Capítulo 6 | Ataque y criminalización de las semillas criollas y apropiación a través de patentes y leyes de semillas
Quien controla las semillas, controla la alimentación. Y controlar la alimentación es una forma de controlar la vida.
Es una afirmación simple y palpable que señalan desde hace décadas lxs campesinxs, pueblos indígenas, académicxs críticxs y activistas socioambientales que cuestionan cómo, desde la llamada “Revolución verde” (de mediados del Siglo XX), las grandes trasnacionales fijaron su mirada en el agro. Durante las siete décadas posteriores, hasta la actualidad, el mercado de semillas experimentó una creciente concentración en muy pocas manos. Hoy, tres compañías controlan el 60% del mercado mundial de semillas: Bayer-Monsanto, Corteva (fusión de Dow y Dupont) y ChemChina-Syngenta.
La Revolución verde se impone a partir de 1960 como un nuevo paradigma de producción industrializada, basada en los monocultivos, la utilización de maquinaria pesada, la aplicación de agrotóxicos y la concentración de la tierra. Según este paradigma, las semillas criollas y nativas son consideradas poco productivas y, por ser consideradas mercancías, deben ser reemplazadas por las “semillas mejoradas” supuestamente más productivas.
Al mismo tiempo, este modelo de agricultura industrial ha producido una devastación de la biodiversidad agrícola, es decir, de las semillas que campesinos y campesinas del mundo crearon desde el comienzo de la agricultura hace diez mil años. La misma FAO (Organización Internacional para la Agricultura y la Alimentación) reconoce que entre 1900 y 2000 se perdió el 75% de la diversidad agrícola.
La introducción de transgénicos significó un nuevo avance en el control corporativo de las semillas: estas se encuentran patentadas en países como Estados Unidos y Canadá -cuyas legislaciones así lo permiten- y existen fuertes presiones para que estas patentes se apliquen también en el resto de los países. El desarrollo de los transgénicos, entonces, no sólo tiene como objetivo incrementar el uso de agrotóxicos (fabricados por las mismas empresas que patentan los eventos transgénicos), sino también consolidar el monopolio sobre las semillas.
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#AtlasOGMConoSur | Quien controla las semillas, controla la alimentación. Y controlar la alimentación es una forma de controlar la vida.
#AtlasOGMConoSur | La misma FAO (Organización Internacional para la Agricultura y la Alimentación) reconoce que entre 1900 y 2000 se perdió el 75% de la diversidad agrícola.
#AtlasOGMConoSur | La introducción de transgénicos significó un nuevo avance en el control corporativo de las semillas.
#AtlasOGMConoSur | El desarrollo de los transgénicos, entonces, no sólo tiene como objetivo incrementar el uso de agrotóxicos, sino también consolidar el monopolio sobre las semillas.
#AtlasOGMConoSur | Las grandes empresas del agronegocio buscan desde hace años modificar las leyes de semillas para aumentar sus ganancias y generar mayor dependencia de lxs agricultorxs.
#AtlasOGMConoSur | El marco legal UPOV 91, obliga el pago de regalías cada vez que se guardan semillas, prohíbe el intercambio de variedades registradas entre agricultorxs y criminaliza las semillas campesinas.
#AtlasOGMConoSur | La lucha en defensa de las semillas como Patrimonio de los Pueblos al Servicio de la Humanidad es una de las banderas más importantes en la lucha por la Soberanía Alimentaria de La Vía Campesina.
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