México: pese a deficiencias legales el gobierno prepara siembra de maíz transgénico
Pese a que muchas organizaciones civiles han insistido en que no están cubiertos todos los requisitos legales para que se concrete la siembra experimental de maíz transgénico en el país, la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) ya presupuesta que para fines de año haya dicho tipo de maíces cultivados en campos de Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Baja California, así como en la Comarca Lagunera, y posteriormente en Tamaulipas
Esto, siempre y cuando las solicitudes para esta siembra cumplan con todos los aspectos de la normativa, advirtió Ariel Álvarez Morales, secretario ejecutivo de la Cibiogem, quien especificó que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) sólo tardará seis meses en determinar si las peticiones proceden y luego tomará de dos a tres meses obtener resultados de estas siembras. Así, calculó que en ocho o nueve meses se podrán tener maíces transgénicos en los campos nacionales.
En conferencia de prensa conjunta con Fabrice Salamanca, coordinador del Consejo Consultivo Mixto de la Cibiogem y presidente ejecutivo de AgroBio México, Álvarez Morales se pronunció respecto al temor de una eventual contaminación. “Si en un momento dado encontramos un transgen que da un plus a los criollos, si el beneficio es mayor, entonces a lo mejor no sólo puede coexistir, sino que nos interesa que esté en nuestras variedades.”
No obstante esto, insistió en que no hay probabilidades de contaminación por las medidas de bioseguridad que se tomarán para evitar ese escenario.
Salamanca detalló que entre quienes han mostrado interés en realizar estas siembras en campos mexicanos están las firmas trasnacionales Dupont-Pioneer, Monsanto, Syngenta, Dow Agrosciences y Basf, las que experimentarán con semillas resistentes a insectos, tolerancia a herbicidas y a sequías.
También informó que ayer, al comenzar una reunión del consejo consultivo mixto, cuatro organizaciones civiles que lo componían renunciaron a éste con el argumento de que era un farsa y acotó que con ello intentaron boicotear la instancia. Asimismo subrayó que las medidas de bioseguridad son tan estrictas que se verificará que en los alrededores no haya cultivos nativos y las siembras transgénicas se harán a distancias de 200 metros de otros cultivos. También refirió que se levantarán barreras físicas y se deberá desespigar estos maíces modificados para que no haya posibilidad de que polinicen otra planta. Aunado a esto, la cosecha se incinerará.
Antes, las agrupaciones que renunciaron al consejo realizaron una manifestación a las afueras de la Sagarpa. Allí Alejandro Espinosa, catedrático de la UNAM e investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas y Pecuarias de la Sagarpa, sostuvo que la coexistencia de maíces transgénicos y nativos no es posible sin que haya una contaminación de los últimos y añadió que la Sagarpa, al avalar estas siembras, se ha convertido en aliada de empresas como Monsanto.