Rechazo al TRIGO HB4
Ante la concreción de la autorización comercial del Trigo Transgénico de la empresa Bioceres, con tolerancia al agrotóxico Glufosinato de Amonio y resistencia a la Sequía, tras la aprobación realizada por las autoridades regulatorias de Brasil para la importación de dicho cultivo en forma de harinas, que habilita su liberación a cielo abierto en toda la Argentina; manifestamos su rechazo y denunciamos el gravísimo retroceso institucional y democrático que representa un profundo menoscabo a la soberanía alimentaria y viola el fin preambular de nuestra Constitución Nacional (el bien común) ya que las autoridades nacionales han decidido priorizar los intereses económicos particulares de una corporación (Bioceres) por encima de los derechos de la población en su conjunto.
Presentación en la Justicia
El procedimiento de aprobación del Trigo Transgénico (como el de todos los OGM liberados en Argentina desde 1996), tal como venimos denunciando desde hace años, viola arteramente el Convenio de Diversidad Biológica y sus protocolos adicionales (entre ellos el de Cartagena que la Argentina ex profeso no ha ratificado), la Constitución Nacional, el Protocolo Adicional de San Salvador de la Convención Americana de Derechos Humanos y el Acuerdo de Escazú, al no permitir una instancia de participación ciudadana y ser absolutamente laxo, basando las autorizaciones de los OGM en la información "científica" que aportan las propias empresas biotecnológicas. Efectivamente la información utilizada para validar los OGM proviene de investigadores y espacios científicos con graves conflictos de intereses y que en esa inteligencia omiten intencionalmente ensayos esenciales en materia de inocuidad alimentaria y seguridad ambiental, presentando datos segmentados, sesgados y falaces. Todo eso, para facilitar la autorización estatal, y ocultar deliberadamente los riesgos de daño grave que representan los OGM, tanto para la salud humana como para la biodiversidad, tal como ha sucedido con el evento HB4.
Si se respetaran los protocolos propuestos por la ciencia independiente, en cuanto a los ensayos sobre los efectos crónicos de los OGM y la contaminación genética, el Trigo Transgénico no debería ser aprobado, bajo ningún concepto, por el Gobierno Argentino.
Si bien es cierto que el Trigo que hoy se produce y consume en la Argentina (y que gran parte se exporta) viene contaminado con hasta 8 agrotóxicos, dado que aun cuando no se trate de un cultivo transgénico (hasta el día de hoy) es fumigado igualmente desde hace años por un modelo de agronegocio que envenena toda nuestra matriz alimentaria, el agua, el aire, los suelos e ingresa en la cadena alimentaria humana, como revelan incluso los propios controles del Estado. La aprobación de la variedad transgénica representa un nuevo artero ataque a la biodiversidad de nuestros territorios en virtud que se perderían todas las variedades criollas de trigo existentes (como sucedió con la soja y el maíz), mejoradas y adaptadas durante años por la agricultura tradicional, no sólo en la Argentina sino en toda la Cuenca del Plata - que comprende a los países hermanos de Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay. Con esta aprobación se consolida el monopolio de una sola corporación que controlará el cultivo del cereal insignia de nuestra alimentación, imponiendo su variedad transgénica en toda la producción y cadena alimentaria, con el aval explícito de un gobierno nacional empecinado, como todos los que le antecedieron, en un modelo de agricultura extractivo, dañino, contaminante y enemigo de la naturaleza. Un modelo que la Relatoría del Derecho a la alimentación de la ONU, en el año 2017 ha declarado agotado.
En consecuencia, a partir de la aprobación del Trigo HB4 se está obligando a toda la población en general a consumir alimentos derivados del OGM. Trigo que, a su vez, es sometido a grandes cantidades del agrotóxico Glufosinato de Amonio (más los cocteles químicos que históricamente se vienen aplicando al cereal ), violando el derecho de elección de los consumidores/as y el derecho a gozar del máximo nivel de salud posible, sin que se haya permitido - cabe reiterarlo - la participación ciudadana para que se expresen las objeciones u observaciones que se consideren pertinentes en el respectivo procedimiento autorizativo, derecho irrenunciable hoy fortalecido por el Acuerdo de Escazú.
A todo ello se suma la violación absoluta a producir trigo agroecológico de centenares de productores y productoras de la Argentina que, conscientes de que el fin principal de la agricultura debe ser la producción de alimentos saludables en clave de adaptación y mitigación climática y respetando los derechos de terceros, la conservación del ambiente y la preservación de la diversidad biológica, han decidido abrazar la agroecología. Estos productores y productoras, dada la contaminación genética inevitable que generará la liberación del trigo HB4, no podrán desarrollar su actividad sin ver afectada toda su producción. En este sentido hasta los propios sectores trigueros concentrados y adeptos al modelo del agronegocio reconocen que su producción basada en semillas comerciales de las corporaciones se verá imposibilitada totalmente.
Dado lo sucedido en Brasil, productores/as agroecológicos, actores y actoras de la agricultura familiar, campesina e indígena, organizaciones y asambleas socioambientales, y personas que bregan por la transformación del sistema alimentario manifestamos que se agotarán todas las instancias judiciales locales e internacionales en razón de la violación de los derechos humanos que representa la liberación del Trigo Transgénico HB4 de la empresa Bioceres. Todos y todas tenemos derecho a gozar de los beneficios de la biodiversidad, a la alimentación adecuada, a la salud, a un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano, a la agroecología y a la libertad de elección en la relación de consumo. Está medida no solo desconoce y avanza contra todos estos derechos sino que, además, tiene implicancias intergeneracionales ya que compromete los derechos de las generaciones futuras.
En tal sentido en el día de la fecha hemos efectuado una presentación espontánea urgente ante la justicia federal solicitando el dictado de una medida cautelar autónoma que se suma y acompaña la solicitud de suspensión de la Resolución 41/2020 y por ende del Trigo Transgénico, ya requerida por el Fiscal Federal Fabián Canda y la Defensora Pública Florencia Plazas.
Fuente: Naturaleza de Derechos