Argentina: la radio comunitaria del MOCASE-VC, herramienta de comunicación y organización
"La única herramienta de escucha con quien se relaciona el campesinado y las comunidades de pueblos indígenas en esta zona es con las radios FM, con las radios comunitarias; las radios nuestras tienen un papel muy importante, porque no solamente es difundir, sino ir organizando comunidades que no están organizadas."
Los pájaros con los que habla el monte
Paj Sachama, o el pájaro que vuela desde el monte, es la tercera de una serie de cuatro radios comunitarias que integran la red de emisoras del Movimiento Campesino de Santiago del Estero - Vía Campesina (MOCASE-VC). Nacida en julio de 2008, un año después sufrió un atentado con 3 bombas incendiarias, una de las cuales no alcanzó a estallar gracias a la presencia de un integrante del movimiento que se encontraba de guardia. "Traté ahí nomás de apagar el fuego, salgo corriendo, las llamas me apuraban. A las 12 menos 10 minutos (de la noche) sentí una explosión muy fuerte y adentro todo ardía. Había empezado a arder todo; por suerte pude salvar los equipos y hoy estamos al aire"[1], relataba a la Agencia de Noticias Biodiversidadla Ricardo, encargado en ese momento de la custodia del lugar ante las reiteradas amenazas que recibían en la emisora.
La radio FM se encuentra en la Comunidad de El Retiro, ubicada al noroeste de la Provincia de Santiago del Estero, y es la única emisora del MOCASE operando con energía solar. Con talleres, música y una feria de producción de la soberanía alimentaria planean celebrar la continuidad de Paj Sachama este 17 de diciembre.
Adolfo, un «nacido» de las entrañas del MOCASE, contribuye en las áreas de formación y comunicación del movimiento. Desde Quimilí, donde transmite FM del Monte ―la primera radio campesina, creada en 2003―, pudo conversar con Biodiversidadla sobre la experiencia de transmitir las voces indígenas y campesinas a través de los pájaros inquietos que habitan el monte.
―¿Cómo fue el proceso para instalar una radio campesina con energía solar en Santiago del Estero?
Adolfo.―Para que se entienda cuál es el proceso que se viene dando: tiene que ver con un trabajo de base empezado en el MOCASE, iniciado hace varios años, en la zona de Quimilí con la primer radio, luego en Tintina y luego llega a Las Lomitas, van a ser dos años que esa radio se ha puesto a funcionar ahí con paneles solares. Una de las estrategias nuestras siempre fue difundir las energías renovables como alternativa y oposición, en este caso, a todo lo que tiene que ver con lo que es el calentamiento global. En todo este camino de construcción, muchas veces pensábamos que podía funcionar una radio con paneles solares, así como funciona un aserradero, una carpintería y una quesería. Ya teniendo la prueba de que la quesería andaba, que la carpintería andaba, fue mucho más fácil trabajar sobre la conexión para que la radio funcione a través de las energías renovables, que son los paneles solares.
―Es decir que ustedes ya tenían experiencia en la utilización de los paneles solares con otros emprendimientos que tiene el movimiento en la provincia.
Adolfo.―Sí, todos los emprendimientos productivos desarrollados dentro del MOCASE tienen que ver justamente con este trabajo que veníamos haciendo desde hace mucho tiempo, con compañeros que fueron aportando en el proceso de la lucha del MOCASE, que venían a hacer pasantías de Europa, de algunas universidades que trabajaban con nosotros y apostaban al trabajo comunitario para poder realizar y llevar a la práctica las energías renovables. En este caso era lo productivo, luego fuimos implementando el aserradero, carpintería, la quesería y terminó en uno de nuestros sueños, que era construir una radio en el medio de los montes que pueda trasmitir sin uso más que del calor humano y el calor del sol.
―¿Dónde está ubicada exactamente FM Paj Sachama?, ¿a qué distancia de las otras 3 radios que tiene el MOCASE?
