Construyendo soberanía alimentaria con feminismo campesino y popular
Mujeres de la CLOC-Vía Campesina señalan la importancia política de espacios internacionales auto-organizados
“Con convicción, abrimos camino al feminismo campesino y popular, construimos soberanía alimentaria y luchamos contra la crisis y la violencia”. Nos unificamos bajo esta consigna fuerte y potente, que nos representa como mujeres de La Vía Campesina. Con ella, señalamos un compromiso para los próximos años.
Venimos haciendo historia de lucha desde nuestros territorios contra el capitalismo, el patriarcado, el racismo y el avance del facismo. Desde nuestra articulación de mujeres, vivimos un proceso de años coordinando nuestras demandas, acciones y organización. Nuestras compañeras son mujeres que tienen un proceso no de teoría solamente, sino de prácticas.
Para hacer soberanía alimentaria, hay que hablar del papel e incidencia de las mujeres. La preparación para nuestra 6.ª Asamblea de Mujeres de La Vía Campesina es una oportunidad de fortalecer nuestra visión común. En el camino vamos buscando salidas nuevas a los conceptos que conocemos, bien como a propuestas y demandas que van surgiendo en los territorios.
Asamblea de mujeres, un espacio de avance organizativo
En la Asamblea, nos juntamos las mujeres del mundo, con nuestra diversidad, hermanándonos. Las compañeras de otros continentes están cerca cuando abordamos todos nuestros problemas y nuestra experiencia de lucha. Hacemos historia. Y la historia siempre nos trae al presente, para que podamos ver el paso siguiente que vamos a dar.
Hemos generado una mística del trabajo de las mujeres y de la vida campesina que traspasa las barreras, y que se visibilizará en la Asamblea. En ella, hablaremos sobre la trayectoria de LVC, la relación con las organizaciones aliadas, la presencia y la lucha de las mujeres campesinas en el contexto internacional y en cada región.
¿Cómo vamos a impulsar nuestro trabajo en la Asamblea? ¿Cuál va a ser nuestro aporte e iniciativas? En ese sentido, es importante hacer memoria. Tenemos un acumulado de más de 30 años. Estuvimos, por ejemplo, en 1989 en la asamblea sobre el encuentro por los 500 años de la invasión de América. En ella, se levantó una voz fuerte de América Latina, diciendo que, desde nuestras raíces, debemos descubrirnos no para poder mirar el presente con optimismo, sino con mucha decisión.
Campañas importantes en La Vía Campesina emergieron de nuestras propuestas: por las semillas, contra la violencia hacia las mujeres, contra los agrotóxicos. Ahora, esta Conferencia y Asamblea que se acercan deberán ser un impulso a nuestras acciones futuras, profundizando la construcción del feminismo campesino y popular, y potenciando movilización y solidaridad a nivel mundial.
Coyuntura actual para las mujeres
Una de las grandes dificultades que hoy día sacude a nuestro continente y al mundo es el renacimiento del fascismo. Tenemos que poner una voz de alerta, agudizar la lucha y seguir en la construcción de ideas. El fascismo está inundando de temor a nuestros pueblos, pero vamos sin miedo, con mucha esperanza. Tenemos que seguir haciendo nuestros sueños realidad.
El covid-19 resultó de las formas productivas sistémicas del capital y expuso la gravedad de la crisis mundial. Nosotras estábamos en casa, pero no en silencio. Durante este periodo, acumulamos mucha experiencia y restablecemos los vínculos entre campo y ciudad.
Luchamos por la soberanía alimentaria no solo para que la agricultura campesina siga produciendo los alimentos —esta es nuestra responsabilidad—, pero para garantizar un derecho humano fundamental, que es asegurar la alimentación de los pueblos del mundo.
Desde la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-Vía Campesina), contribuimos fortaleciendo la coordinación internacional con procesos regionales articulados, bien como fortaleciendo las jornadas feministas que nos convocan, como el 8 de marzo y el 25 de noviembre.
Queremos avanzar con los procesos de formación en todos los niveles de nuestro movimiento. La formación nos ayuda a comprender las claves de la opresión y de la violencia, y a construir estrategias para superarlas. Queremos formar formadoras, intercambiar formas de lucha y organización regional, bien como fortalecer nuestras herramientas de comunicación, que son fundamentales para dar a conocer nuestros procesos y luchas, especialmente con la participación de las mujeres jóvenes de las regiones.
Feminismo campesino y popular
Tenemos actualmente un nuevo escenario de desarrollo del movimiento feminista, que nos pone interrogantes. El feminismo ha irrumpido en estos tiempos de una forma muy fuerte y esperanzadora. Al mismo tiempo, también bajo una metodología abrumadora en ciertos sentidos y sectores. Nuestro feminismo, como hemos dicho desde el principio, es un feminismo de clase, que está dentro de un marco político y busca la construcción del socialismo.
Desde América Latina, nuestra propuesta arranca desde principios de la historia de nuestro movimiento. Antes decíamos que ‘sin feminismo, no hay socialismo’. Pero hicimos un proceso de maduración, pensando que nuestros retos de cada momento se tienen que constituir en acción positiva. Porque hemos avanzado en este debate, pasamos a decir que ‘con feminismo, construiremos socialismo’.
Este avance es el empoderamiento político de las mujeres campesinas, indígenas y negras en nuestras organizaciones-miembro. Tenemos claro que los cambios sólo serán posibles cuando elevemos el nivel de organización y conciencia colectiva. Hemos dado pasos significativos para señalar que luchamos por el poder. Es de suma importancia tener mujeres en las tomas de decisión y llevando a cabo una acción pública política más decidida, plasmando en la realidad lo que está planteado en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos Campesinos (UNDROP, sigla en inglés).
La Declaración señala una mirada feminista, según la cual no es posible avanzar sin la plena participación de las mujeres. En nuestra historia, reivindicamos la paridad de género, que no es ‘50-50’, sino responsabilidad, pasos compartidos en la lucha, construcción política a la par. Y no somos ‘una más’; somos la voz de todas las otras mujeres a quienes representamos en tales instancias políticas.
Las mujeres hemos dado bastante fuerza: sí somos una construcción política, sí somos un avance en la lucha campesina y hemos sido guías para la acción de La Vía Campesina.
Hemos marcado el territorio en temas fundamentales. Dijimos que la soberanía alimentaria nos ha permitido recuperar identidad. Y hemos luchado sin descanso por la soberanía alimentaria, poniendo en el centro todo el conocimiento, experiencia y sabiduría de las mujeres. Tenemos que dar una fuerte ofensiva de mujeres en espacios de mayor relevancia en el poder, buscando usar nuestra principal herramienta de batalla, que es la Declaración.
Ya empezamos a validar un feminismo a partir de nuestra lucha, identidad, propuestas y demandas. Este feminismo necesita ser ampliamente abordado con nuestros compañeros varones, en cada uno de nuestros territorios. Hagamos de nuestra consigna una realidad.
Alicia Amarilla vive en Paraguay, Elsa Sánchez en República Dominicana, María Canil en Guatemala y Pancha Rodríguez en Chile. Forman parte de la articulación de mujeres de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-Vía Campesina). Este texto es una edición de sus intervenciones en el taller virtual “Construyendo soberanía alimentaria y feminismo campesino y popular”, que se celebró en septiembre de 2023, en preparación a la 6.ª Asamblea de Mujeres de La Vía Campesina, que ocurrirá el 02 de diciembre de 2023, en Bogotá, Colombia. La conferencia ocurrirá luego antes de la 8.ª Conferencia Internacional de LVC, que será entre los días 01 y 08 de diciembre.
Fuente: Capire