México: agenda común de OSC, incluidas mujeres, por la soberanía alimentaria
En respuesta a la convocatoria de la Campaña Nacional Sin maíz no hay país y bajo el lema de “Alimentos campesinos para México. El hambre no espera”, 600 delegadas y delegados, procedentes de 15 entidades federales y de los países hermanos de Guatemala y Honduras se dieron cita para celebrar la Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria, los días 30 y 31 de octubre de 2008, en el Centro de Convenciones de Churubusco del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, en la Ciudad de México
A la Asamblea acudieron diversas organizaciones campesinas, indígenas y de mujeres, organizaciones ambientalistas, de derechos humanos, de promoción social, de comercio justo; participaron también radios comunitarias y varias asociaciones de profesionistas de la nutrición, la agronomía y de la agroecología, así como académicas y académicos, investigadores, intelectuales, artistas, estudiantes, amas de casa, radioparticipantes y ciudadanos, informó un comunicado de las organizaciones participantes.
El objetivo central de la Asamblea fue profundizar una mejor articulación, plural e incluyente, de los movimientos sociales comprometidos con la soberanía alimentaria y construir una agenda común y un plan de acción para enfrentar la crisis agroalimentaria.
Las y los participantes afirmaron que es ineludible encarar los aspectos más urgentes de la crisis alimentaria pero, sobre todo, que es una obligación común luchar para enfrentar las causas estructurales de esta crisis y pugnar por el establecimiento de un nuevo modelo agroalimentario sustentable y de una nueva política de Estado en materia de agricultura, alimentación, nutrición, comercio y manejo de los recursos naturales.
Ellas y ellos reconocieron que la salida a la crisis alimentaria y el establecimiento de un nuevo modelo agroalimentario sólo será posible a partir de los principios de soberanía alimentaria, derecho a la alimentación, revalorización de la producción campesina de alimentos y del papel de las mujeres en la soberanía alimentaria y nutricional.
EN DEFENSA DE LA TIERRA
Las y los participantes en la Asamblea consideraron esencial la defensa de la propiedad social de la tierra y del patrimonio territorial indígena y campesino, la agricultura sustentable y el manejo comunitario de los recursos naturales, así como la protección del patrimonio cultural intangible y de los recursos biológicos y genéticos.
Por ello, propusieron la prohibición a la siembra de maíz transgénico, la prohibición del uso de alimentos para biocombustibles, las políticas públicas alternativas y un Estado responsable y la lucha contra los monopolios agroalimentarios y la publicidad engañosa de los alimentos.
La Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria analizó que la crisis alimentaria y la crisis financiera global representan el fracaso rotundo de las políticas neoliberales de liberalización comercial, económica y financiera impuestas en el mundo y en nuestro país desde 1982 a la fecha.
La crisis alimentaria confirma el fracaso de los gobiernos neoliberales y de sus instituciones, tanto en México como en el mundo. Son gobiernos e instituciones fallidas, burocratizadas, contrarias al interés público, que están al servicio de las grandes corporaciones trasnacionales y de los grupos empresariales privilegiados las mafias políticas y los poderes fácticos.
El doctor Abelardo Ávila, del Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán y de la Asociación Latinoamericana de Nutrición, presentó datos sobre el impacto que tiene el modelo alimentario impuesto por el Gobierno mexicano, las grandes empresas y la publicidad en las condiciones de desnutrición y obesidad de los mexicanos.
EL TIEMPO DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
La reunión de 600 delegadas y delegados en la Asamblea refleja que éste es el tiempo de la sociedad civil, de los movimientos sociales. La salida a la crisis no será a partir de su profundización ni provendrá del mismo Gobierno y grupos corporativos que la precipitaron y de la cual ellos han sido beneficiarios.
Por ello, la Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria decidió continuar y profundizar la Campaña Nacional Sin maíz no hay país.
