"El estudio concluyó que la modificación genética puede rastrearse fenotípicamente cuando se comparan parientes silvestres con sus parientes domesticados, y que la existencia y la magnitud de las diferencias fenotípicas entre un cultivo transgénico domesticado y un variedad domesticada no GM del mismo cultivo, sugieren que hay consecuencias de la modificación genética, más allá de los rasgos transgénicos introducidos en la plantas."