La edición genómica: el próximo arreglo técnico de IG condenado al fracaso

La edición genómica corre el riesgo de agudizar los problemas de la agricultura industrial, prolongando un modelo que amenaza tanto la salud humana como el medio ambiente, y abre aún más los sistemas alimentarios africanos al control hegemónico y a la privatización. La preocupación por esa tecnología va más allá de la bioseguridad y entra en un ámbito de lucha contrahegemónica contra los proyectos y marcos tecnocientíficos capitalistas euroamericanos que requieren una forma de reglamentación laxa o inexistente que se amolda a una versión limitada y anticuada de la llamada ciencia occidental para facilitar sus intereses corporativos.

La edición genómica – El próximo arreglo técnico de IG condenado al fracaso: problemas de regulación y amenazas para África

El estancamiento del desarrollo y la adopción de organismos genéticamente modificados (OGM) "antiguos" o de "primera generación" ha obligado a la maquinaria biotecnológica a invertir y desarrollar nuevas formas de técnicas de ingeniería genética (IG), como las próximas soluciones rápidas para abordar los problemas que ha causado la agricultura industrial. La primera generación de OGM no solo no abordó estos problemas, sino que los exacerbó. Uno de estos conjuntos de técnicas de IG se llama ‘edición genómica.’

Mientras las pruebas de los efectos no intencionales de la edición genómica se acumulan y no pueden ser desechadas, la industria de la ingeniería genética está empeñada en conseguir que estas técnicas queden excluidas de la legislación actual sobre bioseguridad, al promover el mito de que los organismos editados por el genoma son indistinguibles de sus homólogos convencionales y que las modificaciones inducidas son afines a la variación natural. Esas afirmaciones no reconocen la brusquedad, imprevisibilidad e incontrolabilidad de la edición genómica, asociada a efectos no deseados como la incorporación accidental de material genético extraño, mutaciones generalizadas y repercusiones en procesos celulares vitales.

Si se dejan de lado las preocupaciones en materia de bioseguridad que son semejantes a las relacionadas con los OGM de primera generación, se observa que la industria no ha admitido que esas tecnologías ofrecen escasas posibilidades de abordar los complejos problemas a los que se enfrentan los sistemas alimentarios en un momento en que múltiples perturbaciones ecológicas, económicas y sanitarias afectan a gran parte del mundo y a África en particular. Esto se ejemplifica con la escasez de rasgos útiles que se están desarrollando, lo que pone de manifiesto las limitaciones técnicas y tecnológicas que actualmente soporta la industria, un testimonio de las insuficiencias del paradigma reduccionista de la ingeniería genética.  Esto significa que mientras ellos se jactan de las revoluciones en la lucha contra el cambio climático, el hambre y los problemas de salud, nosotros nos enfrentamos a la realidad de cultivos aún más tolerantes a los herbicidas o resistentes a los patógenos, esta vez generados por la edición del genoma en lugar de la GE transgénica estándar.

Este  artículo expone la razón por la que deben rechazarse firmemente esos empeños por seguir corrompiendo los sistemas alimentarios africanos con las últimas tecnologías de modificación genética y sus productos. Es imperativo que estas tecnologías se prohíban o, en el peor de los casos, se regulen de manera firme y rigurosa sobre la base del principio de precaución y estrictas disposiciones de responsabilidad para protegerse especialmente contra la contaminación y las amenazas a la soberanía alimentaria.

En el presente  artículo también resumimos algunos de los problemas más apremiantes con respecto a la tecnología, entre ellos el panorama normativo, los agentes empresariales involucrados, los productos que se vislumbran en el horizonte de los países africanos y los riesgos de bioseguridad, así como el falso alarde utilizado para promover la adopción.

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Fuente: Centro Africano para la Biodiversidad

Temas: Nuevas tecnologías, Transgénicos

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