Entre las propuestas y planes de acción emanados de los trabajos en grupos y acordados en el plenario se encuentran: impulsar la Campaña para elevar a rango constitucional el derecho a la alimentación, la Campaña para lograr la aprobación por el Senado de la Ley de planeación para la soberanía y la seguridad agroalimentaria y nutricional y la Campaña para legislar el establecimiento de una reserva estratégica alimentaria y un mecanismo de administración del comercio exterior de alimentos estratégicos.
Entre otras campañas que el plenario acordó apoyar se encuentran la Campaña contra la siembra de maíz transgénicos, contra la contaminación transgénica y por la responsabilización de la empresa Monsanto y el Gobierno federal por dicha contaminación, la Campaña por la prohibición del uso de alimentos para la elaboración de biocombustibles, la Campaña para la erradicación de la malnutrición en México, así como por la prohibición de la distribución de alimentos chatarra y refrescos en escuelas públicas y la publicidad engañosa de alimentos, y la Campaña contra el TLCAN, el ASPAN, la Iniciativa Mérida y el Proyecto Mesoamericano.
ACCIONES POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA
La Asamblea consideró estratégico impulsar la reorientación radical del TLCAN y el modelo de relación de México con Estados Unidos y Canadá y de México con Centroamérica y el Caribe y América del Sur, a la luz del fracaso del modelo de libre comercio, de las experiencias alternativas de integración impulsadas por la Comunidad de Naciones del Sur y ante la llegada de un Gobierno y Congreso demócrata en los Estados Unidos.
Las y los reunidos en la Asamblea acordaron también impulsar la construcción de canales alternativos de vinculación campo-campo y campo-ciudad para la comercialización y distribución de productos campesinos de alta calidad y precios accesibles, incluyendo una campaña para el establecimiento de comedores escolares a partir de alimentos campesinos, e impulsar la realización anual de una feria nacional de productos campesinos así como de ferias estatales, regionales y locales.
El plenario de la Asamblea decidió también apoyar una campaña de información y educación a nivel de todas las comunidades rurales y urbanas del país, sobre los principales temas de la crisis alimentaria, de la defensa de la soberanía alimentaria y de las alternativas sociales, de manera sistemática, amplia y masiva, a través de la diversidad de medios de comunicación alternativos y estrategias de educación popular.
De la misma manera, acordaron continuar, extender y profundizar, en el marco de la Campaña Nacional Sin maíz no hay país, las Asambleas Regionales y Estatales por la Soberanía Alimentaria y multiplicar los encuentros, intercambios y articulaciones desde lo local y regional, a través de ferias, talleres, foros, visitas de intercambio y apoyos de campesino a campesinos.
Decisión importante fue promover la articulación de la Campaña Nacional Sin maíz no hay país con otros movimientos sociales en defensa de la soberanía alimentaria, la soberanía energética, la economía popular, los derechos humanos, el medio ambiente, la democracia popular y la soberanía nacional.
Por último, acordaron impulsar el Movimiento Indígena y Campesino Mesoamericano (MOICAM), encuentros trinacionales (México, Estados Unidos y Canadá) de movimientos sociales (campesinos, sindicalistas, ambientalistas, derechos humanos, migrantes, etc.) así como con los movimientos sociales de América del Sur.
MENSAJE DE NACIONES UNIDAS
Las y los participantes reunidos en la Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria recibieron un mensaje que envió el Relator Especial de las Naciones Unidos para el Derecho a la Alimentación, Oliver De Schutter. En éste, el relator afirmó: “las medidas legislativas son urgentes, importantes pero no suficientes. La sociedad civil deberá velar por que sean implementadas, es un papel crucial que puede y debe desempeñar.
Tengo esperanza de que desde México puedan surgir nuevos modos, nuevas ideas, nuevos sistemas, porque esta crisis múltiple nos invita, a todas y todos, a construir e imaginar un nuevo sistema global de producción, cultivo, intercambio, comercialización y abastecimiento de alimentos sanos y nutritivos para todas y todos”.