Argentina, Tucumán: El 12 de octubre corrió sangre
En la semana donde los pueblos originarios de América recuerdan el avasallamiento de su cultura que significó la empresa conquistadora de 1492, la Argentina tuvo una noticia principal: el asesinato de un comunero diaguita que se resistía a ceder ante la prepotencia de un terrateniente de la provincia de Tucumán.
Informaba Contrapunto: «Desde hace casi un mes, la comunidad Chuschagasta permanece en la ruta exigiendo el reconocimiento de sus tierras. En la tarde de ayer, un reconocido terrateniente de la zona llegó al lugar junto a otros dos hombres y se declararon los auténticos dueños. Ante el rechazo de las más de 20 personas que se encontraban allí, el terrateniente y sus secuaces sacaron sus armas de fuego y dispararon».[1]
A cien kilómetros de la comunidad diaguita de Chuschagasta se encuentra la comunidad El Mollar. Allí vive Margarita Mamaní, quien permaneció estos días cerca de las noventa y seis familias que integran Chuschagasta. Con ella pudo dialogar la Agencia de Noticias Biodiversidadla para intentar un acercamiento a la realidad que viven estas comunidades del norte argentino.
―¿Que fue lo que sucedió en Chuschagasta?
Mamaní.―El día doce de octubre, al recordar los 519 años del genocidio más grande en Latinoamérica, sufrimos la pérdida del hermano (Javier Chocobar) por simplemente hacer valer el derecho, hacer valer su dignidad, que sus tierras eran de él. Fueron los policías retirados de San Miguel de Tucumán conjuntamente con Amín (terrateniente), y querían ir y entrar en el territorio de la comunidad. Ellos sobreviven de la agricultura, donde están los animales, las hierbas medicinales, nuestras aguadas, caminos ancestrales, cerros. Fueron violentamente y al enfrentarnos, dicen ellos que estábamos armados, mentira, no había ninguna arma de fuego; ellos sacaron el arma. Ayer me estuvo contando el hermano Andres Mamaní (herido de bala), que está gravemente en el hospital, que al resistir el desalojo, sacaron el arma y le tiraron un tiro en el abdomen; y ha caído muerto ya el hermano (Chocobar), además hubo otros tres heridos.
―Vos sos de la comunidad El Mollar, ¿dónde se encuentra?
Mamaní.―En la provincia de Tucumán son dos pueblos, diaguita y lule, somos diecinueve comunidades distintas. Nosotros, de la comunidad indígena diaguita El Mollar, estamos casi a más de cien kilómetros de la comunidad hermana de Chuschagasta. Tenemos constantemente el atropello de los terratenientes, como los hermanos Quilmes, que desalojaron cuarenta familias; como también en la comunidad indígena El Nogalito, en la cual el sacerdote Walter Mansilla, de la Congregación Salesiana, quiere agarrar doscientas sesenta hectáreas, y fueron armados más de ochenta policías ahí, y bueno, resistimos. El siete de octubre, en la comunidad indígena donde yo pertenezco, desalojaron a nueve familias a los golpes. La estamos pasando mal en la provincia de Tucumán.
―¿Cuál es el interés sobre las tierras de la comunidad Chuschagasta?
Mamaní.―Resistimos porque por donde caminás hay sitios sagrados, dejados por nuestros ancestros, donde dejaron nuestra manera de vivir, nuestra cosmovisión. Por intereses de hacer explotaciones, como lo que les paso a la comunidad de Chuschagasta, que quieren hacer explotar con minería la parte donde se encuentran las lajas. Nosotros no lo vamos a permitir, vamos a resistir. Si corriera sangre de un hermano, vamos a seguir defendiendo las tierras, las pocas tierras que tenemos. Algunas comunidades ya estan avasalladas de terratenientes.
―¿Dónde se encuentra exactamente Chuschagasta?
Mamaní.―Se encuentra en el Valle de Trancas, por ruta 9, pasando Tapia y desde allí hasta La Higuera; a treinta kilómetros se encuentra la comunidad. Actualmente esta la ley vigente, la 26.160 de relevamiento jurídico y catastral de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades originarias del país. Esa ley, en la provincia de Tucumán, se están haciendo esos relevamientos. Han elegido al equipo técnico-operativo, que es la Universidad Nacional de Tucumán. Han violado todos nuestros derechos, esta ley se ha violado.
―¿Querés agregar algo?
Mamaní.―Ayer (13 de octubre) nos convocamos en la Plaza Independencia, fuimos a Casa de Gobierno, se han comprometido a hablar con los municipios y comunas para que se abstengan, no vayan a los golpes y que no vuelva a haber esta masacre que hubo. El otro martes nos vamos a convocar otra vez en la plaza, vamos a estar más de ochocientos hermanos comuneros. En total, en la provincia de Tucumán, estamos más de veinticinco mil autoreconocidos hermanos.
* Por ten.inoizudorpotua@orubal para la moc.liamg@aldoibaicnega .
Notas:
[1] Contrapunto. «Un muerto y 4 heridos de bala, saldo del ataque de terratenientes contra comunidad indígena» , 14 octubre 2009.
[2] La Ley 26.160 (2006) de comunidades indígenas declara la emergencia en materia de posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas originarias del país. Suspende por cuatro años la ejecución de sentencias, actos procesales o administrativos, cuyo objeto sea el desalojo o desocupación de tierras. ( ver aquí).