¡No hay parques sin pueblos!
Los pueblos indígenas y tribales están siendo expulsados ilegalmente de sus tierras ancestrales en nombre de la “conservación”. Estamos combatiendo estos abusos. Sabemos que los pueblos indígenas y tribales cuidan el medioambiente mejor que nadie.
Pero dependemos de ti. Necesitamos tu apoyo económico, energía y entusiasmo para ayudarnos a combatir una de las crisis humanitarias más urgentes y horribles de nuestro tiempo.
Nuestros bisabuelos vivieron con los animales y cuidaron bien de ellos. Pero nosotros estamos siendo separados de ellos. Necesitamos que se nos devuelva nuestra tierra. Ahora sobrevivir es muy difícil para nosotros. Matsipane Mosetihonyana, bosquimano que murió poco después de ser expulsado de la Reserva de Caza del Kalahari Central
¿Zonas vírgenes?
La industria de la conservación a menudo hace referencia a “tierras vírgenes”, pero el concepto es esencialmente erróneo. Casi todas las zonas de conservación son, de hecho, las tierras ancestrales de pueblos indígenas que han controlado su entorno durante generaciones.
Lejos de estar desprovistas de influencia humana, incluso las regiones “vírgenes” más conocidas del mundo, como Yosemite, Yellowstone o el Serengueti, eran, de hecho, el hogar de pueblos indígenas y tribales, quienes fueron expulsados de forma violenta cuando sus tierras se convirtieron en parques nacionales. Ahora, estas áreas están orientadas al turismo y toda la industria relacionada.
En la actualidad, este patrón se repite en muchos lugares del mundo. En algunos casos, áreas protegidas están siendo incluso taladas y minadas. Ello causa estragos tanto en el medioambiente como en las familias que llaman hogar a estas zonas.
Violación de derechos humanos
Cuando se enfrentan a la pérdida de sus tierras y sustento por la creación de parques nacionales, pocas son las comunidades que renuncian voluntariamente a sus raíces, sus hogares y formas de vida. Las consecuencias cuando oponen resistencia suelen ser graves. Indígenas de todo el mundo se quejan de las palizas, detenciones arbitrarias, acoso e incluso torturas que sufren cuando encaran la pérdida de sus tierras ancestrales debido a la creación de un área protegida.
Como respuesta a las críticas, muchas organizaciones conservacionistas se han visto presionadas a incorporar políticas relativas a pueblos indígenas. Sobre papel subrayan la necesidad de obtener el consentimiento libre, previo e informado de las comunidades antes de embarcarse en la creación de un área de conservación. A menudo también reconocen el derecho de la tribu a seguir utilizando los recursos naturales de la zona.
Sin embargo, en la práctica estas políticas rara vez se aplican. En Camerún, por ejemplo, los escuadrones antifurtivos acosan, intimidan y golpean de forma rutinaria a los “pigmeos” bakas cuando estos intentan acceder a su selva; en la India, los pueblos tribales siguen siendo expulsados para abrir camino a las reservas de tigres.
Fuente: Survival