Argentina - Universidad Campesina: diálogos de saberes en el monte
En el Encuentro Regional de Agricultura en Transición, organizado en Rosario entre el 23 y el 25 de agosto, participaron diversas organizaciones y movimientos sociales del Cono Sur. El Movimiento Nacional Campesino Indígena estuvo presente compartiendo su proyecto de universidad campesina: UNICAM SURI. Ubicada en el sur de Santiago del Estero, a 20 kilómetros de la frontera con Córdoba, cerca del pueblo Villa Ojo de Agua.
La UNICAM empezará en octubre con el “tronco común” y el año que viene con ocho trayectos pedagógicos que van desde la Agroecología y los Derechos Humanos hasta la Comunicación, la Arquitectura y la Medicina Popular.
Por Tomás Viu
11/09/2016
Vuelta al campo-diálogo de saberes-trabajo de base-memoria histórica, son algunas de las palabras que están escribiendo Paola, Margarita y Delfina en un papel afiche. Acaba de terminar la charla de la mañana en donde se compartieron distintas experiencias de América Latina en relación con la educación formal y no formal en agroecología. En el afiche dibujaron un suri, lo que comúnmente conocemos como avestruz. La Universidad Campesina SURI (Sistemas Universitarios Rurales Indocampesinos) es un espacio de formación “pensado desde el pueblo”. “Que la comunidad sea protagonista”, dijo Delfina hace un rato en la charla. Margarita Gómez, Paola Escudero y Delfina Ortega viven y trabajan en la UNICAM. Margarita es nieta de Raimundo Gómez, un viejo sabio del monte, uno de los fundadores del MoCaSe (Movimiento Campesino de Santiago del Estero). A veinte años del Movimiento rescataron en un libro los saberes ancestrales: “Cuando pensamos nuestro pasado, pensamos ante todo en nuestros viejos y en nuestras viejas. Recordamos a aquellas personas que le han dado forma a esto que somos y a esto que seguimos haciendo para cambiar lo que somos. Así vamos llenando la memoria de nombres, caras y sentidos; de identidad la llenamos. Recordar es volver a pasar por el corazón”.
¿Cuándo empezaron a pensar en una universidad?
Margarita- La Universidad Campesina se empezó a pensar en un acampe que le llamamos la Carpa Negra de La Simona, en el 2001. Fue muy conocida a nivel nacional y fue donde empezó toda la lucha del campesinado. En ese momento se hizo un intercambio entre ciudad y campo. En esa resistencia muchos compañeros pensaron: ¿por qué no una universidad campesina? En 2006 jóvenes de la Universidad de Buenos Aires y de Córdoba visitaron Santiago del Estero por unas pasantías e hicieron una encuesta a los jóvenes para ver qué queríamos estudiar. Salieron muchas cosas en esa encuesta, como el deseo de ser policía, chef, maestro o médico. Se empezaron a ver las demandas de la juventud y el hecho de que muchos jóvenes no terminábamos la escuela. En el 2007 nace la Escuela de Agroecología en el MoCaSe. Ahí se juntan cuarenta y cinco jóvenes de Santiago del Estero una semana al mes en una sede histórica del MoCaSe. En ese momento empezó más fuerte la idea de una universidad campesina. Después nació la Escuela de Agroecología en la UST, en Mendoza, y también en Córdoba.
Y empezaron a construirla…
M- En 2008 se empezó a construir la Universidad en Villa Ojo de Agua. La idea es que muchos jóvenes, no solamente de la organización, tengan la posibilidad de ir a una universidad. La universidad es del Movimiento Nacional Campesino Indígena y también de la CLOC y de la Vía Campesina. La construcción la están haciendo jóvenes de organizaciones y de algunas comunidades indígenas de Santiago que están viviendo en la universidad.
¿En qué consiste la educación en alternancia?
M- La idea es estar quince días en la universidad y cuarenta y cinco días en el territorio. Planteamos una educación en alternancia para que los jóvenes no nos desprendamos de nuestra comunidad. Para seguir produciendo y continuando la vida cotidiana que cada uno lleva. En otras universidades pasa que se desarraigan de los lugares, empiezan a estudiar y muchas veces no vuelven a sus territorios.