Adolfo.―De donde yo estoy geográficamente (Quimilí), podríamos decir, a unos 400 km del centro de Santiago del Estero; a unos 300 kilómetros de la radio de Tintina, y de la otra radio que está en Pinto, a 500 y pico de kilómetros; cubren alrededor de 100 kilómetros a la redonda, u ochenta, según para dónde estén mirando los dipolos (antenas) y para donde nosotros creemos que tenemos que difundir más la lucha.
―En la programación de la radio, ¿cómo participan las familias campesinas?, ¿cómo trabajan día a día?
Adolfo.―La Paj Sachama y todas las otras radios son programadas por compañeros del MOCASE, de monte adentro, de las comunidades; compañeros que se han formado a través de los talleres de comunicación, algunos antes de tener la radio, y con aporte de muchos compañeros, muchas veces dando una mano para poder entender cómo utilizar un micrófono. En aquel entonces hacíamos micrófonos de papeles y dibujábamos una radio de cartones, todo era trabajo práctico, porque no teníamos la radio, pero sí teníamos la esperanza y un sueño; en eso los talleres eran así, era todo armado artesanalmente y la salida al aire era entre nosotros, a través de los talleres que parten de la comunidad; tiene que ver con toda la educación popular que venimos planteando. Luego se fueron cumpliendo los sueños y todo eso que fuimos trabajando hoy se transformó en una praxis general, y claro, todos los resultados son esos: los compañeros y las compañeras, los jóvenes, los niños, hoy ya saben manejar la radio, porque justamente hubo todo un trabajo previo del MOCASE para que estos compañeros y estas compañeras puedan llevar adelante estos proyectos productivos y proyectos políticos marcados como contrahegemónicos a la comunicación de hoy.
―¿Tienen horarios especiales de trasmisión?
Adolfo.―Tienes diferentes programas. Tienes programas desde las ocho de la mañana, porque funciona con el sol la radio, y también para no desgastar tanto las energías que se tiene de los paneles y las baterías. Es justamente desde las ocho de la mañana hasta las doce de la noche. Durante todo el día hay diferentes programas: hay programas artísticos, hay programas más políticos, de difusión de las luchas que se dan en los diferentes lugares, en este caso de Vía Campesina continental e internacional. Entonces, a través del conocimiento y de la formación de los compañeros que están siguiendo todos los procesos de organización a nivel nacional, a nivel latinoamericano y a nivel internacional, aportan justamente los análisis coyunturales en cada radio. También tiene que ver con leer algunos artículos, y esos artículos no largarlos como están, sino tratar de leerlos y ser muy críticos, aportando a lo que nosotros también pensamos. Tiene que ver con cómo difundimos en esos espacios la soberanía alimentaria, que para nosotros es esencial, el por qué defendemos tanto eso, la reforma agraria, en el sentido más amplio de la construcción de nuestra organización, y las escuelas de agroecología que hoy son la columna vertebral del movimiento conjuntamente a las radios y la comunicación.
―¿Cuántos compañeros son los que en cada radio ayudan a sostener la programación diaria?
Adolfo.―Es una diversidad de 10 a 15 compañeros por radio y después todos los que están por momentos, porque están pasando constantemente. Entre los compañeros hay algunos que están todo el tiempo y otros que vienen, hacen los programas y se van a sacar leche a las cabras y a seguir trabajando sobre la producción para no abandonar eso. Es muy fluida la participación, es una participación continua.
―¿Participan compañeros de otras organizaciones?
Adolfo.―Cuando uno habla de programación tiene que ver con todo un proceso que se vino dando, y ahí aportaron todos; entonces, podemos y estamos orgullosos que no sea solo una programación del MOCASE, sino de todos los compañeros y compañeras que hayan aportado a la lucha del MOCASE. Justamente, el MOCASE le pone un granito de arena a través de lo que se viene construyendo y de lo que se tiene que ir aportando, del aprendizaje y todo eso. Las programaciones tienen que ver con el aprendizaje colectivo de todos los compañeros y compañeras que aportaron, de radios como La Tribu[2] y compañeros que se han formado en diferentes espacios, en diferentes áreas de comunicación, y no sólo aportan en la programación, sino en la edición.
