Breve brochazo del sector agrario de Ecuador

Idioma Español
País Ecuador
Decidimos acompañar este “brchazo del sector agrario de Ecuador, con fotos de un proyecto campesino agroecológico en Tierra Blanca, Cartago, Costa Rica, por el valor del proyecto y su sentido de compañerismo con las luchas campesinas en Latinoamérica. Las fotos son de Víctor Josué Garita Rivera

En 1970 comenzó el proceso de modernización de la agricultura ecuatoriana, decisión de élites, no fue modelo consensado ni consultado con todos los sectores del agro. Consistió en la aplicación del modelo de la Revolución Verde y en el uso de semillas mejoradas y certificadas. Esto ha tenido un impacto brutal.

Con la llegada de este modelo llegaron las piladoras industriales que reemplazaron el pilón artesanal, la piladora industrial sólo permite el paso del grano de arroz largo y 150 variedades de arroz tradicionales prácticamente han desaparecido. Sólo usamos los arroces mejorados de grano largo. Esto ha pasado con hortalizas y otras variedades.

Hace más de dos años la FAO hizo una evaluación de qué había pasado con la implementación de este modelo y su conclusión es que: alrededor del 50% de pequeños agricultores, campesinos en ese entonces, ahora son agricultores consolidados, ¿qué quiere decir eso? Son agricultores que usan sistemáticamente el paquete híbrido-mecanizado, las semillas híbridas de última generación y están encadenados en situaciones de desventaja a las grandes cadenas agroindustriales (arroz, maíz, papa, leche, etcétera).

En el 2000, una coalición de organizaciones campesinas e indígenas nos opusimos a la imposición del ALCA y del TLC con EUA. Producto de esa lucha levantamos la bandera de la soberanía alimentaria, pues varias organizaciones somos parte de la CLOC-Vía campesina.

Nuestra agenda de la soberanía alimentaria en el 2008 fue incorporada casi en su totalidad en la Constitución ecuatoriana. Ésta reconoce y garantiza la soberanía alimentaria, los derechos colectivos de los pueblos indígenas, los derechos de la naturaleza, impide la entrada de OVM, crea un fondo de tierra.

En 2013 el gobierno progresista de Rafael Correa dio un viraje hacia la derecha y justo en ese periodo comenzó la imposición de leyes adversas. El objetivo de Correa era la firma del TLC con la UE que se firmó en 2017, pero los condicionamientos básicos eran cambiar algunas leyes, como la ley de tierras. La que nosotros presentamos con el respaldo de 44 mil firmas sirvió de papel para otros usos porque finalmente se impuso otra ley. Esa ley no le pone límite al latifundio, permite la compra de tierras de extranjeros sin límites, pone precio de mercado a la tierra, una familia campesina no podrá jamás comprar tierra en Ecuador por el costo.

Nos impusieron una ley que tiene un nombre sui generis, se llama “El código integral de la economía social de los conocimientos y la innovación tecnológica”, nosotros la llamamos vulgarmente el “Código de Ingenios”. Esta ley modificó 10 leyes, entre ellas: la ley de propiedad intelectual y la ley de derechos de obtentor, que son las que impactan más en el tema de semillas.

Y claro, hay una ley de sanidad agropecuaria que homologa las normas de Ecuador con las de la UE. Es decir, si un queso de la UE tiene estas condiciones, el queso de Ecuador debe tener las mismas. El 90% del queso que se consume en Ecuador no tiene registro sanitario, para que tengan una idea, porque es elaborado de manera artesanal por las familias del campo que tienen sus vacas y nosotros hemos comido ese queso y no nos hemos muerto. Comenzó una criminalización, una persecución a las organizaciones que no cumplían las normas de sanidad agropecuaria, pero la resistencia campesina logró tumbar todo eso. Hemos logrado que no se aplique ese tratado en relación a las semillas.

