MST extiende relaciones con movimientos de toda América Latina, afirma Geraldo Fontes
El movimiento de los trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) es considerado un de los movimientos sociales del campo más significativos del Brasil y de América Latina
Desde su surgimiento en 2004, más de 20 años pasaron en la lucha por la reforma agraria y, durante este período, el MST acumuló fuerzas y consiguió en el escenario político de Brasil.
Según datos del movimiento, existen más de 250 mil familias acampadas debajo de lonas negras, en haciendas improductivas que están ocupadas, o en los bordes de las carreteras. Algunas de ellas están esperando sus tierras hace más de cuatro años. En Brasil, cerca de 50% de las tierras en condiciones de servir a la agricultura está en las manos de sólo 1% de los propietarios rurales, según el MST.
El Movimiento también realiza acciones de carácter internacional, por medio de campañas en conjunto con movimientos sociales de otros países y también de solidaridad. El MST forma parte de la Vía Campesina internacional – entidad que reúne diversas organizaciones rurales de todo el mundo. Para hablar sobre este asunto, la Radioagencia NP habló con Geraldo Fontes, coordinador del colectivo de relaciones internacionales del MST.
Oiga ahora la entrevista:
Radioagencia NP: ¿De qué forma el MST se relaciona con los movimientos sociales de otros países?
GF: De hecho el Movimiento Sin Tierra tiene en sus relaciones internacionales, tiene como prioridad la América Latina. Nosotros somos parte de la Coordinadora Latina Americana de Organizaciones del Campo, la CLOC, pero además de eso hemos extendido nuestras relaciones con otros movimientos, tanto que actúan en el campo, en el medio rural, como urbanos, y eso, principalmente, a través de las campañas que desarrollamos. Entonces hay un proceso de compartir, varias luchas, varios momentos de acción entre los movimientos rurales y urbanos. Y actualmente estamos en un proceso que es un paso a frente por parte de lo Movimiento Sin Tierra que es trabajar con brigadas de solidaridad en varios países, Estamos organizando una brigada de solidaridad para el Haiti con la idea de ayudar a fortalecer las organizaciones y los movimientos, principalmente campesinos, en esos países que tienen más necesidad. Entonces las relaciones internacionales con la América Latina están pautadas por eso, por trabajo en común, en luchas que nos afectan, tanto en el punto de vista corporativo de las luchas campesinas, como en cuestiones más amplias que afectan la sociedad como un todo.
RNP: ¿Cómo está la reforma agraria hoy en Brasil?
GF: El proceso de reforma agraria en Brasil está interrumpido en el sentido de lo que nosotros entendemos que deba ser un proceso de reforma agraria. Nosotros ahora, recientemente, hicimos un análisis, un balance de la situación que estamos viviendo actualmente en Brasil, en los últimos diez anos, y constatamos que al contrario de lo que nosotros proponemos de un proceso de reforma agraria radical e integral, lo que se está pasando aquí, en Brasil, son unas políticas compensatorias que se limitan tratar de unificar los espacios, los territorios en conflicto. Aquí, en Brasil, en los últimos diez años se ha interrumpido cualquier proceso de cambios, tanto en la estructura fundiaria do Brasil como, y el principal problema es ese, como en el modelo agrícola que se ha implementado en Brasil que es totalmente controlado por el agronegocio.
Radioagancia NP: ¿Cómo el MST evalúa la situación del gobierno de Lula en relación a la reforma agraria en su primer mandato?
GF: El gobierno Lula no realizó ningún proceso de reforma agrario efectivo. Se limitó a una política de regularización de tierras. ¿Qué significa eso? Que en vez de desapropiar, como coloca la Constitución Federal, desapropiar tierras que no estén cumpliendo la función social para destinarlas para la reforma agraria, se limitó a regularizar, principalmente en la región norte del Brasil, tierras públicas, o sea no cambió la estructura fundiaria.
Y todo eso porque la política de él fue destinada a atender las exigencias del agronegocio, basado en las compañías transnacionales, en producción para la exportación. El balance que nosotros hacemos del gobierno Lula es negativo, no creemos que tenga muchas diferencias con lo que fue los gobiernos anteriores.