Desde Bolivia y Paraguay, y desde distintas regiones de la Argentina, las mujeres campesinas fueron llegando a una granja en las afueras de Santa Fe donde todavía es posible ver cómo la emergencia de las últimas inundaciones se convirtió en paisaje cotidiano. El tema que las reunía fue la soberanía alimentaria, una manera de nombrar las estrategias que cada una pone en juego para que la tierra no “se planche” a fuerza de soja y siga dando de comer a quienes la trabajan.