Lo que ven cuando nos ven
"...¿Cuál es el gran ojo detrás de esta red creciente de cámaras de monitoreo? Seguramente el eslabón final lo conforma la sociedad del miedo en su conjunto, la que pide y reclama mayores medidas de seguridad, la que regala el control y registro de sus datos personales, su privacidad..."
En los últimos años -el actual en particular-, la lista de municipios y grandes ciudades de la Argentina que vienen invirtiendo en el despliegue de centros de monitoreo urbano va en aumento[1]. La finalidad teórica de estas instalaciones es ayudar a prevenir el delito, o si lo anterior fracasa, responder con mayor rapidez ante esos hechos. Es así como los espacios públicos están siendo hoy filmados permanentemente a la espera de que alguno de los operadores vea algo que sea considerado irregular o aparentemente sospechoso.
Ni siquiera en una ciudad donde todos estemos siendo filmados, asistiríamos a una medida que nos esté poniendo a todos como iguales. En las urbes de la paranoia no todos seremos culpables hasta que una imagen demuestre lo contrario. En horas y horas de registros fílmicos de nuestros movimientos, los primeros en pasar por las lentes vigilantes -como muchos suponemos- serán los diferentes, los marginados, los que no conformes con lo que sucede a su alrededor deseen manifestarse y los que ya más nada tengan para perder.
Pero, ¿cuál es el gran ojo detrás de esta red creciente de cámaras de monitoreo? Seguramente el eslabón final lo conforma la sociedad del miedo en su conjunto, la que pide y reclama mayores medidas de seguridad, la que regala el control y registro de sus datos personales, su privacidad. Ajustando la mirada, estará allí también el Estado omnipresente, que igual de temeroso, actúa por miedo a la reacción que la sociedad podría tener ante la inacción del poder público frente a la tensión social que hoy se vive, cualquiera sea su origen y cualesquiera sean sus consecuencias.
Viaje a un centro de monitoreo
Provincia de Buenos Aires. Sobre una mesa hay varios monitores con sus teclados debajo. Otro teclado controla una computadora conectada a una pantalla de plasma de grandes dimensiones. Acceso a más de 30 cámaras, algunas de ellas tipo domo, con movilidad de 360 grados en sentido horizontal y de 0 a 90 grados vertical. Con su potente zoom las cámaras pueden cubrir unos 50 metros con nitidez "legal", vale decir, que el resultado de sus imágenes podrían ser usadas para señalar al ocasional culpable. A 200 metros pueden captar rostros, pero no se pueden usar como prueba, y a 300 metros uno puede ver lo que está sucediendo, pero difícilmente sea de utilidad en un juicio.
"No hubo una selección ideológica del personal, se me aclaró a grandes rasgos como sería el trabajo y que por ser experimental había muchas cosas que ni ellos mismos sabían", cuenta "X" -en adelante Juan-, operador en uno de estos centros. "Se me hicieron preguntas del tipo '¿usted prefiere la simetría o la asimetría?'-recuerda, intuyendo el perfil del vigilador que podrían buscar sus empleadores-, sin pensarlo dos veces dije con toda la seguridad del mundo 'la simetría'."
Cuando se presenta alguna eventualidad, el operador de turno debe seguirla hasta que los efectivos desplazados para contenerla (policía, ambulancia, bomberos, patrulla urbana, etcétera) se retiren. "Luego llega la hora de la planilla de papel, se anotan fecha, hora de inicio, lugar, descripción, hora final", explica el operador, agregando que las cámaras graban las 24 horas del día y que el software que las controla va borrando las grabaciones de más de una semana de antigüedad. "Puede ocurrir que el pedido de una fiscalía ocurra después de la semana de ocurrido el hecho, por eso es que tenemos la orden de copiar cualquier evento en otra carpeta para evitar su eliminación", puntualiza.
