México: minera penetra en Cuautitlán; la frenan indígenas
Peña Colorada pretende extraer 50 mil toneladas de hierro cerca de Telcruz, según los lugareños
Se reabren viejas heridas en la zona indígena de la sierra de Manantlán. El pasado martes 22 de noviembre, maquinaria de la minera Peña Colorada penetró en territorios del ejido Ayotitlán en busca de 50 mil toneladas de hierro, pero casi un centenar de nahuas provenientes de la localidad de Telcruz se presentaron en el sitio y frenaron el intento, dijo Saúl Palacios a Público.
Ayer por la noche, la maquinaria dormía en el lugar de los hechos y los campesinos seguían en su debate interno para enfrentar o apoyar a la poderosa empresa de Minatitlán, Colima, manzana de la discordia en el conflicto limítrofe entre Jalisco y Colima, en cuyos yacimientos se genera casi 40 por ciento de la producción ferrosa del país.
“Nosotros como ayuntamiento ya hemos notificado a la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente [Profepa], pues entraron con sus máquinas casi un kilómetro y derribaron árboles, y aunque aseguran que tienen permisos de la Semarnat [Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales], nosotros tenemos muchas dudas”, afirmó el secretario y síndico del Ayuntamiento de Cuautitlán, Fredy Díaz.
Entrevistado vía telefónica, el funcionario puso en relieve el clima de encono que se ha desatado al interior de los pueblos indígenas por la presencia de la empresa. “Quienes detuvieron la maquinaria fueron sobre todo personas de Telcruz, que son los más cercanos a los sitios que se pretenden explorar, pero en los días sucesivos mucha gente de Ayotitlán y de otras comunidades se les ha unido”.
Ayer se realizó la reunión del Consejo Asesor de la reserva de la biosfera sierra de Manantlán, en la cabecera municipal. Allí, la presidenta del consejo, Rogelia Justo Elías, señaló que fue la dirigencia ejidal la que abrió la puerta a la llegada de la minera, atestiguó el síndico municipal. Sin embargo, las dudas se desataron en torno al procedimiento de esa aceptación. Los asistentes denunciaron diversos escenarios: unos, que la minera había obtenido el apoyo del comisariado por medio de recursos en su campaña que lo llevó a la silla; el acuerdo habría sido entonces amañado, pero lo cierto es que la minera cuenta con una autorización de la asamblea general de ejidatarios.
“Eso es algo de lo que nosotros no podemos opinar porque no hemos visto ningún documento; de hecho, tampoco conocemos el supuesto permiso de la Semarnat para el camino, y solicitamos tanto a la Profepa como a la dirección de la reserva que nos ayuden a conocer la realidad”, puso en relieve Fredy Díaz.
Los campesinos lamentan que la respuesta de la autoridad sea casi nula. “No sea que se encuentren a un ejidatario con leña para su casa porque se lo llevan a la cárcel, pero tratándose de esa empresa, se ven tibios, según nos dijeron durante la reunión”, añadió el testigo.
Pruebas exploratorias
Otro dato que alarma es el supuesto volumen que se pretende extraer como “pruebas exploratorias”. Un asistente dijo que era comparable a que para unos análisis, un doctor pidiera extraer toda la sangre de un cuerpo, lo que fue festejado por los concurrentes.
El ejido Ayotitlán es uno de los más grandes de la región Costa Sur de Jalisco, pero ha debido enfrentar los poderosos intereses madereros en el pasado, y ahora los de la gran extractora de hierro perteneciente al grupo empresarial Hylsamex.
El que se divida al ejido, se financie a unos grupos y se les pegue a otros, es un esquema habitual de explotación que siguen estas empresas en las zonas indígenas. La cuestión se agrava porque las existencias comprobadas de mineral en el núcleo agrario son cuantiosas. Por si fuera poco, la riqueza está enterrada dentro de la misma reserva de la biosfera, aunque la ley vigente impide allí ese tipo de actividades. Lo cierto es que todas estas montañas están otorgadas en concesiones mineras desde antes de que se creara la gran reserva ecológica, que es la mayor área natural protegida de todo el occidente del país.