Contra la minería y otras operaciones extractivas. Una guía para la resistencia
Pesa a que las compañías extractivas son poderosas, también son vulnerables. Existen maneras de detenerlas o reducir al mínimo el daño que causan. Se requiere mucho trabajo y persistencia, pero la recompensa es la buena salud de su comunidad y su entorno, y el disfrute continuado de la vida.
Por Carlos Zorrilla,con Arden Buck y David Pellow
2a. Edición -2016
La actividad minera y las otras industrias extractivas están entre las actividades más destructivas del planeta, especialmente para comunidades indígenas y agrícolas. En la minería a gran escala, se procesan enormes cantidades de tierra y subsuelo y se utilizan cantidades inimaginables de agua y se dejan enormes cantidades de material tóxico. Los efectos pueden durar varias generaciones, o siglos. Las culturas y la vida comunitaria se trastornan de tal manera que se puede requerir varias generaciones para que se recuperen. Estas industrias, a menudo con la complicidad de los gobiernos, han perpetrado abusos graves contra los derechos humanos y, a veces han obliterado a culturas enteras. Un estudio en 2015 demuestra que las fallas catastróficas de los vertederos mineros en todo el mundo están aumentando en frecuencia y severidad.
La resistencia a los proyectos de extracción está creciendo en todo el mundo. La resistencia es un trabajo duro, pero las consecuencias de la aceptación de la actividad minera por lo general son mucho peores. ¡EL ÉXITO ES POSIBLE!
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