Según rememora Juan, en los primeros tiempos abundaron en estas planillas los comentarios discriminatorios dejados por otros operadores: "En una oportunidad unos pibes se pusieron en las inmediaciones de una ex fábrica a cazar palomas. Una somera y rebosante de veneno anotación dejó constancia en la planilla sobre el hecho: 'Menores arrojando piedras (morochos)'. En ocasión de ver a tres tipos propinando patadas a otro demasiado borracho como para levantarse, el operador tomó la expresión de horror y confusión del pobre tipo en lugar de las caras, perféctamente visibles, de los que le pegaban." A pesar de la cantidad de veces en que los funcionarios locales tratan de explicar los beneficios que traerían estos métodos de videovigilancia "en un año y medio ni un solo delito ha sido prevenido. En 2008, en tres cuadras que hacen las veces de paseo comercial, cubiertas por una de las cámaras domo, robaron 4 veces en poco más de un mes", sintetizó.
"En reiteradas ocasiones un operador denunció que a la salida de un bingo había, y cito: 'chicos pidiendo limosna'. La policía concurrió y al ver que los chicos no hacían nada ilegal, se retiraron. El evento fue registrado por el mismo operador durante más de un mes. Una de las cámaras domo apuntan a una cuadra donde se encuentran 4 boliches, del más bajo al más cheto. Imágenes de senos, traseros y pies abundan en las grabaciones. Hasta la fecha he visto al menos seis actos de violencia represiva, la fiscalía nunca vino a buscar una grabación", resume Juan sobre cómo la operación de estas cámaras puede desvirtuarse -si es que conservan aún alguna virtud-, e incluso como éstas pueden ser mudo testigo de la persecución y hostigamiento hacia los sectores más vulnerables de la población.
-¿Cómo fue tu inicio en el centro de monitoreo?
Hubo una mini entrevista. Nos hicieron algunas preguntas como para determinar si éramos "aptos" para el puesto. Se nos aclaró que era de los primeros centros de monitoreo -en realidad se nos dijo que era el único-, pero se abrieron simultáneamente en varias ciudades. Nos largaron frente a las cámaras, frente a los monitores donde están las imágenes, se nos dio una metodología de trabajo. Nosotros trabajamos con una línea de emergencias y se nos dieron ciertos lineamientos de como usar el software que se utiliza para las cámaras, pero en ningún momento hubo capacitación ni nada por el estilo. Se nos explicó cómo trabajaba la línea de emergencias y se nos dijo que lo que viéramos teníamos que pasárselo a ellos, y ellos se iban a encargar de mandar el recurso que fuera necesario.
-¿Qué duración tienen los turnos de trabajo?, ¿qué cantidad de cámaras y operadores hay?
Los turnos son de 4 horas los días de semana y de 6 horas los fines de semana. Hay gente las 24 horas trabajando ahí. Hay turnos en los que hay 2 operadores simultáneamente, pero te diría que obedece más a una cuestión de poner "gente conocida" o "gente del partido", porque los turnos donde hay 2 operadores muchas veces son turnos muy tranquilos en los que no hacen falta 2 personas.
Cámaras son "xx", de las cuales "x" son cámaras "domo", es decir poseen movimiento y un zoom que permite visualizar los eventos a distancia. Cuánto más lejos menos nítida va a ser la imagen y es menos probable que tenga validez legal. Podés llegar a ver un evento, que está pasando algo, pero si la fiscalía pide esas imágenes no van a servir para inculpar al "culpable", porque no tienen validez.
-¿Cuál es el sistema de trabajo?
En el momento que nosotros vemos un evento, tenemos que dar aviso al "xxx", la línea de emergencias, que está en una oficina por medio de la nuestra. Se hacía por medio de un intercomunicador que demostró no tener mucha utilidad, probó tener mucha más utilidad el viejo y buen método de pegar un buen grito. "xxx" enviará el recurso que fuera necesario, después tenemos que mantener informados a los tipos si es que ocurre algo, por ejemplo, si se envía policía y hacen falta refuerzos, o si hay un choque y se ve que hay gente herida, para que envíen ambulancias.
