Perú: empresas palmicultoras arrasan Amazonía
“¡La selva no se vende! ¡la selva se defiende!” Así reivindican indígenas peruanos sus territorios. En plena Amazonía peruana, en las regiones de San Martín y Loreto, la política del gobierno peruano y la actuación insensible e irresponsable de las empresas del poderoso Grupo Romero están provocando la destrucción de miles de hectáreas de selva virgen.
Las empresas Agropecuaria del Shanusi (7.000ha.), Agrícola del Cainarachi (3.000 ha) y Palma del Espino propiedad del Grupo Romero, se dedican a la siembra de palma aceitera, pese a que la zona en cuestión está conformada por bosques casi vírgenes.
Ocho mil hectáreas de bosque ya han desaparecido, a manos del Grupo Romero en el distrito de Barranquita, en la región de San Martín, provincia de Lamas y miles de hectáreas más se encuentran en riesgo inminente de desaparecer debido a las actividades del grupo empresarial. Sin ningún tipo de consulta con la población, miles de hectáreas de selvas han sido concesionadas a esta empresa palmicultora que deforesta la selva desde 2006 y fuerza el desplazamiento de las comunidades de la zona que se resisten a ser desalojadas.
Por su parte, el gobierno peruano está fomentando las plantaciones de palma aceitera y otros cultivos energéticos, sin considerar los graves impactos ambientales y sociales que esto crea.
“Es un atentado contra la biovidersidad y el medio ambiente”, declaró el alcalde de Barranquita, Sr. César Soria. Durante el 2008, los residentes de Barranquita pusieron una denuncia para evitar que la compañía Agrícola del Cainarachi ingrese a la zona. Recién a fines de enero, la Dirección Regional Agraria de San Martín emitió una resolución (Res. Nro. 021-2010 GRSM/DRASAM del 22 de enero ) que anula el permiso previo (Res. N° 255-2007) para cambio de uso de tierras debido a las irregularidades detectadas y le ordena parar deforestación de bosques. Sin embargo, la última palabra la tiene el gobierno central y hasta el momento, las empresas del Grupo Romero no respetan la orden de suspender la deforestación en Barranquita. El bosque es destruido a razón de una hectárea diaria por trabajador. “Hay más de 50 motosierristas y matones que hacen de las suyas en el monte”, denuncian desde Barranquita. Recientemente, un equipo de periodistas sobrevoló la zona confirmando la destrucción de ocho mil hectáreas de terreno.
Mientras y simultáneamente, continúa el desplazamiento, la pérdida de agua de las quebradas, la tala indiscriminada de árboles, la muerte de animales silvestres. Vertientes de agua han quedado tapadas por acción de tractores y otra maquinaria pesada. Entre las poblaciones afectadas se encuentran Nuevo Ica, Leoncio Prado, San Fernando, Santiago de Borja, Panchilla, San José Obrero y Nuevo Italia, cuya población prácticamente ha sido obligada a salir del lugar y a vender sus tierras. “Nuestro bosque es nuestro banco, es nuestro mercado, es nuestro hospital, es nuestro hogar… es nuestra vida”.
Como ya se hiciera el 7 de enero 2010, dirigentes y pobladores de Barranquita se movilizarán una vez más el dia 18 de febrero hacia la ciudad de Tarapoto como medida de protesta, para solicitar el apoyo de la sociedad civil e instituciones del estado. Podemos mostrar nuestra solidaridad escribiendo a las autoridades peruanas para protestar por esta situación. No permitamos que sucedan hechos de violencia que nos llene nuevamente de dolor y que no podemos remediar.
Para firmar la carta de protesta, complete el formulario que se encuentra aquí (al pie).