Paola- Es el mejor sistema pedagógico que hemos encontrado para eso que queremos en la Escuela de Agroecología, en la UNICAM y en todos los espacios de formación.
M- Todavía no empezamos con las clases pero se vienen haciendo muchas actividades del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), de la CLOC y de la Vía Campesina desde que se empezó a hacer el primer salón grande.
P- Esas actividades se hacen como UNICAM. Las clases iban a empezar en el 2013 pero las hemos ido atrasando por cuestiones de infraestructura o porque no terminábamos de afinar el tema curricular. A veces lo que pasa dentro de las organizaciones y la forma en que vamos discutiendo te va demorando.
M- Es una universidad que se está construyendo desde un movimiento nacional y también internacional. Se vienen haciendo actividades chicas y grandes. Se hicieron muchos campamentos latinoamericanos de jóvenes con más de mil quinientas personas. La idea es empezar con algunos módulos en octubre. Arrancar con el tronco común y para el año que viene ya empezar específicamente con las carreras.
Delfina- Son ocho trayectos pedagógicos: Agroecología; Comunicación Popular; Derechos Humanos, Tierra y Territorio; Artes y música populares; Medicina popular; Arquitectura popular; Tecnologías e industrias renovables; Economía popular y solidaria. La idea es comenzar con las materias del tronco común que son la base para todos los trayectos pedagógicos.
P- Primero está el ciclo básico que tienen todos los trayectos de la UNICAM y después las carreras. En el marco de cómo íbamos construyendo el trayecto de Comunicación, hemos hecho cuatro encuentros con talleres de comunicación popular.
D- El proyecto de universidad campesina va más allá de recibir estudiantes y formarnos. Es un proyecto mucho más integral, es un proyecto de vida. Estamos en una comunidad que está viviendo en la UNICAM mientras se está construyendo este espacio. La idea es que después sigamos viviendo en el lugar. Somos una comunidad campesina más dentro del MNCI que quiere promocionar un cierto modelo de vida. Por eso además de los edificios tenemos producción animal y vegetal que se ha ido ampliando mucho en los últimos cinco años. Es una forma de promocionar la agroecología no solamente desde la teoría sino también prácticamente. También nos relacionamos con otras comunidades campesinas haciendo un trabajo de base por los conflictos por la tierra que se están dando. Para nosotros es importante comunicar a través de nuestra radio comunitaria. Creemos que la universidad no es una isla en la sociedad o en el territorio sino que tenemos que construir juntos. Las personas que estamos viviendo en la UNICAM somos de distintas partes de Argentina y del mundo.
¿Cuántas personas viven en la UNICAM?
D- En la comunidad que estamos viviendo permanentemente somos entre treinta y cincuenta personas.
M- La UNICAM se creó como espacio comunitario. Hay compañeros viviendo en la universidad y también hay compañeros que van a las jornadas de trabajo. Mucha gente pasó por la universidad aportando algo. No hay una persona que esté diciendo cómo tienen que ser las cosas. La gente fue proponiendo y eso hizo que la UNICAM se haga de una forma u otra.
Construyendo con los recursos disponibles…
M- Con lo que se tiene se va armando. También está presente lo andino. La universidad está en un cerro. Es una construcción que muchas veces las comunidades del sur de Santiago no estamos acostumbradas a ver. Hay compañeros de Jujuy, Salta y Córdoba que fueron aportando a la construcción. Es una arquitectura de varias índoles. Está abierta a propuestas. La universidad va a funcionar con un equipo pedagógico donde la mitad van a ser compañeros y compañeras de la organización y la otra mitad van a ser compañeros de la universidad que van a estar dando las carreras.
¿Cuál es la diferencia más visible con respecto al resto de las universidades?
