¿Qué es el Convenio en Diversidad Biológica?

El Convenio en Diversidad Biológica es una de las herramientas jurídicas que surgieron de la Cumbre de Río en 1992. Allí los responsables de los gobiernos del mundo se pusieron de acuerdo en una serie de medidas para proteger la biodiversidad en el planeta.

Desde ese entonces, 187 países ratificaron el convenio, lo que le da valor legal en todos esos países. A pesar de esto, la biodiversidad continúa amenazada en todo el mundo, por los grandes intereses de las corporaciones internacionales, para quienes la única ley a respetar es la del aumento de las ganancias.

Cuando en la Cumbre de Río en 1992 se adoptó el Convenio en Diversidad Biológica se pensó que se estaba frente a una herramienta que podría revertir -o por lo menos frenar- la pérdida de biodiversidad en el planeta.

Esta herramienta jurídica internacional ha sido ratificada desde entonces por 187 países, y en ella se definen un conjunto de normas sobre la conservación de la biodiversidad con respecto a los ecosistemas, las especies y los genes.

Ahora, 12 años después cuando asistimos a la séptima reunión de la Conferencia de las Partes de este Convenio -en Kuala Lumpur, Malasia-, vemos que la situación en materia de biodiversidad es aún peor que la que preocupaba a los participantes de la Cumbre de la Tierra.

El accionar de las grandes corporaciones amparadas y protegidas por los gobiernos de los países desarrollados ha convertido a la biodiversidad en una mercancía, y por tanto ha expuesto a la población mundial -y sobre todo a la más desprotegida- a una situación de expectación ante la degradación y pérdida de la vida en sus diferentes formas.

La comercialización de la biodiversidad ha traído consigo la llamada biopiratería, la apropiación por parte de empresas transnacionales de la riqueza genética y cultural para su privatización y para obtener lucro.

América Latina es el continente con el mayor porcentaje de biodiversidad en el planeta. Esto se debe -en gran medida- al papel que desempeñaron indígenas, campesinos, afrodescendientes y otras comunidades locales para el mantenimiento de su entorno natural.

Por eso hoy estas comunidades son -junto con su entorno- las principales amenazadas por la privatización de la biodiversidad, con el accionar de las corporaciones internacionales que buscan la nueva ?mercancía? por la vía de la presión a los gobiernos para obtener sus beneficios o directamente por la apropiación ilegal de las especies, de los genes, en definitiva de la vida.

Pero también ha sido pernicioso para la biodiversidad y las comunidades locales latinoamericanas el accionar de organizaciones sociales conservacionistas aliadas de grandes corporaciones que ?se visten de verde? con la finalidad de aumentar su lucro.

Radi Mundo Real

Fuente: Indymedia Colombia, 10-2-04

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