Hay una planilla de eventos en papel. Se anota el número de caso para poder ubicarlo más fácilmente y poder conectar tanto las grabaciones telefónicas como las de video, llegado el caso de que lo pida fiscalía. Por último, una vez que termina el evento, se guardan las grabaciones en una carpeta aparte con el número de caso y una somera descripción. Hay grabaciones que han misteriosamente desaparecido más de una vez, y son grabaciones que comprometen a boliches, donde han habido patovicas ejerciendo violencia, o la propia policía.
-¿Les piden puntualmente registrar algún evento o suceso en particular?
Se nos ha pedido en una reunión que si vemos "algo raro" -nunca se nos aclaró que cornos era algo raro-, lo grabemos y lo guardemos, aún si no amerita el envío de un recurso. Es decir, que si yo veo una persona que me parece "rara", veo un movimiento raro -como dijo la propia subjefa-, lo grabe y lo guarde aunque la persona, el grupo o lo que fuere no esté haciendo absolutamente nada.
En la terminal de ómnibus hay varias cámaras en el interior, en la plataforma. Ha habido un caso -a la mañana si no me equivoco-, en el que había vendedores ambulantes en la terminal y una operadora anota "vendedores ambulantes en la terminal (gitanos)". No se que tiene que ver el origen de los vendedores ambulantes con que hayan hecho un delito o no. Es más una especie de instinto facho, no hay algo, una orden escrita, no hay un lineamiento claro que seguir, pero indudablemente se recompensan esa clase de cosas.
-¿Cuáles fueron las situaciones más importantes que te tocaron registrar?, ¿entre operadores comentan lo que observan con las cámaras?
Yo en realidad veo a dos operadores más, el que está antes y el que está después que yo. En casi dos años hubo una sola reunión. Sí, se ven las grabaciones, porque las grabaciones quedan en la computadora donde fue producida, quedan en la planilla de eventos de lo que ocurrió, si hay algo que te interesa vas a la computadora y lo podés ver. Me ha tocado ver puntualmente un patovica con "armas blancas" en un boliche agrediendo gente; he sacado imágenes, grabado los videos, porque siempre pasa algo con ese tipo, siempre pasa algo en ese boliche, y siempre lo inicia la policía o los patovicas.
Por fin había una prueba buena, buenas imágenes, se veía la cara del tipo, se veía que tenía un arma, se veía que no era el único, se veía que había más personal del boliche con palos: fiscalía no hizo nunca nada al respecto. Es para que le salga una úlcera a uno. He salvado un pobre tipo que estaba al borde del coma etílico, pero más allá de eso, lo que puntualmente aclaro -porque parece que fuera de gran utilidad el tema de las cámaras para la seguridad-, es lo siguiente: ha habido muy, muy pocos delitos vistos por las cámaras, muy pocos delitos que estén cometiéndose en ese momento, y creo que nunca, nunca han servido para prevenirlos. Nunca se ha frustado un delito gracias al sistema de cámaras, gracias al centro de monitoreo. Eso quiero que quede claro, porque hay mucha gente trabajando ahí, y hay muchas metodologías distintas de trabajo; ninguna ha servido para prevenir un delito.
-¿Están señalizadas estas cámaras en la via pública?
No, no. No hay ningún tipo de señalización que indique donde están las cámaras. Hay cámaras más o menos visibles, porque están el lugares altos, pero en ningún lado dice donde están. Es más -no hay órdenes escritas-, pero se nos dice que no tenemos que revelar el lugar donde están las cámaras. Han llamado autoridades pidiendo grabaciones y les han dicho que ellos no pueden revelar el lugar donde están las cámaras, que en cualquier caso se tienen que poner en contacto con "la jefa".
Cuando empezamos se nos hizo firmar que no podíamos revelar nada de lo que viéramos ahí, lo que es entendible en el caso de un boliche, un sábado a la noche, y veo que entra "la novia de tal con cual", eso lo entiendo perfectamente. Lo que nos dijeron es que en la categoría de las cosas que "no tenemos que decir", las cosas de las que "no podemos hablar" ni contar a nadie, está la ubicación de las cámaras.
-¿Y todas esas filmaciones que destino tienen?