M- La diferencia es la construcción que se fue dando en la universidad, las materias que se van a dar y los compañeros que van a estar coordinando la currícula. Muchos de nosotros no terminamos la primaria o la secundaria. Algunos decidimos continuar la formación en las organizaciones. A través de las Escuelas de Agroecología vamos a tener la posibilidad de ingresar a una universidad y ese es un sueño que tenemos muchos jóvenes. La idea es que haya un ida y vuelta que muchas veces no se da en otras universidades. Somos todos iguales y todos aprendemos lo mismo. Hay que repartir las tareas. Nosotros hacemos el mate cocido, la comida, la limpieza. La diferencia es el vivir en comunidad; hacer las prácticas ahí mismo; garantizar nuestro alimento con la huerta que tiene la universidad; tener nuestra propia biblioteca; tener otra mirada del estudio; trabajar desde lo popular. La idea es que las comunidades campesinas que están lejos de la universidad sean parte también de esa construcción. Trabajar los quince días en la universidad y los otros cuarenta y cinco días seguir trabajando en el territorio.
También planteamos que sean los mayores los que vayan acompañándonos. La universidad está pensando que esos compañeros de más de sesenta años que vienen de otras comunidades sean una guía para nosotros y que reciban de parte de la universidad un reconocimiento que en otras universidades no tienen.
P- Si el espacio educativo no refleja el cómo se ha ido construyendo la UNICAM, algo vamos a estar haciendo mal. Es difícil decir cómo será, pero va a ser una universidad diferente.
En las sociedades modernas pareciera que las personas mayores no tienen lugar. Se trata de escuchar a las voces que tienen algo para decir…
P- Es la forma en que las comunidades han construido siempre. El saber se va transmitiendo. Las otras universidades tienen la cultura de lo escrito. Nosotros vamos a rescatar otras cosas, sin desconocer que también hay que aprender a escribir y a hacer la memoria escrita. Pero vamos a ir más por el lado de la cultura oral. Rescatar esa otra forma de aprender y de enseñar, a través de la palabra, de estar en ronda, de escucharnos. En eso los viejos siempre tienen más para aportar que los jóvenes. Por lo menos en el campo uno se va criando así.
M- Es pararse en donde nace una organización. Nace de un saber que uno viene construyendo desde nuestros mayores. Tenemos un libro que se llama “Caminante de los montes”. Para nosotros no son un estorbo los compañeros mayores sino todo lo contrario. Son quienes nos van abriendo un camino diferente a lo conocido en la sociedad. Esos compañeros tienen mucho para decir. La UNICAM va a rescatar esa memoria histórica. Queremos poder quedarnos en el territorio a producir y a vivir.
¿Qué representa el suri?
P- Para los sanavirones, pueblos que vivieron y viven en esa zona, el suri representa el mundo caminando, el mundo andando. Es un animal panzón, grandote y muy veloz.
D- Nosotros nos presentamos como Universidad Campesina pero ese nombre es institucional. La parte más importante es el SURI (Sistemas Universitarios Rurales Indocampesinos). Existen distintos tipos de sistemas porque hay distintas cosmovisiones, hay un diálogo de saberes, y obviamente como comentaron las compañeras hay un rescate de los saberes campesinos e indígenas.
¿Cómo se organiza o se piensa el recorrido por la universidad?
D- Tiene que ver con los convenios que hemos charlado con las universidades. La formación es de cuatro años para cualquier trayecto pedagógico y son títulos reconocidos por nosotros y por las universidades nacionales con las que tenemos esos convenios, que por ahora son seis. Vamos a tener un funcionamiento por pareja pedagógica, es decir que las clases, por llamarlas de alguna forma, van a ser dadas por un docente que viene de algunas de las universidades con las que tenemos convenio, y una persona que sea del Movimiento Nacional o alguien externo que sea invitado. Esa persona no necesariamente tiene título universitario pero sí saberes y conocimientos para compartir. También los convenios nos permiten complementar la formación de los cuatro años. Por ejemplo, con la formación en Derechos Humanos, Tierra y Territorio podemos llegar a ser en cuatro años promotores de Derechos Humanos con un título reconocido por la Universidad de Córdoba, pero además tenemos la posibilidad de ir a Córdoba y seguir estudiando dos años más en la Universidad y obtener el título de abogado. Lo mismo con Medicina y con Comunicación.
