Perú: Hugo Blanco: la via indígena campesina

Idioma Español
País Perú

Encontramos a Hugo Blanco en la ciudad donde reside habitualmente: Cuzco

Acude a la entrevista con vestimenta campesina, alpargatas, sombrero de paja, camisa y pantalones blancos.Sin embargo no es la forma de vestir lo que más destaca de su persona. Su mirada intensa y su forma de hablar entusiasta es lo que embruja a sus interlocutores.

Enseguida desgrana un torrente de palabras, un tanto inconexas pero que cuentan con la autoridad de quien ha sido y es historia viva del Perú.

Historia campesina

Comienza hablando de su historia de luchador social, en el movimiento campesino peruano: “Yo me hice famoso en las luchas de la Convención, en los años 60, pero para entender el presente debemos remontarnos mucho más atrás en la historia. Antes de la colonia en el Ande existía un sistema social y económico basado en el colectivismo que todavía funciona en parte. Un sistema basado en el Ayllu (comunidad andina) que la colonia no logra destruir.

Según el marxismo, la humanidad pasa del comunismo primitivo a las sociedades esclavistas, pero aquí no sucede eso. Se pasa de una sociedad colectivista a otra más elaborada pero con los mismos fundamentos. El Tuhuantaysuyo, o el imperio Inca como lo llaman los europeos, no es un Imperio en el sentido tradicional del término. Se basa en lo colectivo y en la utilización de técnicas agrícolas muy desarrolladas para utilizar la biodiversidad en beneficio de los humanos, no existía la propiedad privada. Se forma una cultura especial, agrícola: que domestica 182 especies, desarrolla nuevas variedades: 300 de patata, maíz, hoja de coca... En un medio difícil la humanidad domestica la naturaleza pero respetándola, el campesino es genetista”.

“La colonia establece la propiedad privada e instaura un régimen esclavista, basada en el gamonalismo, el poder omnímodo del hacendado sobre los que trabajan sus tierras, y en las extracciones mineras; ahora se da prioridad a la minería como en la época de Pizarro” apunta Hugo Blanco. “Lo que consiguen es un enorme retroceso en la agricultura y un descenso de la población que recién ahora se está recuperando. Con la independencia no cambia el sistema de haciendas, continúa el mismo sistema social. Yo aún recuerdo cuando era niño como el hacendado era dueño y señor de personas y tierras”. “Pero el colectivismo no puede ser erradicado, ni tampoco la sabiduría agrícola (tecnología indígena en palabras del sociólogo Pablo Mamani) de hecho la exportación de la papa y el maíz a Europa fue fundamental en el desarrollo de ese continente. También hay casos como el de la quinina que fue llevada a Francia y salvó la vida al futuro rey sol: Luis XIV, aquejado de malaria. O actualmente la uña de gato que refuerza el sistema inmunológico... se produce un expolio de los conocimientos agrícolas comunitarios que todavía continúa”

Hugo Blanco continúa contando su visión de la historia andina: “Con la llegada del capitalismo se debilita el sistema feudal de la hacienda tradicional y la economía agraria se orienta hacia los productos de exportación, como el café o el plátano, bascula de la sierra a la costa y la selva”.

Resistencia y toma de tierras

El líder campesino va acercándose tras muchas circunvalaciones a la época que le tocó vivir en su juventud. “En la selva y en la ceja de selva, los hacendados no necesitan una mano de obra anual porque los cultivos se cosechan cada cuatro años. Entonces, contratan peones y los echan cuando termina la temporada. Los campesinos se rebelan ante esta forma de explotación.

Mientras tanto en la sierra, por la presión campesina y la falta de interés económico capitalista para los gamonales, las haciendas se van desmontando y el pequeño campesino o el ayllu recupera la posesión de la tierra que cultivan, pero en las zonas de monocultivo se inician luchas campesinas, que empiezan siendo jurídicas, pero que derivan en represión, con muertos y dirigentes presos.
Ahí entro yo en esta historia: organizamos marchas, bloqueos de caminos, tomas de tierras... finalmente se instaura la reforma agraria por la vía de los hechos. Ante esto los hacendados se arman y los campesinos creamos comités de autodefensa, utilizamos la carabina y la escopeta que en realidad son herramientas de trabajo en la selva. Empezamos a entrenar a los campesinos en la guerra de guerrillas”.

Hugo nos relata acontecimientos en primera persona, como cuando marcha con una comisión armada a negociar con los hacendados y se produce un enfrentamiento con el ejército y hay algunos muertos en ambos bandos. “Al final se declara la reforma agraria sólo en la zona de la Convención, pero ya en muchos otros lugares los campesinos toman tierras. Con la toma del poder de los militares, el gobierno de Velasco hace por fin la reforma agraria, pero el modelo que se instaura - basado en cooperativas - fracasa: en primer lugar, porque se hace de arriba abajo, por decreto, y además no respeta el sistema comunal que ya existe sino que trata de formar estructuras productivas nuevas”. “A pesar de los fracasos y la represión, hoy en día el campesino tiene la tierra, el ayllu es el sistema de producción mayoritario en la sierra y en la ceja de selva; ahora las demandas son por los precios y contra las afecciones mineras que nos quitan la tierra y contaminan las aguas”. “El error de los políticos es intentar ir contra el colectivismo ya existente, Fujimori hablaba de obreros agrícolas y también Sendero cae en el mismo error, acaba matando líderes campesinos”.

Lucha indígena en América Latina

“En Ecuador y en Bolivia, los indígenas son la fuerza popular decisiva. En Perú, estamos un poco a la cola, pero el movimiento se va recuperando. En general, hay una lucha de los indígenas por el empoderamiento y la democracia directa en muchos lugares... Se trata más bien de construir el poder popular y no tanto de tomar el poder, lo fundamental no son las elecciones sino crear poder popular en lo cotidiano. Yo no creo que se trate de restaurar el Tuhuantaysuyo - no queremos un Inca - sino de restablecer el comunitarismo como forma de organización, adaptándolo a los nuevos tiempos. Es una lucha contra la discriminación y aunque hay acusaciones de balcanización y de racismo, el movimiento no es racista”.

Habla también Blanco de temas más generales: “El Estado Nación está en crisis, también la propia modernidad. En todo el mundo los indígenas se levantan contra el eurocentrismo y su apéndice yanqui. Levantamos la bandera de la ecología frente al capitalismo y el monoteísmo”. “Ponemos en cuestión la máxima de que el hombre es el rey de la creación, la mujer y el hombre somos hijos de la pacha mama, somos diversos y luchamos para rescatar la diversidad”.

Respecto a la globalización nos dice: “Es necesaria otra globalización en beneficio de la humanidad y con respeto a la naturaleza, los pueblos tenemos que unirnos contra el Imperio”. Hay que revisar los universales, la visión occidental del mundo se quieren imponer por la fuerza: En Francia prohíben las señas de identidad de las musulmanas (en referencia a la polémica ley de símbolos en la educación gala) ¿Qué pasaría si los amazónicos dijeran que todo el mundo tiene que vestir como ellos, les llamarían locos y racistas, pero a los franceses no, ellos imponen en base a un sistema de valores que consideran universales pero que están en una profunda crisis”.

Terminando la entrevista Hugo Blanco vuelve a la situación política de Perú: “La gente está harta del sistema, en las últimas elecciones votó en contra del sistema no a favor de Humala, que hizo un discurso a favor del indígena... Alan García y la mafia del APRA suponen la continuación del neoliberalismo”.

Rebelión, Internet, 16-9-06

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