Desde 2017 venimos en una resistencia tremenda a la imposición del modelo neoliberal que se viene aplicando en Ecuador. Esta resistencia dio fruto en dos movilizaciones que conmovieron a todo el país: octubre 2019 y junio del 2022. Nuestro objetivo era frenar el paquete neoliberal y lo logramos parar.

Hay cosas que sí preocupan. Algo paradójico es que en este proceso de modernización del agro, miles de pequeños productores e indígenas han pasado a cultivar flores, rosas particularmente, y una de las demandas de las movilizaciones del 2022 fue el no pago de las regalías por el uso de las semillas de flores, obviamente nos aplicaron la ley a rajatabla. El Instituto de Propiedad Intelectual nos dijo “no señores, tienen que pagar”. Esto está vigente.

Como resultado de la movilización del 2022, presentamos una agenda y un tema es la defensa y recuperación de las semillas que se han ido perdiendo.

Pero hay cuestiones que hizo la FAO: una nacionalidad kichwa de la Amazonia ecuatoriana tenía un modelo ancestral de manejo de maíz, cuando el río Napo baja el agua quedan unas vegas enormes y ellos lo que hacían era tirar el maíz al voleo y regresaban a cosechar, con una producción de 60-65 quintales por hectárea y un costo no mayor a 3 dólares por quintal. Pero la FAO dijo que podían producir más e introdujo un híbrido de última generación con un paquete de 8-10 sacos de fertilizante por hectárea. La cuestión fue que se perdió la semilla del maíz, desapareció, porque ellos no son todavía agricultores, son recolectores, que tiran semilla y regresan a cosechar. Ventajosamente el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) tiene el banco de germoplasma más grande y es el banco oficial de semillas del Ecuador, hemos logrado recuperar esa semilla y devolverles a los kichwas del Napo la semilla ancestral que se perdió por la acción “benéfica” de la FAO.

Desde 2017 venimos en una resistencia tremenda

 a la imposición del modelo neoliberal

que se viene aplicando en Ecuador

Foto: Víctor Josué Garita Rivera

Además, hemos peleado en esta agenda del 2022, logramos la aprobación de un programa que se llama Fortalecimiento de la Agricultura Familiar y Campesina, con énfasis en la agroecología y la recuperación de las semillas ancestrales. Obviamente, los cambios de gobierno dificultan estas negociaciones, pero nos toca seguir peleando para que el programa se ejecute.

Foto: Víctor Josué Garita Rivera

Logramos la aprobación de un Plan Nacional de Biofábricas, hemos comenzado a implementar con organizaciones campesinas la elaboración de bioinsumos.

En Ecuador, a pesar de todos los golpes que nos han dado, las resistencias han tenido sus frutos. Por ejemplo: no hemos permitido la entrada de semillas transgénicas a pesar de que se estaba sembrando y se vendía soja transgénica clandestinamente. Se logró que la Sala Constitucional declarara inconstitucional eso y se eliminó. No hay en el Ecuador semillas transgénicas, no se siembran en absoluto. Tampoco hay una aplicación plena de la ley de semillas. Ésta dice que “se permite la libre circulación de las semillas nativas y criollas, campesinas, pero para su comercialización debe cumplir los estándares y normas que rigen para las semillas certificadas, es decir, deben ser homogéneas”, etcétera etcétera. No podemos cumplir esta norma pero tampoco se nos reprime por la aplicación de la ley.

Seguramente pronto estaremos en las calles, porque estamos en un estado de guerra interno, que nos ha llenado de miedo a todos porque todo aquel que protesta será considerado terrorista con una sentencia de 3-7 años de cárcel, pero vamos a vencer el miedo y vamos a seguir resistiendo. •

El texto de Fabián Calispa es su intervención en el Encuentro Mesoamericano en Defensa del Maíz que se llevó a cabo entre el 11 y el 14 de abril
de 2024 en el Centro Especializado en Agricultura Orgánica en Cartago, Costa Rica Foto: Víctor Josué Garita Rivera. Tierra Blanca, Cartago, Costa Rica

Temas: Tierra, territorio y bienes comunes

Comentarios