Irlanda: expertos recomiendan precaución introducción cultivo transgénicos
El Consejo Irlandés de Bioética (ICB) instó hoy al Gobierno de Dublín a actuar con precaución si decide en el futuro introducir el cultivo de alimentos u organismos genéticamente modificados (OGM) en el país
Según un informe elaborado por el ICB, la ciudadanía ha expresado su preocupación por las posibles consecuencias de los transgénicos para la salud y su impacto sobre el medioambiente.
El estudio también examina el potencial efecto de esos productos sobre la 'salud, el medioambiente y el bienestar de productores, granjeros y ciudadanos del Tercer Mundo'.
Concluye que la leyes que regulan la producción de transgénicos, así como la tecnología que la facilita, deben ofrecer un alto grado de protección al consumidor.
Al mismo tiempo, el ICB asegura que los riesgos medioambientales pueden ser controlados si los cultivos de transgénicos son tratados con 'precaución'.
Según el portavoz de Agricultura Sinn Fein, Martin Ferris, las recomendaciones del ICB dan, en la práctica, luz verde al Gobierno irlandés para conceder en el futuro licencias a los agricultores que quieran producir OGM.
'La experiencia de otros países -dijo Ferris- y de respetados científicos demuestra que es imposible protegerse contra la contaminación una vez que se introducen los cultivos de transgénicos'.
El ICB es un grupo de trabajo independiente estatal que aborda las cuestiones éticas derivadas del desarrollo de la ciencia y la medicina.
Aunque Irlanda no cultiva alimentos genéticamente modificados, sí importa lotes de OGM para uso de laboratorios.
Entre 1997 y 2000, el Gobierno irlandés disponía de trece cultivos experimentales, explicó a EFE la directora científica del ICB, la doctora Siobhán O' Sullivan.
Además del Sinn Fein, el Partido Verde y varias organizaciones no gubernamentales y ecologistas han criticado la manera en que el Gobierno de Dublín está abordando este asunto.
En mayo pasado, la Comisión Europea informó de la detección de una partida de gluten para piensos, procedente de Estados Unidos (EEUU), que contenía el maíz transgénico ilegal 'bt10' y que iba destinado a puertos de Irlanda.
Según el ejecutivo comunitario, el buque trasladaba cinco contenedores, uno de los cuales tenía bolas de vainas de soja y el resto, gluten de maíz para piensos y cereales desecados; entre esos cuatro últimos, estaba el lote donde se detectó el maíz bt10, prohibido en EEUU y en la Unión Europea.
En un comunicado, el Gobierno de Dublín respondió entonces que estaba 'tomando las medidas necesarias para asegurar que esa partida no llega a la cadena alimentaria'.