'El campo de ellos es el de seguir desalojando'

En la provincia de argentina de Córdoba, avanza con cotidiana impunidad y política complicidad la frontera agropecuaria y la sequía. Frontera que arrasa con el monte y todo lo que habita en él, incluyendo las familias campesinas que por varias generaciones han venido trabajando la tierra. Desde el Movimiento Campesino de Córdoba (MCC) denuncian como los grandes barones de la soja, la Sociedad Rural y su aliado en la 'Mesa de Enlace' agropecuaria, la Federación Agraria, junto a la Secretaría de Ambiente y Ministerio de Agricultura, utilizan la 'Ley de Bosques' para obtener generosos beneficios ecónomicos. Las comunidades campesinas e indígenas se ven excluidas de toda participación en los procesos de ordenamiento territorial que deberían existir y los empresarios presionan para flexibilizar la protección de los montes, y avanzar sobre lo que queda, que justamente está en manos de los campesinos.

La Agencia de Noticias Biodiversidadla conversó con Marcos Vargas, miembro del MCC - Movimiento Nacional Campesino Indígena / Vía Campesina en Argentina, acerca de la resistencia por sostener la forma de producción ancestral campesina, la vida del monte y la posesión comunitaria de la tierra, frente a la amenaza que impone el alambrado y el agronegocio sojero.

- ¿Cuál es la situación hídrica que están viviendo en la provincia?, ¿cómo están las familias campesinas?

Para contar sobre lo que venimos haciendo, sobre lo que venimos viendo, es denunciar esta ley que se había sacado, la 26.331 de bosque nativo, que en la provincia no se está tomando bien en cuenta. Cuando nosotros fuimos a hablar con la Secretaría de Ambiente para empezar a hacer todo un relevamiento, en ese encuentro no nos dieron respuesta. Nos enteramos que ellos han hecho un foro, y se juntaron los mismos empresarios de que están desalojándo a las familias, siguen desmontando, ese monte que estamos conservando. De eso vivimos y es donde hemos nacido siempre. Por eso la denuncia, la ley es muy clara y dice que tenemos que tener una participación ciudadana todos, nosotros también como movimiento. Uno dice como movimiento, pero también como campesino indígena. Están cerrando filas entre los mismos empresarios que nos están quitando la tierra, desalojando, desmontando, cada vez avanza más la frontera agropecuaria, y cada vez nos van matando más a nosotros como campesinos e indígenas.

Están identificando la zona roja, la zona verde, la amarilla, que es donde se puede desmontar o no tocar, y ellos quieren llegar a la zona roja, que es donde claramente no se puede tocar más el monte, y están tratando de poner la zona roja como verde o amarilla. Nos están salteando, acá está muy marcada la Sociedad Rural. Están haciendo lo mismo de siempre. Tienen muchas puntas de las zonas rojas, de las zonas verdes del monte, ¿a quién le va a llegar la plata para conservar el monte? Las están acaparando ellos mismos. Es lo mismo de siempre, a nosotros nos están dejando afuera. Vamos a seguir luchando de la misma forma, porque no vemos otra. Los mismos señores con la Secretería de Agricultura, los mismos de Ambiente, Sociedad Rural, están manejando la ley para beneficio de ellos.

- Hay una fuerte contradicción. Se avala el desalojo de las familias campesinas y la deforestación y a la vez se quiere financiar a los empresarios para que cuiden el monte.

Es así. La ley primero dice que tiene que haber un ordenamiento territorial, con toda la gente que vivimos en el monte y en el campo, y participación de los pueblos y algunos de las ciudades, como Parques Nacionales o las universidades, que están trabajando con los movimientos. En ese sentido, al no estar nosotros en ese ordenamiento, ellos están acaparando todo. Ellos no respetan nada y van a seguir desmontando, eso es lo que quieren. La ley habla de "propiedad", dentro de esa propiedad nosotros vamos a quedar afuera, porque estamos hablando de "posesión ancestral". Muchas veces nuestras familias, nuestros abuelos han vivido toda la vida y hemos sido "poseedores". Los empresarios tienen papeles, tienen títulos, no sé cómo los han conseguido, para acaparar los fondos que vienen de la Nación.

- A lo largo de estos meses, las familias han sufrido persecusiones, detenciones y avance sobre sus territorios, ¿cómo lo han vivido?

Nosotros seguimos resistiendo, nos hicieron callar un poco con ese paro que hicieron, el "paro del campo", y ahí ellos acapararon todo el campo, el mismo campo en el que nosotros vivimos y habitamos. El campo de ellos es el de seguir desalojando, el de seguir desmontando, y el de seguir haciendo soja. Nosotros estamos resistiendo desde otro lugar, la sociedad misma decía que los campesinos o los "pequeños productores", como marcaban ellos, estaban en la misma situación, usando 4x4, con mucho campo. Eso nos cayó mal, en la provincia de Córdoba, donde estamos muy marcados por los grandes señores, como nosotros le decimos a los sojeros, ahora están avanzando cada vez más, porque hasta el gobernador los había apoyado. Venimos sufriendo cada vez más.

