George Bush, un mal compañero de viaje
El presidente estadounidense George Bush, y su homónimo brasileño, Ignacio Lula da Silva, han anunciando un acuerdo de cooperación para producir etanol
El etanol es un biocombustible que sustituye a la gasolina.
En Estados Unidos, se obtiene a partir del maíz, y en Brasil de la caña de azúcar. Actualmente los dos países suman el 70 % de la producción mundial de etanol.
En una declaración conjunta, ambos presidentes afirmaron que el acuerdo contribuirá a "descontaminar" la Tierra. Sin embargo a Lula no se le deben haber pasado por alto las protestas de Sao Paulo, en las que los manifestantes han denunciando el acuerdo como peligroso, pues perjudicará al mercado alimentario y provocará una enorme deforestación, para obtener zonas de cultivo.
Evidentemente, la “democracia” capitalista, de la mano de sus multinacionales, expulsará a los agricultores de las tierras de cultivo, dedicadas a los alimentos que quedarán en segundo plano, además. nadie sabe, a ciencia cierta, las consecuencias que pueden tener para la salud los residuos de la combustión, a niveles masivos, del etanol.
América Latina puede ser arrastrada a una hambruna sin precedentes, que Estados Unidos podría aprovechar para imponer el cultivo de alimentos transgénicos, pues éstos, entre otras características, utiliza “mejor” la tierra de cultivo. El hecho de que puedan generar resistencia de las bacterias a antibióticos útiles para el ser humano, o que produzcan reacciones alérgicas, de efectos imprevisibles, en las personas, no tiene importancia para el negocio imperial, el cual llevaría a cabo una jugada maestra.
Recientemente- en conversación telefónica- el mandatario cubano Fidel Castro le decía a Hugo Chávez que” la idea de poner los alimentos a producir combustible es trágica, es dramática. Nadie tiene seguridad de a dónde van a llegar los precios de los alimentos, cuando la soya se esté convirtiendo en combustible, con la falta que hace en el mundo para producir huevo, para producir leche, para producir carne, y es una tragedia más de las muchas que hay en este momento”
A una pregunta de Chávez, sobre la superficie necesaria para producir un millón de barriles de etanol, el presidente cubano aseguró que aproximadamente 20 millones de hectáreas. ¿Cómo desarrollará Lula la tecnología para obtener etanol sin afectar, al mismo tiempo, el suministro de alimentos ni dañar a los bosques tropicales? Lula no debe ignorar que George Bush, reconvertido en una especie de “ecologista en acción”, sólo pretende robar el pan de los pobres para fabricar combustible para los automóviles de los ricos.
Mal, muy mal compañero de viaje se ha buscado Ignacio Lula Da Silva.