―¿Sienten a las radios como un puente de comunicación con las comunidades locales y con los territorios?
Adolfo.―Sí, en el caso del campesinado en Santiago del Estero, la única herramienta de escucha con quien se relaciona el campesinado y las comunidades de pueblos indígenas en esta zona es con las radios FM, con las radios comunitarias; las radios nuestras tienen un papel muy importante, porque no solamente es difundir, sino ir organizando comunidades que no están organizadas. Entonces, cada vez el movimiento se va ampliando más en esos lugares estratégicos, sabiendo como avanzan las empresas, las trasnacionales, y que había algunas radios de la iglesia que trataban de interferir totalmente. Nos mandaron prender fuego la radio, hicieron atentado, porque justamente se está difundiendo la lucha y qué es lo que nosotros pensamos, los derechos de la organización y los derechos de las personas, para seguir multiplicando esta construcción permanente del MOCASE.
―¿Se pudo alcanzar a los responsables del atentado a FM Paj Sachama?
Adolfo.―En el caso del atentado a la radio es como acá ingresan las empresas, los empresarios, con gente armada y paramilitares a las comunidades: totalmente impune todo. Justamente, la justicia tiene una forma de actuar que es muy imparcial, y actúa para un solo sector, eso seguramente ustedes lo viven y lo saben. Dentro de los procesos judiciales que se han venido dando, y de las denuncias, hasta ahora no aparecen culpables más allá de que se sepa quiénes son. La gran responsabilidad es de la radio de la Iglesia, del municipio y de las empresas por supuesto, quienes han intentado prenderle fuego a la Paj Sachama, una de las radios que difunde la lucha, una de las radios que está adentro de los montes; no pueden creer que funciona con paneles solares y que ahí, desde dentro del monte, salga y se esté transformando un cambio de conciencia y de trabajo para que, aún más, el campesinado se siga organizando y se siga despertando.
―Además de este ataque tan violento, ¿sufren algún otro tipo de amenaza o persecusión hacia el movimiento respecto al funcionamiento de las radios?
Adolfo.―El MOCASE recibe amenazas, son cosa de todos los días, persecusiones políticas y amenazas de muerte, que le sigan peones contratados o paramilitares contratados a compañeros para dentro de los montes, o por los caminos, entonces los ataques son constantes. Lo que sí, nosotros durante todos estos años hemos aprendido a resistir y a cuidarnos. Aquellos que atacan saben que nosotros estamos organizados y que vamos a resistir; estamos en este camino de la lucha, en este camino tan complicado y tan jodido para los pueblos en general. No es que estas cosas nos debiliten, al contrario, nos fortalecen. Debe ser que algo bien estamos haciendo en esta construcción, por eso nos persiguen tanto y nos quieren desaparecer.
―¿Tienen pensando seguir extendiendo la red de radios del MOCASE en la zona?
Adolfo.―Nuestro sueño siempre es muy largo y muy grande, donde compartimos con otras organizaciones. Sí, nosotros creemos que es fundamental seguir el camino de construcción de radios comunitarias conducidas por las comunidades en diferentes lugares. Estamos pensando en Ojo de Agua, a donde va a estar nuestra Universidad Campesina, que el año que viene ya vamos a empezar a construir ahí, y ver si podemos conseguir ya no una FM, sino una AM, para poder llegar un poco más allá de lo que aún llegamos, pero si se viene una FM lo mismo sería. Nuestros sueños se amplían un poco más en el sentido de la distancia, justamente, apostándole a esta construcción que para nosotros es muy importante: el avance concreto de la universidad campesina y apostarle a la educación desde el campo popular, al campesinado y a los pueblos en general.
* Por ten.inoizudorpotua@orubal para la moc.liamg@aldoibaicnega.
Notas:
[1] Agencia de Noticias Biodiversidadla, 9 agosto 2009. «Atentado a radio del MoCaSE».
[2] http://www.fmlatribu.com/