sobre todo tipo de materia viviente;
Los dictámenes del mecanismo de resolución de controversias (que siempre falla a favor de los más grandes intereses empresariales, sin distinción de países) y el conjunto de los acuerdos de la OMC que afectan a la agricultura y la alimentación constituyen una violación flagrante del derecho fundamental a la alimentación y a la soberanía alimentaria de los pueblos,
En razón de lo antedicho, los abajo firmantes nos comprometemos a luchar por la soberanía alimentaria de nuestros pueblos; por el establecimiento de sistemas agropecuarios y alimentarios de producción e intercambio sustentables, y para lograr que todo lo relativo a la agricultura y la alimentación no continúe siendo negociado en el ámbito de la OMC.

En virtud de ello, exigimos que los gobiernos de nuestros países, miembros del Grupo Cairns, adopten las siguientes medidas inmediatas:

Tomar medidas urgentes para remover a la alimentación y a la agropecuaria del ámbito de control de la OMC mediante el desmantelamiento, entre otros, del Acuerdo sobre Agricultura y el Acuerdo sobre Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relativos al Comercio.
Poner fin a la imposición de aceptar el ingreso de productos importados que representen como mínimo el 5% del consumo nacional.
Iniciar una discusión sobre un marco institucional alternativo para regular el comercio de productos agropecuarios y alimentos, que debería tener como principales cometidos:
- Garantizar el derecho de los pueblos a la soberanía alimentaria;

- Promover la producción doméstica de alimentos bajo sistemas productivos socialmente equitativos y ambientalmente sustentables;

- Proteger los derechos de las comunidades indígenas, campesinas, rurales en relación a la gestión de los recursos naturales en general y a la biodiversidad, los recursos genéticos y el conocimiento asociado en particular;

- Prohibir el dumping de productos agropecuarios para proteger la producción doméstica de alimentos, evitando que los excedentes sean volcados a los mercados internacionales a precios por debajo del costo real de producción;

- Prohibir los subsidios a las exportaciones y a la agricultura industrializada fuertemente dependiente de insumos químicos externos y que atenta contra la biodiversidad y los recursos naturales en general;

- Prohibir las patentes sobre la vida y los derechos de propiedad intelectual relativos a la agricultura;

- Proteger el derecho de los consumidores a conocer la procedencia y contenidos de los alimentos que consumen y las prácticas y tecnologías utilizadas en la producción, principalmente se deberá regular el comercio de alimentos y productos agropecuarios transgénicos a partir del reconocimiento pleno del principio de precaución.

Generar políticas nacionales tendientes a:
- Priorizar la producción alimentaria para el mercado interno antes que la producción para la exportación

- Promover la producción sustentable y el desarrollo de sistemas alimentarios y mercados locales a fin de lograr la soberanía alimentaria

- Garantizar una remuneración adecuada para la producción familiar, campesina e indígena

- Proteger los mercados internos de las importaciones a precios por debajo de los costos de producción a nivel nacional

- Abolir los subsidios directos e indirectos a las exportaciones

- Garantizar el acceso equitativo a la tierra, el agua, las semillas, los créditos y otros recursos productivos

- Prohibir las patentes sobre la vida y la apropiación de la biodiversidad agrícola y el conocimiento asociado mediante los regímenes de propiedad intelectual

- Proteger los derechos de las comunidades en relación a la gestión de los recursos naturales

- Garantizar la calidad de los alimentos y los procesos productivos, a fin de proteger la salud de la población y el medio ambiente

- Proteger el derecho de los consumidores a conocer la procedencia de los alimentos, los contenidos y las tecnologías utilizadas en la producción

- Prohibir la producción de semillas, raciones y alimentos transgénicos

- Controlar las enfermedades evitando su diseminación, garantizando al mismo tiempo la seguridad e inocuidad de los alimentos

Impedir el desarrollo de monopolios en la producción agropecuaria y en el sistema alimentario mediante la promulgación de leyes anti-monopólicas

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