¿Cuáles son las problemáticas actuales del Movimiento Campesino?
M- Desde que asumió el nuevo gobierno nacional se abrió la frontera agropecuaria y los empresarios llegaron muy fuerte al territorio a querer desalojar a punta de pistola. Está habiendo situaciones de mucha violencia en Santiago del Estero. También en Mendoza hubo hace poco compañeros baleados. Esas situaciones no venían pasando desde hacía un tiempo. Hoy el MoCaSe está resistiendo al avance de las empresas sobre los territorios para que no desalojen a las familias y para que se sigan organizando. También intentamos dialogar con el gobierno provincial. Con el gobierno de la Nación se está haciendo muy difícil ese diálogo. Se viene una nueva etapa de mucha resistencia y de mucha lucha. Hoy se está viviendo una situación de amenaza de todos los días en una comunidad que han desalojado por los intereses de Orlando Canido, dueño de la empresa Manaos. La mayoría son comunidades indígenas que vienen de muchas generaciones. También estamos avanzando en otras cosas, como la educación, la salud y la producción.
P- Está esa idea de que el campesinado está en el campo y no lo produce. Es negar totalmente que hay otra forma de vida y otra forma de hacer las cosas.
M- Tienen el signo peso dibujado. Primero te desalojan y te prenden fuego la casa. Después se meten con la topadora y tiran abajo todos los montes. Y lo que sigue es la siembra y las fumigaciones, con millones de litros de glifosato, fertilizantes y herbicidas. Y también toda clase de maquinaria. Para los empresarios la vida de campo es esa; para las comunidades es todo lo contrario: es la armonía con la naturaleza, es la producción pensando en la alimentación. Que los alimentos no sean una mercancía sino un derecho. A las empresas no les importa la alimentación porque exportan todo. Es dinero, dinero, dinero. Ahora dólares, dólares, dólares. El setenta y cinco por ciento de los alimentos en el mundo los producen las comunidades campesinas e indígenas. Es difícil la lucha en el territorio pero por eso también van naciendo las organizaciones, tanto en el campo como en la ciudad. Lamentablemente en un país tan rico todavía hay hambre. Como Movimiento Nacional pensamos mucho en la vuelta al campo. Trabajar con los barrios de las grandes ciudades, con organizaciones juveniles y universitarias para que esos pibes puedan conocer otra forma de vida. Es ir haciendo que los barrios se vayan organizando por una cosa en común que es la tierra. La universidad está pensada para eso.
P- Nos necesitamos el campo y la ciudad. No son cosas separadas. La imagen que los medios muestran de la ciudad es siempre el peligro y la imagen del campo es la producción a gran escala.
En la Facultad de Medicina de la UNR hacen los campamentos sanitarios y vuelven a los pueblos…
M- Sí, nosotros venimos trabajando con la Facultad de Medicina de Rosario. Me parece que es la única universidad de medicina que hace que los médicos vayan a los territorios y se encuentren con la vida real. Todos los profesionales de las universidades nacionales deberían devolver algo de lo que el pueblo le dio.
¿Es cierto que en Villa Ojo de Agua se le rompió por primera vez la Poderosa al Che?
M- Es cierto. Cuentan los compañeros que sí.
P- La abuela de Agustín Tosco vive por ahí.
D- Juana Azurduy también pasó por allá.
P- Hay un lugar que se llama El tala, es como un restaurante. Se cuenta que ahí paró Juana Azurduy.
M- Es muy místico el lugar. Pasaron muchos sabios. Gente que ha luchado por una vida diferente. Todos hacemos historia pero tenemos que ir pensando qué clase de historia vamos a hacer. Es mejor una idea en mil cabezas que cien ideas en una mente. Tratamos de que todos vayamos en la misma construcción. Es la historia del nosotros. Ese es el camino por el que vamos. Lentos pero seguros.
Fuente: enREDando