Cada computadora tiene 5 ó 6 cámaras, según la máquina. La que tiene menos tiene 4 y la que tiene más tiene 10, así que no está distribuido muy equitativamente. Se va grabando automáticamente todo, todo, no importa que haya movimiento o no haya movimiento, la cámara graba todo. Para generar espacio va eliminando las grabaciones más viejas. Por "ley" -o al menos eso se nos dijo-, las grabaciones tienen el plazo mínimo de una semana para estar guardadas. La mayoría de las grabaciones dura más en la mayoría de las computadoras. Una vez que ocurre un evento, se guarda, se copian los archivos y se "pegan" en otra carpeta dentro de la misma computadora donde están ordenados por "número de caso". Esas grabaciones teóricamente deberían quedar ahí.
Yo he visto que muchas grabaciones han desaparecido. Fiscalía es el único organismo "autorizado" a pedir grabaciones. Ha ido personal de fiscalía a retirarlas, han pedido grabaciones y se les entrega en DVD grabadas para que las examinen ellos. Lo que he notado es que si yo grabo un archivo en un DVD no tiene por qué "desaparecer" de mi computadora. Sí, he visto que muchas grabaciones han desaparecido. Grabaciones que no fue a pedir fiscalía. No se que fue lo que ocurrió, porque eso depende de la jefa y del departamento técnico.
-¿Cuáles serían entonces el tipo de grabaciones que más abundan?
Hay muchos incendios que lo único que se logra ver es el humo, muchos robos a comercios o a particulares donde se ve la llegada del móvil policial, la llegada de la patrulla urbana, donde el evento en realidad no se vio. Lo único que se ve es que llega un patrullero, y lo ves porque "xxx" (el número telefónico de emergencia) te avisa, sino tampoco lo ves.
Todos los días, yo calculo que entre las grabaciones viejas que se van pisando, que quedan descartadas y las cámaras domo, que cubren la zona donde hay muchos boliches, te imaginarás la cantidad de escotes, espaldas, etcétera, que quedan grabadas. Se usa la cámara para otra cosa. Muchas veces ha pasado que por mirar "una mina" se ha perdido un evento o al revés, por mirar "una mina" han justo llegado al "evento". Te lo tenés que tomar con humor, porque sino induce al suicidio este trabajo.
Dos botones más para la misma muestra
Caso I, xx/xx/xx
"Un policía se encontraba discutiendo con un muchacho, alguien -la cámara no captó quien- le tiró desde atrás un vaso. Cinco uniformados rodean al tipo que estaba discutiendo con él -quien obviamente no pudo haber tirado el vaso-, le arrancan la remera, lo golpean en el estómago con la culata de una escopeta y lo llevan a la bocacalle, mientras lo arrastran, lo golpean de vuelta con la culata en la cara. Se suman otros policías. Lo tiran al piso, lo patean, le pisan las manos y lo esposan. Lo llevan a golpes a un móvil policial y se lo llevan."
Caso II, xx/xx/xx
"Entra un llamado por ruidos arriba del techo de un depósito. Cuatro patrulleros con muchos uniformados armados se estacionan, pero no se deciden a subir. Finalmente sube uno y luego otro. Bajan a unos cinco o seis chicos, y cuando digo chicos, me refiero a infantes, los meten a patadas en dos móviles."
-¿Hay algo que te gustaría agregar?
Más allá de que las cámaras sirvan o no para la "seguridad" -trabajando ahí adentro no he visto que sirvan absolutamente para nada-, está el tema de los manejos políticos que hay adentro de toda dependencia municipal. Se usa mucho políticamente, como propaganda, el tema de las cámaras, exagerando la cantidad y el uso que tienen para prevenir la tan mentada inseguridad. Los manejos políticos que hay ahí adentro son terribles.
* Por ten.inoizudorpotua@orubal para la moc.liamg@aldoibaicnega.
Notas:
[1] Para profundizar sobre el modelo de control social propuesto por los centros de monitoreo urbano puede leerse "Vigilancia preventiva en la sociedad del miedo". [ http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/49894]