¿Cumbre del Mercosur o Cumbre de la República Unida de la Soja?

En el año 2003, la corporación Syngenta publicó un aviso publicitando sus servicios en los suplementos rurales de los diarios argentinos Clarín y La Nación bautizando con el nombre de “República Unida de la Soja” a los territorios del Cono Sur en los que se sembraba soja, integrados por Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia.

A partir de allí, esta declaración explícita de neocolonialismo quedó como “marca de fábrica” del proyecto que desde las corporaciones se estaba instrumentando. En los siguientes años se produjo en estos países una embestida de las corporaciones del agronegocio sobre los territorios y las instituciones imponiendo nuevos transgénicos, mayores riesgos por aplicación de agrotóxicos de mayor peligrosidad y en mayor cantidad y cambios en las políticas que sólo tiene precedentes en la primera imposición de los transgénicos, durante la segunda mitad de los años 90.

Solo la sumisión a estas políticas corporativas, explican los actuales 500 millones de litros de agrotóxicos que por año, en Argentina, se arrojan sobre la parte más poblada del país. Con su secuela de enfermedades en aumento, inundaciones, y expulsión de los humildes del campo a las villas periféricas, a merced de los narcos.

Salvo el intento honroso de modificar esta realidad por parte del gobierno boliviano frente a la fuerte agro-burguesía de Santa Cruz de la Sierra.

Hoy nos visitan los presidentes responsables de este modelo de sometimiento, concentración de la tierra y muerte prematura de la población: nuestro presidente Mauricio Macri, Abdo Benítez, Tabaré Vázquez y Bolsonaro y que son los exponentes de la impunidad de Monsanto/Bayer, Syngenta, Cargill, junto a todas las agroexportadoras y demás grupos parasitarios y financieros que se benefician con este modelo agroindustrial.

No hay por parte de los pueblos nada que celebrar con la llegada de estos mandatarios, que de manera obsecuente han permitido este modelo de concentración de riqueza en pocas manos, con su contracara de pobreza, envenenamiento y modificación genética de nuestra semilla, haciendo químico dependiente a todo nuestro campo, el ayer llamado “granero del mundo”. Los pueblos no nos hacemos eco de una falsa fiesta de países vecinos. Los pueblos fumigados denunciamos a estos mandatarios por ser cómplices de estas políticas genocidas.

Queremos otro modelo productivo, sano, agroecológico y amigable con la madre naturaleza, que no es una mercancía.

¡Queremos leyes socio ambientales que nos protejan!

¡Un modelo que nos alimente, que no nos enferme!

¡Políticas equitativas y justas que eviten la concentración de la riqueza!

Y desde Santa Fe exigimos:

¡Modificación de la ley N°11273/95 con 1500 m de zona de resguardo y prohibir las fumigaciones aéreas, una ley de silos que los aleje de las viviendas y una ley de promoción de la agroecologia, ya!

Santa Fe, 17 de julio de 2019.

Multisectorial Paren de Fumigarnos – Santa Fe

Temas: Agronegocio, TLC y Tratados de inversión

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