Hasta hace algunos meses la producción de combustibles energéticos en Alemania, era el mejor negocio gracias a una demanda creciente apoyada por el estado: las exoneraciones fiscales eran generosas, y reinaba la creencia de que tales combustibles constituían una apreciable contribución a la lucha contra el cambio climático
Informe especial: panorama de los biocombustibles en Alemania de cara al 2008