Estamos bien organizados y estamos parando un poco la mano de los desalojos, pero eso no quiere decir que lo judicial no se nos venga todos los días. Tenemos causas, compañeros que han sido detenidos, nos han tratado de usurpadores. La ley es clara, dice que después de 20 años sos poseedor, y todos los compañeros estan poseyendo el campo desde hace más de 20 años, pero eso para la ley parece que no es válido para nosotros, pero para los empresarios y los que tienen plata sí. Venimos sufriendo todos los días a través de hostigamiento de los policías, de los mismos empresarios acomodados, pero resistiendo, todos los días.

- Hablabas recién de la posesión ancestral de la tierra, ¿cómo es esa posesión y el acceso al agua?

Aca está pasando un factor que hace mucho, hablábamos con los compañeros y vecinos, no pasaba desde hace 50 años. Hemos empezado de vuelta a tener la sequía. Estamos con problemas porque no podemos tener las aguadas de las represas y no podemos estar produciendo a mucha escala, los animales y todo lo que conservamos en el campo, porque está lloviendo poco. Si uno quiere hacer una pastura, sabemos qué plantas están más viejas, que plantas podemos cortar, para que de acá a 3 ó 5 años vuelvan a nacer. Conocemos la naturaleza porque nos enseñaron nuestros abuelos.

Tenemos los campos abiertos, en esa situación seguimos produciendo, no tanto como hace años, también hacemos jornadas comunitarias de todos los frutos del monte, hacemos campaña de cabritos. Jornadas comunitarias, todo bien organizados y no sobresalir siempre estando en contra de ley, sino que hacemos vacunación y todo lo que está dentro de eso. Hoy el sistema, el empresario roba muchos campos y encerró a muchos campesinos, a muchos compañeros. El alambrado hace que nosotros no podamos tener los animales, muchos caprinos de esta zona, muchas vacas, y necesitan mucho espacio.

Los sojeros nos están matando por dentro, porque vamos quedando con menos animales y el poco monte que se pueda llegar a ver en la provincia de Córdoba es de los campesinos, no hay otro monte. Si usted hace un relevamiento va a ver que es así. Ese poco de monte tampoco lo podemos conservar mucho, porque hay soja a la vuelta, hay alambrado. Entonces cuando los animales saltan ese alambrado, porque los animales buscan como siempre han sido criados, los empiezan a matar los empresarios. Tenemos otra causa de que los animales entran a la soja y hacen desastre, nos abren muchas causas. La producción seguimos sacándola del monte conservándolo. Hacemos muchas ferias. Vivimos con la lógica que nos enseñaron nuestros abuelos, de hacer trueque. Si uno tiene cabritos y otro ovejas, hacer cambio con los productos, seguimos manteniendo eso. Seguir resistiendo desde esa lógica de producción, de una soberanía alimentaria. No es solamente conservar el monte y quedarnos encerrados.

- ¿Algo que quieras agregar?

Nosotros estamos en la misma, y por más que venga esta ley y no nos inviten, siempre vamos a seguir denunciando a quien sea, porque esta es nuestra forma de vida. Siempre hemos vivido acá, no tenemos otra vida. Venir a la ciudad o a los pueblos como nos quieren sacar, nosotros vamos a seguir resistiendo como sea. No tenemos otra visión. Estamos aquí, sabemos trabajar la tierra, sabemos producirla, sabemos cuidar el monte, y si nos sacan de ahí como sea, nos vamos a morir acá. Nosotros estamos dando toda la vida.

Seguir defendiendo y también invitar a los compañeros de la ciudad y de los pueblos, que no sólo somos nosotros. Sabemos que cada vez que se desmonta afecta a todo el medio ambiente, y eso trae la contaminación de los agroquímicos. Recién dije soberanía alimentaria, porque nosotros no estamos viviendo de la soja, y llega el biodiesel también y todo eso, y esto está afectando a nivel mundial, no solamente a Argentina. Eso estamos viendo, y por eso estamos defendiendo a muerte y damos nuestra vida. Los compañeros de la ciudad, desde su lugar pueden estar aportando a través de su laburo, a través de algún comunicado, a través de algo, se pueden estar acercando a nosotros, y sería muy valioso, muy importante.

Por Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik para la Agencia de Noticias Biodiversidadla.

Notas:

[1] biodiversidadla

Por moc.liamg@ezeyukar para la moc.liamg@aldoibaicnega.

Podés encontrar la columna de la Revista Biodiversidad todas las semanas en Radio Mundo Real.