FAO: Las reservas mundiales de cereales experimentarán un fuerte descenso
Las reservas mundiales de cereales sufrirán un marcado descenso en 2006, debido a una ligera disminución en la producción total y el crecimiento significativo de su utilización, según las últimas previsiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)
Los precios internacionales de la mayoría de los cereales permanecieron estables o aumentaron en los últimos meses, favorecidos por las previsiones de una fuerte demanda y una menor oferta, según afirmó la FAO en su informe Perspectivas de Cosechas y Situación Alimentaria.
La mayor demanda estará motivada por un aumento en el uso de cereales para piensos tras la recuperación del consumo de aves de corral. Además, se espera que la creciente demanda de etanol relance el uso industrial de los cereales secundarios, en particular del maíz, según el informe.
A pesar de que ha descendido cerca del 1 por ciento desde los niveles de 2005, la producción mundial de cereales para 2006, prevista en 2 020 millones de toneladas, será la tercera mayor registrada hasta ahora, por encima de la media de los últimos cinco años.
A pesar de que el informe describe “una perspectiva alimentaria mundial satisfactoria en líneas generales", muchos países están experimentado graves dificultades alimentarias y requieren ayuda externa
Africa
A pesar de las lluvias abundantes en África oriental, sigue siendo necesaria la ayuda alimentaria de emergencia en regiones del Cuerno de África que viven del pastoreo y que resultaron afectadas por la sequía extrema de 2005.
En Kenia, las perspectivas para la próxima cosecha de cereales son buenas, pero no sucede lo mismo en Somalia, en donde la producción disminuirá por tercer año consecutivo.
En África austral, la mayoría de los países afectados por la sequía del pasado año obtuvieron una cosecha de cereales secundarios mucho mejor, y la necesidad de importaciones se reducirá notablemente. Sin embargo, la producción cayó en picado en Sudáfrica, debido a una reducción de la superficie cultivada, y en Angola, como consecuencia de la sequía en las principales zonas productoras.
En Zimbabwe, a pesar de una importante recuperación desde el pasado año, la producción de maíz permanece muy por debajo de las necesidades de abastecimiento.
Además, la hiperinflación ha dejado a millones de personas vulnerables sin acceso a alimentos.
En la región oriental del Sahel, las lluvias estacionales han sido tardías e irregulares. La situación en Níger requiere un seguimiento continuo, según la FAO, ya que la mayoría de las familias han agotado sus reservas de alimentos y el consumo se ha reducido drásticamente.
Asia
En muchos países asiáticos se obtuvo una abundante cosecha de trigo. Las previsiones preliminares para las principales cosechas de cereales secundarios y arroz son en general favorables, tras la llegada a tiempo del monzón en las principales áreas productoras. Corea del Norte, sin embargo, se enfrenta todavía a un importante déficit de cereales y se espera continúe muy extendida la inseguridad alimentaria crónica, según el informe.
Medio Oriente
La previsión para la cosecha de cereales de invierno es en general favorable en todo el Medio Oriente. En Irak, la situación general de seguridad alimentaria continúa viéndose afectada de forma adversa por el conflicto y los problemas de seguridad. En Afganistán, a pesar de las escasas lluvias de este año, en particular en las zonas al sur y al oeste de las montañas del Hindukush, la cosecha de cereales está estimada en más de 5,2 millones de toneladas, por encima de la media. Sin embargo, las familias afganas vulnerables seguirán necesitando ayuda alimentaria durante el año próximo.
De nuevo la amenaza de los huracanes
En América Central y el Caribe, la temporada de huracanes en el Atlántico de este año ya ha empezado y las previsiones indican que también será muy activa. La región está todavía reponiéndose de los huracanes del pasado año, que causaron cerca de 2 300 muertos y un récord de daños, estimados en unos 100 000 millones de dólares EE.UU. La agricultura en los países de la región resultó especialmente afectada.