Bolivia: las Represas del Madera en el Día Internacional de Acción contra las Represas y en Defensa de los Ríos, el Agua y la Vida

En 1997 el primer Congreso Internacional de Afectados por represas decidió conmemorar, el 14 de marzo, como el día Internacional de Acción contra las Represas y en Defensa de los Ríos, el Agua y la Vida

El movimiento de oposición a las represas ha adquirido un gran impulso a partir de la publicación de un informe muy crítico publicado por la Comisión Mundial sobre Represas, así como por el intenso trabajo que han llevado a cabo organizaciones de América Latina, Asia y África. Además, los esfuerzos en Asia, Europa y Norteamérica por eliminar las represas existentes están siendo importantes.

El informe final de la Comisión Mundial de Represas presenta amplia evidencia de que las represas grandes no han logrado producir la electricidad ofrecida, suministrar el agua requerida, ni prevenir los perjuicios por inundaciones. Además estas obras superan los costos presupuestados y el tiempo de construcción, sin dejar de lado el desplazamiento de las poblaciones donde se construyen estos proyectos. Se estima que entre 40 a 80 millones de personas deben abandonar sus hogares con impactos que incluyen: sobre su economía, desintegración de sus comunidades y un incremento en sus problemas de salud mental y física. Siendo las poblaciones indígenas y campesinas las más vulnerables.

Asimismo la Comisión Mundial de Represas sostiene que "Los ríos, las vertientes y los ecosistemas acuáticos son los motores biológicos del planeta. Constituyen la base de la vida y de los medios de subsistencia de comunidades locales. Las represas transforman paisajes y crean riesgos de impactos irreversibles. Comprender, proteger y restaurar ecosistemas en el ámbito de la cuenca hidrológica es fundamental para promover un desarrollo humano equitativo y el bienestar de todas las especies".

Al respecto, el Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ha expuesto que: "Los diques hidroeléctricos en gran escala han resultado la causa de la destrucción de valiosas tierras agrícolas, la dislocación de comunidades enteras y la introducción de enfermedades transmitidas por el agua".

Las represas son una de las principales causas de pérdida de bosque, provocando de manera paralela, un problema de orden mundial como son los gases de efecto invernadero, más conocido como “calentamiento global”, esto debido a que en áreas inundadas de bosque se produce la putrefacción de la vegetación. Por lo que más de 45 mil represas en el mundo han inundado más de 400 mil kilómetros cuadrados de tierra. Estos embalses han inundado millones de hectáreas de bosque, en especial en la zona tropical. La construcción de las represas de Jirau y Santo Antonio, cuyo proceso esta amenazando sobre un río de aguas compartidas con Bolivia, causarán serios impactos al territorio, la vida y la cultura. Por esta razón: las organizaciones indígenas y campesinas del Norte Amazónico de Bolivia presentaron, el 7 de diciembre 2007, una solicitud de medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, debido al atentado inminente, por parte del gobierno del presidente Ignacio Lula da Silva, a los derechos y libertades proclamados en instrumentos internacionales que protegen derechos humanos. Las comunidades en riesgo y el Movimiento de Afectados por Represas de Brasil (MAB), se han adherido al recurso presentado por las organizaciones bolivianas y de manera conjunta piden al gobierno de Brasil detenga la destrucción de la amazonía y defienda la vida de sus habitantes.

Nuestra tierra y nuestros ríos no se venden,
nuestra tierra y nuestros ríos ¡se defienden!

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