Acción por la vida y el medio ambiente del Paraguay
A pesar de ser un pais de pequeña superficie, Paraguay se ha convertido en el cuarto exportador mundial de soja. Los monocultivos de soja transgénica Roundup Ready de Mosanto, destinados a la agroindustria de Europa y China, superan los dos millones y medio de hectáreas. Los monocutlivos industriales requieren de fumigaciones intensivas con agrotóxicos que contaminan y causan enfermedades a la población rural, campesinos e indígenas.
Los niños, los más afectados por los agrotóxicos
Ya son miles los campesinos e indígenas que se han visto forzados a abandonar sus comunidades porque allí ya no se dan condiciones adecuadas de vida por la alta contaminación, y se ven arrojados a la pobreza y la exclusión en las ciudades.
El Congreso de Paraguay ha aprobado recientemente una ley a favor del uso indiscriminado de agrotóxicos. Esta ley elaborada por el mismo sector del agronegocio perpetua la impunidad del crimen ambiental y deja sin protección a la población. El presidente Lugo puede ahora vetar esta ley para que vuelva a ser revisada en el Congreso y así tambien puede poner en ejecución un decreto presidencial escrito por el Ministerio de Salud que contiene medidas restrictivas de protección a la población de las fumigaciones.
La presión del agronegocio sobre el gobierno paraguayo es muy fuerte, los sojeros amenazan con tractorazos y manifestaciones. Es necesario que desde el ámbito internacional, se visibilize la preocupación por la situación de vulnerabilidad de la población rural del Paraguay. Es importante demostrar nuestra preocupación, especialmente teniendo en cuenta que el destino de las exportaciones de soja son nuestros mercados de carne, ya que la soja se utiliza para la alimentación del ganado que consumimos y agrocombustibles, ya que con soja se produce biodiesel para abastecer nuestros vehículos.
Firme hoy mismo la siguiente carta al presidente Lugo para que él vete la ley que atenta contra la vida y la naturaleza.
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A. S. E.
Señor Presidente de la República del Paraguay
Don Fernando Lugo Méndez
Palacio de Gobierno
Estimado Sr. Presidente Lugo:
A través de esta carta quiero manifestarle mi profunda preocupación por la grave situación ambiental que padece el Paraguay debido a la expansión de cultivos extensivos y el uso indiscriminado de agrotóxicos. El monocultivo de soja atenta contra la vida y la salud de los sectores más vulnerables de la población, destruye la producción agrícola de subsistencia y seca y contamina las fuentes de agua dulce cada vez más escasas en el mundo.
Esta situación empeorará aún más con la reciente aprobación de la Ley No. 3742/09 “De Control de Productos Fitosanitarios de uso Agrícola”. Por ello le interpelamos a que vete esta ley, haciendo uso de sus atribuciones constitucionales previstas en el art. 238 inc. 4, como Presidente y representante del pueblo paraguayo. La mencionada ley:
Atenta contra los derechos humanos más básicos: a la vida, a la salud y a vivir en un ambiente saludable, cuya protección por el Estado paraguayo se encuentra garantizada por la Constitución.
Significa un notable retroceso para la legislación ambiental constituyéndose en una propuesta diseñada para crear aún más impunidad para el agronegocio. La ley contempla la eliminación o flexibilización de disposiciones vigentes sobre franja de seguridad, franja de bosque protector, barrera viva y aviso previo para pulverización aérea orientadas a defender la vida, la salud, las fuentes de agua dulce y el ambiente en general con el objeto de disponer de mayor superficie para el cultivo y utilización de agrotóxicos.
Además elimina al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y a la
Secretaría del Ambiente de toda participación en el ámbito de los plaguicidas, dando atribuciones inconstitucionales al Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE): atribuciones en Salud Pública y en Ambiente que están a cargo de los Ministerios del ramo.
Viola diversos acuerdos internacionales ratificados por el Paraguay, entre ellos: la Convención Americana de Derechos Humanos; la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño; la Convención Americana de Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales- PIDESC, el Convenio de Rotterdam de consentimiento previo por regular el control de los plaguicidas solo a partir ingreso al territorio; el Convenio de Basilea al no contemplar la gestión integral de los plaguicidas obsoletos, considerados residuos peligrosos y altamente tóxicos y la Declaración de Río. Contraviene además principios contenidos en la Agenda 21, entre ellos, el principio precautorio y los imperativos de salud y de seguridad.
Así también le solicito que ponga en ejecución de forma urgente y con todo el apoyo de las instituciones públicas, el decreto 1937/09 “Por el cual se establecen medidas sanitarias para el uso adecuado de plaguicidas en la producción agropecuaria”. Esta medida originada en el Ministerio de Salud y que cuenta con la aprobación de la Secretaria del Ambiente, reúne varias normas vigentes vinculadas con la aplicación de plaguicidas, que hasta ahora no se aplicaban y promulga medidas punitivas, con el objeto de dar una mayor protección a la vida, a la salud y al ambiente.
Exhorto al Gobierno del Paraguay a rechazar el continuismo corporativo que representa el modelo agroexportador de la soja transgénica y su paquete de agrotóxicos. Solicito el rechazo de proyectos que atenten contra la vida, contra la salud y contra el ambiente y que no respeten la voluntad de la población local.
Aliento finalmente a poner sus mejores esfuerzos por mejorar la situación ambiental y de salud de la población paraguaya. Esperando una respuesta positiva por su parte, le saludo atentamente,
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Por favor, para firmar la carta ingrese aquí y complete sus datos en el formulario al pie.
Fuente: Salva la Selva