Exigimos transparentar y suspender negociaciones con los Estados Unidos
Los Tratados de Libre Comercio (TLC) implican para países como el Ecuador renunciar a la soberanía económica, territorial y jurídica frente a los intereses de las grandes potencias. Con sus directrices, estos tratados permiten por ejemplo que las disputas entre las transnacionales y el Estado se diriman en tribunales internacionales de arbitraje; que los agronegocios y el extractivismo se expandan en los territorios; que los servicios básicos sean privatizados.
Conscientes de estos impactos, las organizaciones sociales movilizadas rechazamos estos acuerdos e impedimos en el 2006 la suscripción de un TLC con los Estados Unidos. Hoy, amparado en las restricciones que la pandemia nos impone y que limitan la capacidad de protesta de la ciudadanía, el gobierno ecuatoriano se apresta, el 8 de diciembre, a suscribir en Quito con el gobierno de los Estados Unidos, un acuerdo previo que según declaraciones oficiales constituye el antecedente para la firma de un TLC más amplio. Estas negociaciones están estrechamente vinculadas con las imposiciones del FMI para otorgarle créditos al Ecuador.
Se plantea negociar aspectos relacionados con la circulación de mercancías, pero el objetivo final apunta a reeditar los términos del acuerdo diseñado hace dos décadas, dentro de la estrategia de control por parte de los Estados Unidos. Cabe recordar que ese acuerdo afectaba gravemente a la agricultura familiar y campesina, el acceso al agua, la defensa de la biodiversidad, los derechos laborales, el acceso a medicamentos, a la calidad de vida de las mujeres, por citar los puntos más controversiales.
Es inadmisible que el gobierno ecuatoriano pretenda en secreto acordar políticas de liberalización comercial que vulneran derechos colectivos e individuales y de la naturaleza, y que lo haga de espaldas a la sociedad. Exigimos al gobierno ecuatoriano hacer públicos los contenidos de la denominada Primera Fase del Acuerdo, de modo que el país conozca no solo sus alcances sino sus potenciales impactos sobre nuestra economía y nuestra normativa de regulación y control a las actividades corporativas.
Al mismo tiempo, llamamos a todas las organizaciones sociales a vigilar estas negociaciones que responden a la presión de los sectores empresariales nacionales y transnacionales antes que a las necesidades de la mayoría de ecuatorianos y ecuatorianas.
- Para mayor información: Coordinación <ecuadordecidenotlc@gmail.com>
Fuente: Red Ecuador Decide