Argentina: Ocho campesinos absueltos en Córdoba
El 6 de mayo el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la provincia de Córdoba sobresee a un grupo de pobladores de El Chacho, paraje ubicado en el departamento Minas, noroeste provincial, que habían sido declarados culpables por el delito de usurpación en el año 2008. Entrevista a Graciela Arévalo (44), integrante del Movimiento Campesino de Córdoba (MCC), absuelta por la Justicia.
P: ¿Cuando se origina el conflicto por las tierras de El Chacho?
R: En 2004 empezó esto, cuando un terrateniente se acercó al pueblo y se quiso hacer dueño de nuestras tierras. No lo dejamos entrar; tuvo la policía de su lado, vecinos del pueblo también... Fue bastante duro enfrentar a algunos familiares. No era solamente gente del pueblo, sino también familiares comprados con plata, engañados de alguna manera por este señor que les hace creer cosas muy lindas, porque lo veían con traje, corbata y portafolios. Le creían más a él. Como somos pobres, no tenían fe de que pudiéramos defender el campo y la tierra que es nuestra.
P: ¿Se vieron obligados a abandonar el lugar en algún momento del proceso judicial?
R: En 2005 ganamos el juicio civil, la tenencia de la tierra, la posesión. Al año siguiente nos denuncian por usurpación en lo penal. Ahí fue un poco más duro, nos ficharon, nos pintaron los dedos. Después tuvimos el alegato con testigos y falla la justicia dándonos seis meses de prisión domiciliaria; nos encontraron culpables de usurpación. Ahí fue cuando apelamos al Tribunal Superior de Justicia. Esperábamos ansiosos la resolución. Llegó el día viernes: nos llamaron, nos presentamos y por suerte falló a favor nuestro, como tenía que ser. Son tierras nuestras, son tierras ancestrales que defendemos porque son de nuestros abuelos, de nuestros padres y, por ende, seguimos defendiéndolas para nuestros hijos.
P: ¿Y cuándo comienza en el paraje la historia de su familia?
R: Yo nací acá, tengo cuarenta y cuatro años. La familia de mi marido, la abuela de mi marido, Adolia Farías, murió en 2009 con ciento tres años. Eran familias longevas. La mamá de mi marido murió de noventa y tres años en 2010. La abuela tenía en realidad más años, porque había sido anotada de más grande: en estos lugares no había juzgado ni registro civil. De ahí viene la lucha por la tierra; ella es la verdadera dueña. Eran campos comunitarios, campos abiertos que usaba toda la gente del pueblo.
P: ¿Cómo vivieron este "triunfo histórico" del campesinado córdobes?
R: Estábamos muy contentos, no lo podíamos creer. Aquí estamos firmes para empezar a hacer cosas, porque teníamos todo parado. No podíamos avanzar con ninguna obra hasta que nos dieran la tenencia de la tierra. Nos absuelven de cargos y culpas, nos entregan la tierra.
P: Entre las cuarenta familias que habitan El Chacho, ¿hay alguna que posea un título de propiedad?
R: Títulos de propiedad del campo no, solamente del sitio donde viven, de la casa donde viven.
P: Pese al fallo positivo del TSJ, dicen en un comunicado que, para poder seguir adelante, ahora necesitan agua, una mayor productividad de las tierras y que los montes se mantengan en pie...
R: Sí, es cierto. Nosotros queremos hacer una represa mejorada, más grande, en donde podamos recolectar el agua de lluvia. En la zona no tenemos agua de riego, no tenemos diques, nada de eso. No es fácil en estos lugares vivir. Yo quiero dejar un mensaje a los compañeros de las otras comunidades que están en conflicto de tierras como nosotros y que seguimos apoyando: que sigan firmes luchando por sus derechos, que no se dejen meter miedo, que siempre se paren y defiendan lo que es de ellos, porque es el futuro de nuestros hijos.
Esta entrevista fue realizada por el Observatorio de Conflictos por los Recursos Naturales (OCRN) en alianza con Acción por la Biodiversidad.
moc.liamg@aldoibaicnega