México: transgénicos, un oscuro negocio
El investigador de la asociación civil Altépetl–Desarrollo Comunitario y Productivo, David Jiménez Ramos, denunció que promotores de las empresas trasnacionales Monsanto y Syngenta están distribuyendo semillas de maíz transgénico en diferentes regiones del estado de Puebla con el argumento de que ofrece mejores rendimientos
Mucho se ha advertido que los productos transgénicos todavía están siendo sometidos a pruebas de laboratorio, por lo que todavía no es confiable su uso, ya que pueden dañar la biodiversidad, afectar negativamente la salud de las personas que los consumen y en el caso específico del maíz, acabar con las semillas criollas de este grano.
Pese a todas esas advertencias, las autoridades del sector agropecuario han permitido que se distribuya maíz transgénico, mucho del cual entró al país y al estado de Puebla por primera vez en 1999, como parte de la ayuda en granos que se recibió del extranjero en comunidades dañadas por la contingencia pluvial de ese año. Esas semillas ya habían sido prohibidas en Estados Unidos por ser causantes de graves problemas de alergias de quien las consume.
Independientemente del daño a la salud y el medio ambiente, el principal riesgo de que estos productos se sigan distribuyendo es que un grupo de empresas transnacionales son las que podrían acabar controlando los cultivos y hasta la comercialización de los granos que se producen en el agro mexicano. Es decir, atrás de los transgénicos hay oscuros intereses comerciales, y lamentablemente las autoridades se están haciendo cómplices de esa situación.